Al entrar a la preparatoria voy directo a donde está Elizabeth. Ella cuando me ve sonríe dulcemente y me abraza.
No sé por qué pero me han dado ganas de separarme.
Se llama celos querida.
—¿Cómo estás Mary? —me pregunta, yo finjo una sonrisa.
—Bien, con sueño, ¿qué me cuentas de nuevo? ¿Algún chico ha aparecido? —voy directo a lo que en verdad quiero preguntar.
Ella chilla emocionada y cubre su rostro para reír y luego mirarme.
—¡No me vas a creer! Sí apareció un chico... resulta que hace días estaba acostada y a mi teléfono llegó una notificación, cuando la vi era un mensaje de un chico, me escribió que me conocía de vista y... ¡Agh! Me pidió una cita, nos vimos en el parque y bueno, nos hemos visto por las noches, y ayer, tuve valentía y lo invité a mi casa ya que mis padres no estaban...
—¿Y sucedió algo? —trato de no sonar enojada.
—Sí, y es todo un...
—¿Tienes una foto de él? —le pregunto, ella sonríe y me enseña su fondo de pantalla.
—¿Viste que guapo es?
—Y un idiota también —murmuro y me doy la vuelta para ir al patio.
Félix es un idiota purísimo. Me dijo que le gusto, que lo vuelvo loco, que ésto, que lo otro.... ¡Idiota! ¿Cree que soy tonta?
¡Ha!
De veras que no tengo suerte para los chicos, los que siempre me gustan resultan ser unos estúpidos.
Gilipollas. Idiota creído, mal nacido...
Trato de calmarme respirando profundamente, pero esto será imposible.
Puto.
✵✵✵
¡Joder! ¡Miles de veces joder y vergaaa!
Hey Mary, control.
Control ni mier...
El puto bus se ha largado sin mí. ¡Por ir al baño! ¡Agh! Es que mi día hoy no ha sido peor porque vaya. Resulta que la profesora de inglés me ha expulsado del aula porque mi teléfono sonó en medio de la clase, el profesor de matemáticas me dió cero, el de deportes me dejó sentada en la banca y me dijo que estaría ausente en su clase y lo peor: cuando fui a almorzar todas las mesas de la cafetería estaban ocupadas y tuve que ir a un salón vacío.
Sí, mi día ha sido caca de rinoceronte.
Pateo una lata que está en la acera y comienzo a caminar, maldiciendo en el trayecto a Félix, sí, porque esto es su culpa. No he dejado de pensar que es un puto mentiroso y ¡Agh! Es que lo odio.
—¿Sabías que cuando piensas tú rostro se llena de muecas mientras frunces el ceño? —una jodida voz me dice y yo me detengo, trago saliva y me giro hacia donde está el chico del balcón.
Puto.
Idiota.
Mentiroso.
Jodido.
Estúpido.
Cara de verga.
—¿Sabías que con sólo aparecer haces que mi día sea una mierda? —le pregunto y sueno más grosera de lo que pretendo.
—Wow, ¿qué tienes, la regla? —enarca una ceja y yo aprieto mis labios.
—Quisiera que fuera eso y no... ¡Agh! ¿Qué haces aquí...?
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Zoosemiótica✔
Przygodowe¿Cuál sería tú reacción si de la noche a la mañana pudieras hablar con tu mascota? ¿Qué pensarías al ver en el balcón de tu vecina a un chico demasiado guapo? ¿Qué harías si te enamoraras de él? La vida de Mary cambia en un abrir y cerrar de ojos. T...