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¿Porqué siempre está Jacob aquíii?

Pensaba harta de encontrar al perro en todos lados, aunque está situación amerite su presencia según el plan de mis hermanos. Ya me sentía mejor así que decidí acompañarlos y de paso buscar lugares para esconder a Bella y Edward. Jacob se acerca a nosotros trotando y su cara de asco me hace querer darle una golpiza.

- ¿No peleará? ¿Se rompío un musculo o algo? - si bueno eso fue chistoso debo admitirlo, si sabe hacer reír.

- Lo está haciendo por mí Jake -

- No me importa - dice a la defensiva, muy grosero el perrito - Solo diganme el plan -

- Mejor te recomiendo tienda para camisetas a buen precio, digo por si no te alcanza para una - dije con una sonrisa burlona y él me miró enojado, eso con algo más pero se lo guardo. No presione porque no somos amigos y la situación era otra. Jasper dio un paso al frente como el sensato de todos nosotros y puso su postura militar, ¡Si señor!

- Éste campo nos dará ventaja en la batalla, atraeremos a los neofitos con el olor de Bella, pero debe terminar aquí - 

- Edward y yo iremos a un campamento, aunque él me cargue ellos reconocerán el olor -

- Tu olor en cambio es nauseabundo - dijo Edward, el más peleonero del condado.

Eso le ardío a Jacob -no es que sea mentira- no te rías Edward - No creo que quieras comenzar a comparar olores -

- Se refiere a que tu olor podría cubrir el mío si tu me cargas -

- Hecho - ¿Así o más urgido? Ya no lo podía ver, me daba mucha pena ajena. 

- Iré con Alice - le dije a Jasper y él asintió. 

- ¿Quiéres que te lleve? -

- Mejor quedate para que nadie se mate antes de tiempo - dije con una sonrisa y me despedí de Edward y Bella con un abrazó rápido - Adió perrito guau guau - 

Me fui antes de que Jacob contestará algo y corrí ah casa donde Alice dijo que estaría antes de ir con el sheriff Swan, hace bastante que no hablo con él y no hay mejor momento que este para alterar su realidad haciendole creer que su hija hará pijamada con las Cullen, bien.

El tramo a la residencia llegué trotando, nada más por si algún carro con gente pasaba no me vieran correr a más velocidad que sus propios autos, por suerte no fue así y llegué sin problemas. Como esperaba, Alice aún estaba en casa y la alcancé justo cuando salía. 

- ¡Alice! Quiero ir contigo - dije aferrandome a su brazo, ella río y me dio un besito en la frente.

- Lo sé, por eso te esperé, vamos - dice comenzando a caminar a casa del señor Charlie Swan. El camino fue entretenido, hubo pláticas y karaoke eh incluso cantó la última canción que canté en Finlandia, aww.

- ¿La escuchaste? - 

- ¿Bromeas? ¡Escuché todas las canciones que sacaste! Esta es mi favorita pero todas son buenas - 

- Ojalá me hubiera podído despedir de mis amigos y mi grupo de música - 

- Un día no muy lejano hermana, confía en mi - y eso hice, siempre confiaré en ella.

Llegamos en poco tiempo -puede que hayamos o no hecho trampa en algunas partes del camino- y la casa estaba ahí, con el señor Swan adentro haciendo...cosas de señores, supongo, no sé no veo a través de las paredes. Alice se apresuró a tocar la puerta y nos abrió el señor Swan, no fingiendo su sorpresa por vernos ahí.

- ¿Puedo ayudarlas? - preguntó confundido y Alice fue quien acarreó la conversación casi toda la tarde, ser una mariposa social y todo eso. Nos dejó entrar y seguímos hablando por un rato, luego de que terminó de hablar/investigar a Alice, claro que seguía yo - ¿Y tú ehh...cómo es tu nombre? Lo siento es -

Ojos BlancosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora