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Ver a Emmett ser lanzado por los aires debe ser mi nuevo hobbie favorito.

- Cuidado Alice que te quitan tu titulo de hada - ella se río de mi comentario, pero no creo que le haya hecho mucha gracia a Emmett, no es que le importe mucho ya que él estaba ocupado siendo vencido por Jasper que le pateaba el trasero una y otra vez, se levantó molesto el oso maloso.

- Otra vez - exigió frustrado, Rosalie miraba fijamente para que no sufriera daño, no es que pueda proteger el orgullo de su marido...Oh la camioneta de Edward, ya llegaron. ¡Estoy emocionada por entrenar! Hace mucho que no lo hago y espero no haberme oxidado con el tiempo, también espero poder pelear contra Emmett y obviamente ganar, solo por la anécdota.

Ambos se acercan a nosotros y no sé porque la cara de Edward nunca cambia de "huelo caca todo el día", de verdad que ese es su único estado físico. El ambiente cambia y todos se agrupan con todos, puedo entender cuando el aire comienza a oler a perro mojado y brisa del bosque, pero esa que te hace querer estornudar; los lobos llegaron, grandes, intimidantes y mostrando sus dientes filosos a nosotros.

Nadie decía nada a nadie, nosotros con nosotros y ellos con ellos, así sin ver nada familiar más que el señor Clearwater que estaba custodiando a sus hijos, que me mira y me saluda con una sonrisa de abuelito así bien tierna que claramente devuelvo. Edward es el primero en romper el silencio.

- No tienen la confianza de mostrar su forma humana - entendible la verdad, somos temibles.

- Vinieron, es lo que importa - dijo papá Carlisle dando un paso adelante de todos, un mediador y Edward su traductor perruno oficial; ríete Edward se que te dio risa - ¿Puedes traducir? - ¿Qué te dije? Ni por mucho que bufes como toro te quitará tu nuevo cargo señor traducdog. Un lobo café flasheo en confianza y se quiso acercar de más, pero Bella lo saludó y le pude poner nombre al cachorro; Jacob era muy tierno en modo cuadrúpedo, no es algo que admita nunca.

El señor Clearwater se acercó un poco más hacía mí y yo a él, no muy lejos de todos pero lo suficiente para no estorbar - Hola Galleta, Gabriela...Lo siento ¿Cuál era tu nombre? -

- Gaella - respondí, en este punto que nunca le atinaran a mi nombre se convirtió en un juego de quién me cambió el nombre más veces, hasta ahora hay un ganador pero ya se murió -A veces me lo encuentro y es fecha que no se lo sabe-.

- Gaella jaja, lo siento - dice entre risas, por lo que he oído de él siempre fue un hombre que le gustaba reír - ¿Qué están haciendo exactamente? No hablaron mucho en su forma humana y me imagino que se están comunicando por telepatía - 

- Los entrenamos para cuando llegue el ejercito de Victoria no los maten - eso lo preocupo - No se preocupe, sus hijos estarán a salvo -

- Hablando de ellos...- creo que entiendo lo que pedirá, lo intentó la última vez que nos vimos. Le sonreí con calma, tal vez en un momento más tranquilo, uno donde no luchemos por nuestras vidas por si se despide y los Dioses no lo quieran, se unan con él súbitamente. El señor Clearwater asintió en silencio, creo que entendió mi punto.

- ¡Gaella! - salté, no me esperaba el grito, y con la pena todos me están viendo, Jasper me hizo una señal para acercarme - Ven aquí, entrenarás con Rosalie -

Ambas nos pusimos en el centro de la arena improvisada, ella me miraba con atención y su linda sonrisa presumida - No tendré piedad contigo -

- Eso esperó - dije y se lanzó hacía mí. No fue difícil vencerla cuando todos empiezan con eso; salté sin mucha fuerza en el aire y la atrapé con mis piernas al rededor de su cabeza, la fuerza con la que me dejé caer hacía enfrente, su sorpresa y la falta de equilibrio la hicieron caer, fin del combate. Me levanté y le tendí la mano para ayudarla, ella la aceptó y me volví a los lobos - No sean tan obvios al atacar de frente, den la vuelta y busquen otro ángulo, salten, sorpréndanlos, ellos no saben lo que pueden hacer así que usen eso a su favor - 

Me acerqué a Jasper, que me miraba con una sonrisa orgullosa. Los combates siguieron y todo lo que sé lo mostré a la audiencia, ayudándolos a mejorar golpes o agarres flojos, los lobos nos miraban atentos y si se puede, podría ayudarles con algunas técnicas también. Es muy divertido.

Seguimos un buen rato hasta que pidieron tiempo fuera, seguiríamos mañana para una última ronda y luego los planes, todos se estaban yendo cuando miró al señor Clearwater mirándome con tristeza. No podía dejarlo así, sería cruel, pero que tal si...no, ellos no tienen tiempo y es injusto que esperen más.

- ¡Esperen! - Dos lobos se detienen a mirarme, Jacob y uno negro que creo es Sam - ¿Puedo hablar con Leah y Seth? Como...ahora -

- ¿Gaella que haces? - oigo preguntar a Edward pero es ahora o nunca; Sam me mira con desconfianza y me gruñe, cuando creo que no lo hará aparecen dos lobos casi del mismo color crema desde los árboles, uno de ellos gruñéndome y el otro solo me mira. Me acercó un poco a ellos y les doy un ligero movimiento de cabeza hacía abajo, una vez escuché que eso hacían los lobos normales para- ¡Ya! ¡No te distraigas! Siguen sin acercarse pero en eso aparece el señor Clearwater, que se ve esperanzado.

Asiento y él se acerca hasta que algo lo detiene, creo que su vínculo no lo deja separarse tanto de sus hijos como quisiera, así que doy otro paso a ellos y me gruñen con más fuerza. Oigo más llamados a mi nombre pero no les hago caso y doy otro paso, ahora el que da un paso hacía mí es Sam como advirtiéndome que paré porque ahora se que entraré en territorio delgado entre ellos y nosotros, pero solo necesito a los niños Clearwater un poco más cerca. Y como acto de suerte, quien se acerca es uno griseaso con ligeras manchas en su pelaje -Seth susurra su padre- y eso me basta para extender mi mano hacía el señor Clearwater y que el tome la mía...

Se siente...raro...como un cor...te...telev...ón...yo...él...๓เ ɭยﻮคг...

- ¿Seth? ¿Leah? Mis niños

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- ¿Seth? ¿Leah? Mis niños...-

Ojos BlancosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora