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- Sam ya perdió el elemento sorpresa y no querrá enfrentarlos si lo superan en número - dice Jacob - Va a rodear el lugar y esperar su oportunidad -

- Vamos a tener que pelear - Hay emoción en la declaración de Emmett, su espíritu siempre hambriento de pelea, pero es lo que menos necesitamos ahora, no con una embarazada en casa y ocho vampiros hambrientos.

- Sin peleas - corta papá Carlisle, directo y sereno, pero sus manos se unen inquietas - No romperemos el tratado -

- El tratado no es válido, eso es lo que piensa Sam -

- Nosotros no - contesta mamá Esme, firme como una reina.

- Carlisle - interviene Emmett, más serio - Nadie a cazado en semanas - 

Es evidente, los ojos negros, los colmillos salidos, todos tenemos hambre y ya no es seguro salir como antes lo fue. Mi hambre no es lo único que me tiene inquieta; no he visto a Alastor para nada, en ninguna forma física o mental, asumo que no quiere que Edward lo escuche, yo misma eh tenido cuidado con eso, pero no saber de él me pone nerviosa. ¿Le pasó algo? ¿Los lobos lo encontraron? ¿Se comió a alguien más? Siento que esta vivo, su esencia palpita en mis venas, pero eso no me tranquiliza mucho. 

- No has hecho un gran favor Jacob, gracias - dice papá Carlisle, y comparto el sentimiento. Sin su advertencia, estaríamos en desventaja.

Soy una chica creyente, creo en muchas cosas y en las casualidades, en respuestas del universo y relaciones a pedidos superiores, así que se que los cuervos revoloteando a nuestro al rededor es una mala señal-

¡Un golpe sacude las ventanas! ¿Y qué lo causó? Un...cuervo. ¿Este es el animal más asociado a la muerte? Vieja amiga te estás oxidando.

- La comida - murmuro y Edward junto a mi bufa. Una pequeña ave no nos llenará ni las muelas, pero fue un comentario divertido. 

El cuervo se levanta pero no se va, picotea la ventana insistente, ¿Qué le pasa, es estúpido? Los animales suelen huir con nuestra presencia, muertos en vida y todo eso, no tenemos un aura natural y...oh no...¿Ese es...? Me muevo entre mis hermanos y le abro la ventana de la cocina, entra a brinquitos, se acomoda en el lavaplatos mirándome con sus ojos negros y graznea. 

- ...¿Alastor? - susurro tan bajo que ni yo puedo oírme, pero él lo hizo y vatio sus alas en respuesta, ¡No jodas que encontró otro cadáver de cuervo! ¿Pues cuántos se mueren al día?

- ¿Gaella? - me llaman de la sala. Tomo a Alastor entre mis manos y regreso con mi familia, una extraña no - reunión/presentación entre mis dos circulos sociales más cercanos, solo faltaría que mi Demetri estuviera aquí.

- Que bien, una botana - bromea Emmett, sonriéndole a mi cuervo. Actúa como uno lanzándole un picotazo que no le llega porque lo alejo de él.

- Déjalo, es mío -

- No seas egoísta Gigi -

- Me lo quedo -

- No creo que sea buena idea - añade Jasper cruzado de brazos. 

Me vuelvo a sentar en mi lugar, acariciando el plumaje suave de Alastor - No te preocupes por eso, no notarás que está aquí - Entiende la idea, porque al pasar de las horas, el olor animal baja, hasta que solo yo noto su aroma a vacío.

Me vuelvo a sentar en mi lugar, acariciando el plumaje suave de Alastor - No te preocupes por eso, no notarás que está aquí - Entiende la idea, porque al pasar de las horas, el olor animal baja, hasta que solo yo noto su aroma a vacío

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