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[TW://MUERTE]


El imponente edificio me hace sentir que retrocedí en el tiempo, no exactamente a mi época favorita.

Alto como una iglesia, viejo como una iglesia, aterrador como una iglesia, parecía una iglesia, casi nunca me dan miedo las iglesias pero ¿Las han visto de noche? Son terroríficas, nada que ver con su belleza todopoderosa en el día.

Parados frente al museo, no es el miedo lo que me impide dar el primer paso; la fuerte presencia hostil y maligna de miles de almas negras abunda hasta los pastos de afuera, impregnando de malas vibraciones mi cuerpo entero. La perspectiva de entrar en si misma me daba pánico por mucho que deba seguir mi misión, mi cabeza dice vete, mi corazón también y mis piernas lo imploran, es mi curiosidad la única loca que quiere entrar.

- Será peor si lo piensas más - señala Alastor a mi lado.

- ¿También lo sientes? - susurre, como si necesitara hablar bajo.

Asiente en respuesta - Entraré primero -

Casi quise preguntar como, la puerta estaba cerrada con llave seguramente y romper el candado no era la mejor opción. Olvidé que Alastor no es un vampiro en absoluto y que su cuerpo físico era solo por presentación; desfiguró su cuerpo como un contorsionista volviendo a su estado líquido y entró por debajo de la puerta, unos minutos después y ¡Tan tan! la puerta estaba abierta. Sin alarma ni ninguna clase de seguridad, confían mucho en su gente, pero entiendo que nadie en su sano juicio robaría...aquí.

- Gaella - me llama con una mirada preocupada - Podemos hacer esto otra noche, ya pasaste por una liberación y no sabemos cuantas haya aquí, no quiero que termines en blanco -

Terminar en blanco es un termino que él y yo usamos para referirnos a mis ataques de sobre estimulación que me dejan incapacitada e indefensa, luego de que ya pasó muchas veces se volvió un patrón del cual aprendimos a identificar las reacciones previas al shock, una de ellas es la privación sensorial, es la primera en aparecer y esa da línea a otros síntomas hasta que termino en blanco. Terminando con mi wiki explicación, debo entrar esta noche, porque si no es ahora no será nunca.

Rodando el anillo familiar de mi dedo, entro vacilante al museo con pasos lentos, como si entrara a la cueva de un dragón, un dragón muerto y enojado escupe acido. Me causaba incomodidad escuchar mis propias pisadas, nunca antes las había escuchado tanto como ahora y no me gusta, tampoco la total oscuridad que engullía los pasillos y las paredes, sin dejar que la poca luz de la Luna entrara por completo por las ventanas. Una luz se prendió tras de mi y el sonido de la puerta cerrándose hizo eco a mi alrededor, al parecer Alastor encontró una pequeña linterna entre unos cajones y cerró la puerta tras él para no levantar sospechas desde afuera.

La sensación no se iba, se hace más pesada y asfixiante con cada pisada que doy por los pasillos, las sombras de las atracciones se hacen más grandes cuando pasamos de ellas y puedo jurar que los ojos siguen mis movimientos, unas cabezas voltearon cuando terminamos la primera sección del recorrido. Era como una película de terror solo que yo era la protagonista, espero no repetir todas las cosas tontas que hacen, como seguir sombras o preguntar al aire si hay alguien con nosotros...Ay no.

Una de las luces se prendió, su luz iluminaba un libro colocado sobre un atril de madera negra, pulido y con rayones en la parte de abajo, casi similares a las marcas que dejarían las uñas al rascarla. Estaba abierto de par en par, una hoja en blanco y la otra tenía palabras en un idioma que no era ingles u otro que supiera; pero las letras comenzaron a cambiar, se movían unas de otras, ampliaban su tamaño hasta que solo quedaron unas pocas en medio de las dos hojas.

¿𝕼𝖚é 𝖍𝖆𝖈𝖊𝖓 𝖆𝖖𝖚í?

Veo de reojo a Alastor, también mira lo mismo que yo - Nosotros somos -

Ojos BlancosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora