La Flor De Un Demonio

Capítulo 50

Tanjiro abrió sus ojos de golpe, sintiéndose algo mareado y desorientado. Un momento después, se levanto lentamente, observando a su alrededor, vio un paisaje que no le gusto. Destruido: Todo estaba destruido. El famoso distrito rojo quedo reducido a escombros, madera por aquí y allá junto con fuego, el cual estaba siendo alimentado por la madera de lo que solían ser casas o negocios del lugar. Tanjiro pudo divisar fuego verde por algunos lugares.

—Todo el lugar esta en ruinas —Pensó Tanjiro, viendo a su alrededor —Mi espada —Vio a su derecha, donde pudo ver la empuñadura de su espada bajo unos escombros, alcanzo la empuñadura, y la tomo, para después jalar con fuerza —Esta un poco sin filo, pero aun resiste —Viendo la hoja de su espada.

Tanjiro miro la hoja por largo momento, viendo su reflejo en ella. Su cuerpo estaba al limite, gasto toda su energía durante la pelea junto con su técnica de sangre, todo eso hizo que se quedara sin energía. Debía admitir que esta pelea es la más dura en la que ha estado. La luna superior seis sin duda le ha dado una pelea difícil.

—No peleo enserio, aunque ya lo sabia...creí que por un momento, Muzan debió tomarme enserio esa noche — Pensó Tanjiro, recordando su pelea contra el progenitor de los demonios. Una vez que termino, bajo su espada, para después levantar la mirada, donde sus ojos rasgados se encontraron con un ojo con un Kanji.

—Mira nada más, con que sigues con vida —Hablo Gyutaro, estando parado frente a Tanjiro, quien no se sorprendió en lo absoluto —Si que eres afortunado, pero te compadezco traidor —Acercando su rostro al de Tanjiro —Al jabalí le atreverse el corazón, el de amarillo esta sepultado bajo un montón de escombro, lo dejare ahí hasta que se muera...Y ese pilar...El veneno acabo con el, y ahora esta muerto —

Tanjiro escuchaba lo que decía, sintiéndose inútil por no poder hacer nada contra la luna superior a pesar de que es un demonio. 

—¿Por qué no me deja inconsciente? ¿O porque no se ha presentado Muzan?—Tanjiro pensó, viendo Gyutaro —Esto muy débil, y ya no tengo fuerza para hacer algo, ¿a menos que...—

—¿No dirás nada, traidor? —Pregunto Gyutaro, poniéndose en cuclillas frente a Tanjiro y clavando su guadañas a sus lados —Si que eres patético, pero hay algo que quiero preguntarte....¿Por qué traicionaste a los demonios? Puedes responderme eso—

Tanjiro, miro al ojo de Gyutaro, tratando de pensar en que rayos estaba haciendo el. ¿Por qué le hizo esa pregunta? ¿Qué quiere saber al hacerle esa pregunta? ¿Qué estaba planeando?. 

—Yo....Traicione a los demonios...por amor —Susurro Tanjiro, dando la misma respuesta que le dio a Rui en la montaña Natagumo.

Gyutaro pudo escuchar la respuesta de Tanjiro, a pesar de que lo susurro, el pudo escucharlo bien. Su cuerpo temblaba un poco, pero después estallo en una gran risa, una risa que resonó por todo el lugar.

—¡Por amor! ¡Jjajajajajajaja! ¡Por amor! —Gyutaro se reía más fuerte. Siguió riéndose por un buen rato, antes de recomponerse —Uf, nunca me había reído así —Dijo mientras pasaba un dedo por su único ojo, como si se limpiara una lagrima que tuviera —Eres una vergüenza —Viendo a Tanjiro.

Tanjiro no pudo reaccionar a tiempo cuando Gyutaro salto, y con un giro en el aire le dio un golpe con su pie en la cara tan fuerte que lo mando volando hacia una casa en llamas. Tanjiro se levanto como pudo, sosteniendo con fuerza la empuñadura de su espada, intentando levantarse para salir de ahí. Se levanto, usando su espada como apoyo, salió de la casa antes de que unos escombros de madera en llamas cayera en el lugar donde estaba. Se alejo de la casa, donde una vez alejado, cayo al suelo.