19- Tres chicos guapos

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Tengo una misión. Bueno, tenemos una misión, Min, Tomy y yo. Félix no va a participar por ni sé qué y eso es lo ideal.

Si es una misión es mejor que no ocurran discusiones, y para que eso suceda no podemos andar juntos.

—Estamos llegando chicos —Min nos dice y yo suelto un resoplido bien largo.

—Eso dijiste hace horas.

—Lo siento, chica del don. No recordaba el camino, pero ahora así.

—Si me hubieras escuchado, pero no lo hiciste, yo sabía donde quedaba el bosque de la ciudad.

—Eso es cierto —Tomy me da la razón.

—Ay ya, lo siento —Min vuelve a disculparse y rio.

—Vale Min, vale.

—Y sí, vale porque llegamos —señala el bosque y de una me tiro en el césped a descansar mis piernas.

Estoy muerta. De veras.

Se supone que teníamos que estar aquí hace una hora, pero Min se perdió y nos perdimos todos, y ñeh.

Ahora, la misión de hoy es muy... rara. No me dieron muchos detalles, sólo que había una cabaña y teníamos que entrar y rescatar, eso fue lo que escuché. Pero tengo que preguntarles, debo hacerlo porque ¿y sí es algo malo?

—¿A quién vamos a rescatar?

—¿Qué? —los dos chicos se giran hacia mí, Min suspira.

—La Mafia gatuna tiene secuestrados aquí a diez mascotas, cinco perros y cinco gatos.

—¿Y por qué hicieron eso? —frunzo mi ceño, Tomy aprieta sus labios.

—Lo hicieron porque te estaban buscando, Mary.

—¿Qué? —me pongo de pie inmediatamente.

—Esto es lo que hacen todas las semanas. Mario te quiere para él, él necesita tus poderes para acabar con el reino animal y ser el más poderoso del universo.

—Pero que hijo de puta —murmuro y Min asiente.

—Pues así es él, un tremendo mal parido. Ahora continuemos, es muy fácil esto, sólo abrir la cabaña para que puedan salir.

—Por la investigación que Lulú hizo los guardias hace una hora estarían descansando. Ahora deben estar ahí dentro —Tomy nos dice.

—Los guardias nos van a atacar —aseguro.

—No si lo impedimos —Min saca un arma de su cinturón y me la lanza a mí, toma otra para Tomy y él se queda con una.

—¿Y piensas que nosotros podemos utilizar esto? —señalo la cosa que tengo entre mis manos.

—Tú no Mary, nosotros sí. Sólo síguenos el juego y corre ahora —de una sale corriendo y Tomy le sigue, yo miro a todos lados y hago lo mismo.

A un metro prácticamente de la cabaña paramos y de una patada Min abre la puerta, dos guardias se levantan ya que se encontraban sentados y nos apuntan con sus armas.

—Largo de aquí —uno le dice a Min, este ríe.

—¿Enserio crees eso?

—O te largas o te hago largarte, pero al infierno.

—Al infierno te vas tú, yo no mi ciela —Min apunta con su arma al cuello del hombre y donde se encuentra el tatuaje del gato de la mafia dispara, el guardia cae en menos de dos segundos y la sangre negra comienza a salir desde el tatuaje—. Y tú, tú abre la maldita celda de los prisioneros o te tocará lo mismo que a este idiota.

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