Capítulo 25

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Muzan Kibutsuji, el infame progenitor de todos los demonios que estaban esparcidos por todo Japón, aterrorizando a la población humana y dándose un festín con ellos a su propia conveniencia.

Todos los pilares volvieron a recordar esa noche. Esa noche donde lo tuvieron en frente, cara a cara. Todos los pilares se sintieron como hormigas esa noche, el aura de Kibutsuji fue suficiente para que ellos temblaran. 

Era simplemente desconcertante, pensar que un demonio bajo su mando le había dado la espalda al demonio más poderoso del mundo, enfrentándose en una pelea, y que también vivió para contarlo después. Pero eso también podría implicar algo más, algo que podría llevar a que Tanjirō sea cuestionado aún más.

—¡No es posible! —exclamó Tengen con incredulidad —Ningún demonio podría sobrevivir en una pelea contra él —

Mitsuri dejó escapar un pequeño chillido cuando accidentalmente fue derribada por el brazo doblado del hombre más grande cuando se volvió para mirar a Tanjirō en estado de shock, seguido de Kyōjurō, Shinobu y los demás. Incluso Giyū miró al asesino inmovilizado por el rabillo del ojo, sus miradas no le importaron a Tanjiro, quien volvió a recordar esa noche.

—Si de verdad te enfrentaste a el ¿Cuáles eran sus poderes? ¿Encontraste una debilidad? —Tengen exigió, inclinándose hacia adelante y colocando una mano al otro lado de Mitsuri, lo que terminó impidiéndole levantarse por su gran cuerpo —¿Incluso luchaste enserio contra él? ¡Responde! —

Tanjirō habría podido responder a su ráfaga de preguntas, si no fuera por Sanemi agarrando su cabello y sacudiendo la cabeza de un lado a otro para tratar de que respondiera sin darse cuenta de que eso era lo que estaba causando que no respondiera en primer lugar. Su visión estaba siendo sacudida y quería decirle que se detuviera también, pero estaba seguro de que eso tampoco funcionaría.

Sanemi comenzó a hacerle preguntas al igual que Tengen, como dónde estaba su fortaleza, si había logrado encontrarla, qué estaba haciendo Kibutsuji esa noche. Cuanto más sacudía la cabeza de Tanjirō por el cabello, más se desorientaba, hasta el punto de que empezaba a frustrarse y mostraba sus colmillos. Tengen comenzó a discutir con Sanemi, lo que provocó que se esparciera más aceite sobre el fuego que comenzaba a salirse de control antes de que Shinobu aplaudiera con fuerza con una mirada firme y una expresión severa en su rostro, lo que hizo que ambos hombres se sobresaltaran un poco.

—¡Silencio, los dos! ¡Están actuando como niños malcriados, y eso que esto no viene del pilar más joven! — ella grito, Tanjirō jadeó un poco mientras Tengen rápidamente cerró la boca y Sanemi le gruñó un poco.

Ella le devolvió las mirada, relámpagos prácticamente destellando entre los dos Hashira, antes de que Sanemi finalmente cediera y disminuyera su agarre solo ligeramente sobre la cabeza de Tanjirō. Una vez que se calmó, Shinobu también lo hizo y resopló un poco antes de volver a mirar al Maestro. Tengen se levantó de encima de Mitsuri y volvió a su posición normal de rodillas, la pilar del amor levantándose del suelo con un ligero sonrojo.

¡Shinobu-chan cuando está enojado es tan genial...! —pensó, mirándola por un momento antes de que todos los Hashira regresaran su atención al Maestro.

Cuando la paz y la tranquilidad regresaron al jardín, el Maestro asintió con la cabeza ahora que la pequeña diatriba había terminado y se habían calmado. Dio las gracias a Shinobu con un movimiento de cabeza en la dirección desde la que escuchó su voz, Shinobu sonrió de nuevo ante el reconocimiento antes de volver a una expresión más seria.

—Entonces, supongo que ya todo esta entendido —Hablo Ubuyashiki.

—No, no puedo entender, Oyakata-sama. Si fuera humano, estaría bien si lo dejara vivir, ¡pero no a los demonios! —dijo Sanemi, visiblemente temblando un poco de frustración. A pesar de su naturaleza brutal, todos sabían por qué estaba allí entre ellos, se preocupaba por los humanos y se preocupaba por mantenerlos a salvo de la amenaza de los demonios —¡No después de todo lo que los Demon Slayers hemos pasado en la batalla! ¡No después de que tanta gente haya perdido la vida! ¡Es inaceptable! —

La Flor De Un DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora