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- ¡Yo quiero ese cuarto! -

- ¡No! ¡Yo lo quiero! -

Así era siempre cuando llegábamos a una casa nueva. Siempre había alguien que peleaba por las habitaciones más bonitas, generalmente yo contra Emmett, aunque a veces ocurría que Alice y yo teníamos choques por los balcones. Esta vez volvimos a ser Emmett y yo queriendo el cuarto más retirado de la sala; yo por comodidad, él para sus intenciones reproductivas con Rosalie.

- ¡Yo llegué primero! -

- Pero yo le aventé mi ropa antes - dijo burlón.

- ¡Mamá Esme! ¡Emmett me quitó mi cuarto! -

- ¡No es cierto! ¡Lo que te diga no es cierto! - grita con más fuerza. Sinceramente no hay necesidad de gritar, con la audición mejorada y todo eso, pero nos gusta jugar así.

- Emmett deja a tu hermana en paz, ese cuarto fue el que tenía la última vez que estuvimos aquí - respondió desde la planta baja. Le saqué la lengua en señal de victoria y le aventé su ropa de regreso. Se fue refunfuñando y quejándose del claro favoritismo y más cosas que deje de prestar atención.

En parte era verdad lo del favoritismo, ya que me convirtieron algo joven, la más joven de la casa de hecho. Carlisle dijo que tenía poco más de dieciséis inviernos cuando me convirtió y mi cuerpo lo delata; solo un poco más alta que Alice, lo suficiente mayor para que no me vean raro si entro a la preparatoria pero siempre confundida preguntándome si espero a alguien cuando entro a la universidad.

Por suerte el mundo cambió, y con el la apariencia de la gente. Eso me ayudó a hacer carreras universitarias y que lo único que vean de reojo sea mi albinismo y no mi apariencia. Eso quiere decir que puedo entrar a la preparatoria con mis hermanos este año sin que hagan muchas preguntas.

- Gigi - alguien entró a mi cuarto; era Jasper - Iremos a cazar, ¿Vienes? -

- Iré con Edward más tarde, vamos a ver el bosque - contesto emocionada. Jasper sonrió y asintió antes de irse.

- Presta más atención a tu entorno, llevo aquí parado tres minutos -

Y con eso se fue. Tendía a pasarme muy regularmente que me distraía y me desconectaba de la realidad, era bastante común y a veces me ponían cosas encima hasta que lo notaba y regresaba.

Baje a la sala y vi a Esme acomodando los muebles, moviéndolos de aquí para haya sin estar satisfecha. Ella me escuchó llegar y me recibió con una sonrisa cálida.

- Querida espero ya te hayas acomodado bien - dijo mientras tomaba la mesa sobre su hombro, sin verse perturbada por el peso. Yo asentí y tome una silla esperando su orden - ¿Segura que no quieres ir con los demás a cazar? Puede ser divertido -

- Estoy segura mamá Esme - dije despreocupada. Ambas acomodamos la sala y en poco tiempo había quedado lista, justo cuando llegaron los demás con sus...zapatos llenos de tierra.

- Hay que poner un tapete en cada rincón de la casa - murmure. Oí risas que ignore épicamente y me acerque mejor a Papá Carlisle.

Estar cerca de él era divertido para mí, por la diferencia de altura. Me gustaba colgarme como un Koala y que me llevara por la casa o donde fuera, menos a su trabajo. Me mantenía alejada de los hospitales lo más que podía.

- ¿Cuándo nos inscribirán a la preparatoria? - pregunté. Al parecer era la única que le seguía emocionado cuando entrábamos a nuevas escuelas, pero solo duraba la primera semana, luego me aburría. Pasé por algunas de las cosas que nos enseñan o simplemente le pregunto a mis hermanos y hermanas.

Ojos BlancosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora