10- Mi héroe por dos veces

95 13 0
                                    


Este chico está aquí cada que estoy en problemas. Es como mi súper héroe o algo así.

—Siempre a tu rescate hermosa —se sienta a mi lado sonríendo.

—Soy una gatita, no sé cómo me puedes ayudar —ruedo mis ojos y él suspira.

—Te ayudaré, sé como hacerlo, ahora cierra tus ojos e imagina que estás sola.

Sigo pensando que él es Félix.

—¡Agh! No quiero de tu ayuda Félix —ruedo mis ojos por segunda vez.

—Primero, no soy Félix, y segundo, te estoy ayudando —cruza sus brazos.

—¿Sabes? Me confundes.

—No...

—Cállate, ¿sí? Dijiste que no vendrías más aquí, ni nos veríamos, ayer te expulsé de aquí, ¿y vienes a ayudarme? ¿Cómo sabías que yo tenía este problema? ¿Cómo sabías que yo era una gatita y no pude ir a la preparatoria? —le pregunto enojada y él solo sonríe.

—Sé cada cosa que te sucede Mary.

—Mira, chico del balcón, no necesito de tu ayuda, puedes lárgate y...

Él se me queda mirando con cara de tonto.

—Claro que no la necesitas, ya eres humana por Dios.

—¿Qué? —miro mi cuerpo y si es cierto.

¡Volví a ser humana!

—¿Pero cómo? —pregunto y él se ríe.

—Creo que al enojarte volviste a ser humana.

—Oh, claro, ¡tú y Félix siempre me hacen enojar!

—Pareces una viejita fastidiosa —suelta una carcajada y trago saliva.

Es tan sexy...

—Y tú eres un...

—No me había dado cuenta, pero estás desnuda —señala mi cuerpo, él si se había dado cuenta.

Dios mío, ayúdame a no sufrir más vergüenzas.

Eres Mary vergüenzas.

Oh, hola conciencia.

Tomo una sábana y cubro mi cuerpo.

—Te odio —murmuro mirándolo y él sonríe.

—Me encantas —me lanza un beso y se levanta—. Me voy, mi novia me espe...

—¡¿Qué?! —grito y sonríe de lado.

—¿Te importa Mary Lindsey?

—Claro que... —sí—... no, no me importa, lárgate con tu novia —cruzo mis brazos y la sábana se cae al suelo.

Maldición.

—¿Tienes celos? —se acerca a mí—. Dijiste que me odiabas Mary.

—Y lo hago, te odio porque...¡Agh!

—Me odias porque soy guapo, me odias porque tu corazón se acelera cada que me vez —asegura y desearía decir que es mentira, pero es la verdad, pero, obvio lo voy a negar.

—Eres un creído chico del balcón.

—Lo sé Mary, mi ego sube cada vez que estoy cerca de las chicas, y más de ti delicia —besa mi mejilla y mi estúpido corazón late a mil—. Cuidado, te puede dar un infarto cariño.

—Cuidado, hoy podría ser tu último día en este mundo.

—Soy inmortal.

—Eres Félix.

Zoosemiótica✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora