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- ¡Viva los novios! -

- ¡Viva! - gritó alguien desde atrás, pero claro que los gritos ahogaron mi pobre ovación.

Oficialmente están casados, los nuevos señor y señora Cullen caminaban por el pasillo siendo felicitados por todos y despedidos con arroz y flores. Claro que yo aventé arroz, más que nada a mi hermano aprovechando que en su nube de felicidad ni le importaría el arrozazo que le metí, y a mi nueva hermana un poco de flores para estar parejos.

Bella se despedía de sus padres y Edward de nosotros, avisando que nos mantendrá al tanto del cambio cuando pasen su luna de miel en donde sea que la lleve, porque debería ser ella quien no sepa y por lo menos nosotros si, pero tampoco quiso decirnos. Y lo único que sé es que subirán a un avión, una pista inútil pero es lo que hay.

El carro se aleja y poco a poco los invitados también se van, los amigos se despiden y algunos deciden ir a Seattle para seguir su fiesta. Yo, sin embargo, tenía otros planes; papá quiere enviarme con mi tío Eleazar para que pueda ayudar con su don a saber más sobre el mío o algo así, dice que vendrá con nosotros y nos quedaremos el tiempo que Edward y Bella pasen la etapa de transformación y lo que sea que implique eso. Pero mi intención es emprender mi propio viaje y encontrar al hombre que bailó conmigo, no en ese orden específicamente.

- Aquí estoy - ¡¿Donde?! Dijiste que no leías mi mente - Piensas en voz alta, no tengo necesidad de leer tu mente - ¿Todos me oyen? Que pena - No así, tus pensamientos son muy altos y nuestra conexión me hace oírlos fácilmente - De acuerdo... - ¿Conexión? ¿Qué conexión? ¿De qué está hablando?

Aunque es genial verse alta, no quiero viajar usando solamente tacones y aprovechando el cambio haré mis maletas con lo necesario para viajar; papeles, identificación que coincida porque la última vez confundí mi pasaporte con mi tarjeta de identificación que era de otra y se hizo un problema innecesario, ropa, zapatos cómodos y mi anillo. Obvio que mi anillo familiar se quedará conmigo para siempre.

Con mi mochila lista y muchas preguntas anotadas en mi diario/bitácora que, sinceramente, es realmente un diario, baje las escaleras esperando solo despedirme sin perder mucho tiempo, pero me encuentro a papá Carlisle hablando con mis tíos mientras que mamá Esme y mis primas esperan en su propia conversación. Mis pisadas alertan a papá que me recibe con su cálida mirada.

- Que bueno que ya estás lista - dijo ayudándome con mi mochila - No será mucho tiempo y te prometo que iré a verte cuanto pueda, yo mismo estaré investigando por cuenta propia y Eleazar se encargará de ayudar con lo más práctico -

- Papá yo -

- ¿Llevas tu cuaderno? Espero que hayas anotado todo, incluso lo de la decoración - siguió hablando, y mi plan de "rápida y sigilosa" pasó a "charla de mercado" como dicen los jóvenes.

- Papá -

- Se que puede ser aterrador pero encontraremos una explicación a esto Gaella, lo prometo - me dijo con seguridad.

- Voy a irme - solté y todos en la habitación se detuvieron a mirarnos - ¡A investigar! No de irme para siempre jaja, creo que lo formulé mal -

Papá parpadeó dos veces, ¿Eso también lo anoto? - ¿Te irás?...¿Porqué? ¿No irás con Eleazar? -

- Yo...eh estado pensando que tal vez...sea hora de explorar otras opciones, y esas opciones requieren que lo haga yo sola - dije mirando el piso, agarrando valor de mirarlo a la cara. Se que lo que hacía no era algo malo como para avergonzarme, pero por muchos años fui tratada como el estereotipo de la "hermana/hija menor débil eh indefensa" a pesar de ser tanto la mayor por ser convertida antes que ellos como la de mayor potencial hablando de dones, era hora de ser firme, aunque eso de miedo - Es algo que debo hacer por mi cuenta papá -

- ¿Estás segura hija? ¿Qué te hace pensar eso? - pregunta mamá Esme uniéndose a papá.

- Es solo que...han hecho tanto por mí, por entender lo que puedo hacer, entender de que soy capaz...pero yo jamás lo eh intentado entender, solo aprendí a temerle y temer el mundo que me rodea y estoy harta de sentirme así - dije, desahogándome - Quiero cambiar, quiero aprender por mí misma, conocerme...saber que soy en realidad -

- Eres mi hija - dijo mamá, convencida y con una voz temblorosa - Lo que puedas hacer nunca cambiará eso Gaella -

- Lo sé mamá - sonreí - pero es algo que debo hacer por mi cuenta -

En nuestra conversación papá se mantuvo callado, en silencio mirándome, como si me escaneara o buscara algo en mi. Y lo encontró cuando me pasó mi mochila con una sonrisa orgullosa - Siempre supe que este día llegaría, pero nunca estás realmente preparado -

- No será por siempre - bufé divertida, queriendo relajar el melancólico ambiente que se había creado. Me abrazó con fuerza y sin dudarlo le correspondí, Carlisle había sido todo para mi en está vida; un creador, un tutor, un ejemplo, un guía, un padre. Le debo muchas cosas, incluso paz de que su hija no viva atormentada por ella misma.

- Eres mi hija, mi primogénita - susurró, su voz era un calmante para mi delicado corazón - Siempre habrá un lugar solo para ti, y a donde sea que vayas o donde quiera que estés, recuerda que en nuestro hogar hay una habitación lista esperando -

- ¿La que el balcón y la ventana grande? -

- La que tiene el balcón y la ventana grande, donde el Sol entra primero -

Una vez escuché de alguien decir "Nunca amas tanto a nada ni nadie como amas a tu primer hijo", y aunque yo aún no lo entienda, puedo ver en los ojos de papá que yo soy ese amor que solo los padres pueden tener para sus hijos. Le sonrío con cariño y ahora abrazo a mamá, que también tiene dulces palabras para mí.

- Cuídate mucho mi niña, mantente a salvo - dice, acomodando mi cabello detrás de mi oreja, no es que se quede ahí - Espero que encuentres lo que buscas -

- Lo haré mamá - se que ella tuvo un hijo biológico en su vida humana, un hijo que amó hasta que se fue, yo misma tuve una madre a quien seguramente amé con todo mi corazón, pero en esta vida puedo agradecer por tener a mi madre Esme a mi lado. Me volví hacía mis tíos y primas, con una sonrisa de disculpa.

- Lo siento, cambio de planes - dije con una risita - agradezco que me hayan permitido quedarme con ustedes, aún con los problemas que causé -

- No te disculpes cielo, lo entendemos - dijo el tío Eleazar con calma - Ten mucha suerte en tu viaje, espero que encuentres lo que buscas -

Mi tía y mis primas también me desearon suerte, así como mis hermanos y hermanas al salir por la puerta. Una nueva historia me espera afuera, la respuesta a todas las preguntas que una vez me hice y si tengo suerte, a encontrar mi destino.

Primera parada, Massachusetts, Salem.

Primera parada, Massachusetts, Salem

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Ojos BlancosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora