"Veo gente muerta..."
Fueron las primeras palabras a un mundo nuevo, un mundo eterno que seguía sin ella por culpa de la lástima de un hombre. Dejó un pasado tras de ella, pero nunca olvidas nada si lo ves en cada esquina.
La narrativa de una chica...
Tenía una misión en mente, bueno más un instinto que me hacía actuar que un pensamiento en mi cerebro al que apegarme, cualquiera que sea solo había algo repitiendose constantemente; encuentralo.
Encontrar lo que sea; un olor, algo que dejó caer, una huella, algo, solo necesito algo. Me sentía como una adicta buscando consuelo en su peor adicción, una recaida al mismo punto de quiebre que encontraba consuelo en la desgracia; si, esa era yo.
Como bien dicen, el que busca encuentra y yo encontré lo que buscaba; su olor. Olía a brisa de medianoche, biblioteca vieja y toques arenosos, era él. Me di cuenta que había llegado al lugar donde nos habíamos visto por última vez, su escencia aún era muy fuerte, destacaba entre otros olores de mi familia, los otros miembros Volturi y el olor a neofitos quemados.
- Eres tú...- la dulce voz de Bree me tomó por sopresa que salté en mi lugar, no me había tomado el tiempo de siquiera mirarla cuando murío, mucha vergüenza de no poder haber hecho más por ella - ¿Puedes verme? -
- Si - susurre - ¿Cómo te sientes? -
Ella me sonríe - Mucho mejor, en realidad - dice y aunque quiero seguir la conversación, él olor se hace más lejano - ¿Qué haces? -
- Busco algo -
- ¿Es uno de los capuchas negras? - me detengo en seco y la miro, eso la hace reír - pasó por aquí hace poco, luego corrío hacía haya - apunta al norte, hacía el punto alto de la montaña. Le agradezco y hago una nota mental para venir más tarde por ella, justo ahora sigo el rastro que se hace más fuerte a medida que me acerco.
Llegué y me encuentro con nada más que paisaje blanco por la nieve y la luz de la Luna alumbrando como una vela; ligera y pálida. El olor era fuerte como si estuviera aquí, pero no estaba, no podía verlo; eso hasta que sentí una presencia tras mi espalda que me hizo voltear preparada para defenderme, no fue necesario, porque quien me recibió era Demetri.
Me miraba en silencio y yo a él, nadie se movía eh incluso el viento parecío detenerse; no se quien dio el primer paso, pero lo siguiente que sentí fue su toque en mis mejillas y su frente contra la mía, murmurando mi nombre como una oración.
Lo sostuve entre mis manos también, deseosa y desesperada por sentirlo tan cerca de mi como pudiera, recordar detalles que pude haber olvidado -no lo hice- sentir su piel de nuevo contra la mía, el simple hecho de tocarlo era como si tuviera vida otra vez.
- Estás aquí...- susurra - te siento...-
- Y yo a tí...- murmure sobre sus labios, había una urgencia en unirnos pero no quería besarlo en estás circunstancias, lo prometimos - Demetri...oh amore mio, non sai quanto mi manchi - (oh mi amor, no sabes cuanto te añoro)
- La mia stella - cuanto extrañe ese apodo - Ho sognato di averti tra le mie mani per così tanto tempo...- (soñé con tenerte en mis manos tanto tiempo) dice - È una tortura vivere senza di te, tortura amore mio - (es una tortura vivir sin tí, una tortura mi amor).
- Entonces quedate conmigo - súplico mirandolo a los ojos - por favor Demetri no puedo soportar perderte otra vez...-
Me mira con tristeza y añoranza, sostiene mi cabeza con cuidado besando mi frente con amor, yo me apoyo en su toque y sostengo mis manos sobre las suyas, no quería perder su toque.
- Nada de lo que hago en el mundo tiene sentido sin ti la mia stella - susurra y siento sus labios bailar sobre mi piel, cada palabra dandome toques electricos por todo mi cuerpo. Mis manos pasarón a su cuello y luego a sus brazos, siempre acariciandolo con la suavidad y fuerza de un sueño perdido - Todo lo que hago...es por tí -
- Lo único que quiero es tenerte mi amor - susurré persiguiendo sus labios - eres todo lo que necesito -
- Hay algo que no me deja ir, una cadena que me mantiene cautivo...- confiesa apoyandose en mi - soy la prueba de que no te dañarán, que serás libre -
- Il mio re...- (mi rey) súplique por él, mi corazón dolía por las alas cortadas de mi compañero - siento tanto haberte abandonado aquella noche, no hay día o noche que no me arrepienta de no haber intentado más...-
- Shh - pone su pulgar sobre mi boca, dibujando sobre ella el contorno de su forma - no es tu culpa la mia Dea (mi Diosa) yo fui quien eligío quedarse egoistamente, si hay algo de lo que me arrepiento es no haberte seguido cuando pude -
Ambos nos quedamos así, juntos en cuerpo y alma, sus manos sosteniendo mis cabellos y yo aferrandome a sus brazos, apoyandonos en nuestros toques y sintiendo nuestras presencias absorbiendolas como una flor absorbe la luz. No sabía hasta cuando volvería a sentirlo conmigo, moriré si vuelvo a dejarlo ir.
- ¿Qué pasará ahora? - pregunto con miedo a la respuesta - no soportaré dejarte de nuevo cuando te tengo aquí conmigo Il mio re -
Demetri pasó de sostener mi cabeza a mis mejillas, sus labios besaron mi frente, mi nariz, burlonamente mi mentón y junto a sus besos bajaron sus manos que acariciaban mis hombros, mis brazos hasta llegar a mis manos; junto con sus caricias Demetri se incaba hasta quedar arrodillado frente a mi, un creyente adorando a su Diosa.
- Gaella - amo mi nombre salir de su boca - Tú eres mi forma de vivir, la única forma que conozco - reza en mis manos, sus ojos cerrados en oración - nunca te dejaré ir, porque te amo demasiado -
Mi mano sostiene con delicadeza su mandibula queriendo que me mire y eso hace, me mira con adoración y amor que nunca murío, ahora lo sé - tengo que ser parte de tu alma y tú corazón, solo estoy vivo porque luchó por sobrevivir sin ti...la mia Dea -
Acunó sus mejillas contra mis palmas y lo siento derretirse en mis palmas, las besa con cuidado y anhelo, un hombre que vuelve a su hogar, tal como yo que lo siento en mi alma. Lo miro por última vez hasta que el destino quiera volver a unirnos, y se que lo hará, pero no quiero verlo irse de mi lado y sin poder impedirlo de nuevo.
Cierro mis ojos no sé cuanto tiempo, el suficiente para saber que el amanecer se acercaba, el suficiente para cerrar mis manos vacías y no encontrar nada...o solo algo. Un collar con un rubí colgando es todo lo que tenía de él.
No podía esperar más para volver a verlo, rezó a todos los Dioses que me dején quedarme con mi Demetri esta vez.
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