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Se sentía extraño el día.

Lo sentí desde que el Sol salió de entre las montañas, en cuanto el primer pájaro y cuando Edward azotó la puerta de su cuarto. Algo malo va a suceder, algo...interesante por lo menos. Pero mientras eso pasaba la mañana era cotidianamente engañosa, todos actuaban con normalidad -lo más normal que puede actuar un vampiro- y las conversaciones salían por aquí y haya. Hoy me iban a llevar a la escuela Rosalie y Emmett en uno de los autos favoritos de Rose, es el que saca solo cuando se siente de buen humor y generalmente presumir ante los humanos la hace más feliz.

- ¿Cuándo traerán mi auto? - me quejé, ya quería manejar sola.

- No falta mucho, espera unos días más - fue lo que me dijo Carlisle antes de irse, así que iba de malas en los asientos de atrás mientras Emmett cantaba The real Slim Shady de Eminem y Rosalie se maquillaba, aunque no lo creía necesario, ella era muy hermosa.

- Deja la cara larga y canta - dijo Emmett mirándome por el espejo retrovisor - y baja los pies del asiento, lo ensucias -

Le hice caso de mala gana y me senté correctamente, pero aún estaba de malas y la música fuerte no ayudaba a mi humor.

- ¿Qué sucede querida? ¿Porqué estas tan molesta? - pregunta Rosalie dejando de lado su espejo. No quería contestarle, pero eso era muy mezquino y de mal gusto. Tampoco quería que Rose se molestara, eso sería problemático.

- No es nada Rosalie, solo quiero ya llegue mi carro, no quiero seguir molestando con los viajes eso es todo -

- Ajá, y la verdadera razón es... - ella siempre sabía cuando me sentía mal, ella y Jasper me leían como un libro abierto.

- No lo sé, hay algo que me inquieta hoy, como si...estuviera esperando que algo pasara, ¿Sabes? Un sexto sentido -

- Creí que ese era el ver fantasmas - añadió Emmett.

- No, ese sentido no - resoplé molesta, pero su comentario al azar fue divertido - Tal vez no sea nada - dije restándole importancia. Rosalie me miro y al parecer aceptó mi comentario; Emmet siguió vibrando alto con la música a todo volumen y cantando como si supiera, pero no diría nada, no quería que mi voz saliera en el video.

- No crean que no noté que tomaron el camino largo -

- Oops, I did it again -

Las clases eran taan aburridas

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Las clases eran taan aburridas.

Si el maestro continuaba hablando sobre la balanza y ecuaciones con dos cifras o multiplicaciones al cuadrado entonces me voy a dormir, y eso era imposible para un vampiro. Así de desesperada estaba y no era la única, si tan solo tuviera la apariencia de una mujer joven haría una carrera en educación y me convertiría en maestra, definitivamente sería mejor que esto.

Por eso di gracias a Dios cuando sonó la campana y acabo la insufrible clase, juro que casi salí corriendo a velocidad vampírica y nunca más mirar atrás. No hay peor castigo que tomar clases de estadística inferencias y diferencial, ni siquiera encuentro la X todavía y quieren que diferencie números.

Ojos BlancosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora