ℙ𝕣𝕖𝕗𝕒𝕔𝕚𝕠

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[Menciones de muerte]

Carlisle dice que me encontró a finales de 1693.

Dice que fue una época oscura para Europa, había miedo y desconfianza por todas partes y eso atraía a la muerte. Muchas mujeres inocentes murieron, muchos hombres inocentes perecieron de dolor, muchos hijos se quedaron solos y muchos otros juraban el nombre de Dios en vano, dice Carlisle. 

El cielo estaba gris, iba a comenzar el invierno pronto y la gente empezaba a enfermar más conforme pasaban los días; bajo la vigilancia de la iglesia y escondiendo su nueva naturaleza, ayudaba a los enfermos y las mujeres embarazadas para que sobrevivieran un invierno más. 

- <<Fue una de mis primeras pacientes>> - cuenta siempre que le pregunto - <<Me contaba todo de su embarazo; cuando pateabas, cuando te movías, incluso me dijo que tendías a ponerte inquieta de felicidad cuando hablaba, una llamadora de atención dijo una vez>> - y se ríe como si eso hubiera pasado ese día en el trabajo.

Ayudó cuando nací. Fue quien me recibió al nuevo mundo y registró mi primer llanto, y fue él quien le dijo a mi madre que me escondiera y huyera del pueblo. Era porque había nacido blanca, blanca de todos lados; de mi cabello, de mi piel, de mis ojos, toda yo era como una bolita de nieve fresca. Y eso era malo porque mis padres eran de piel más colorada, de cabello más oscuro, de ojos más marrones y como la tierra fresca de la primavera.

Fue un milagro que haya sobrevivido tanto tiempo, no por las enfermedades o el clima, sino más bien por las creencias religiosas de un pueblo mandado por el miedo y el hambre. Tuve suerte de que mis padres supieran como arreglárselas para ocultar mi blanquesa a los ojos de los otros; pintaban mi cabello con barro, ensuciaban mi piel con tierra y les decían a todos que era ciega, por eso mi color de ojos tan poco natural.

Cuenta Carlisle que la siguiente vez que me vio fue cuando pasó por nostalgia, quería saber que había sido del primer pueblo que ayudo en el pasado. Contra todo pronostico nunca espero encontrarse con mujeres colgadas en horcas y hombres llorando a sus pies.

Dice que llegó justo cuando me llevaban del cabello, tan blanco como cuando me tuvo en sus brazos. Que incluso desde lejos podía ver el color rojo de las malvadas manos que me arrastraron por la plaza y el morado que dejaban las piedras luego del golpe, dice que no quería quedarse a ver como mataban a una niña que una vez cargo, pero que los llantos de mi madre y la suplicas de mi padre lo hicieron quedarse un poco más; quería darles el pésame o algo así. Siempre cambia esa parte.

Nunca me dice como fue que morí y la verdad nunca pregunto. No me gustaría saber que fue lo que intentaron hacer para matarme, porque sea lo que sea que haya sido no funcionó. 

- <<Estabas a un suspiro de dejar de respirar>> - le cuenta - <<Cuando te encontré, fue un milagro que la mordida tuviera efecto, un milagro médico>> - suele decir la misma broma al final, siguiendo con la "tradición" de los médicos contra la superstición. 

Desperté tres días después en una casa que ya debería estar tragada por moho y vegetación en algún bosque si la llego a buscar. Fueron semanas difíciles y Carlisle no lo hacía más sencillo, estaba en una etapa donde no comía nada y yo seguía su ejemplo porque no sabía que más hacer, por suerte encontró comida en animales y no nos volvimos locos de hambre.

No recuerdo cuando fue ni en que año pasó cuando vi mi primera aparición.

Carlisle dijo que fue más o menos cuando convirtió a Edward que notó como comenzaba a mirar lugares fijamente, y cuando Esme llegó a nuestra familia fue que notó que había...algo más en mi que debía averiguar. Esos momentos eran complicados y creo que fue peor para mi pequeña familia, no sabía diferenciar lo que todos podían ver y lo que solo yo podía ver, hubo momentos en que tenía que preguntar a papá Carlisle o quien estuviera cerca si lo que miraba era real o no.

Ojos BlancosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora