Era temprano en la mañana y el sol apenas empezaba a asomar por el horizonte, el cielo aún reclamado por la noche. Dentro de la Mansión de las Mariposas sus ocupantes se encontraban profundamente dormidos en sus camas. Todo estaba en silencio en los pasillos, sin hacer un solo sonido, excepto por el canto de los grillos y los pájaros afuera en los árboles y jardines.
El sol no tardaría en revelar más de su calor y luz, dando a los ocupantes de la mansión un poco más de treinta minutos antes de que fuera hora de comenzar a despertarse y prepararse para el día siguiente.
Lo que hizo que el sueño fuera aún más dulce para Tanjirō fue el hecho de que sentía un peso en su pecho. Un peso el cual ya se acostumbro en el tiempo que estaba en la finca mariposa. Tanjirō pudo sentir y oler sin duda que Kanae estaba genuinamente en paz mientras dormía con el, por lo que estaba seguro de recordarlo y apreciarlo por esa razón.
Sus ojos se abrieron y lo primero que vio fue la parte superior de la cabeza de Kanae asomándose por debajo de las sábanas que descansaban justo debajo de su barbilla, una mirada más abajo le mostró la expresión completamente serena en su rostro mientras dormía tranquilamente en sus brazos. Lo llenó de felicidad y calidez cuando cerró los ojos y con mucho cuidado la atrajo hacia sí, hasta que su cuerpo se acurrucó contra el de él, de modo que su cuerpo frio sentía el calor de Kanae.
Kanae no pudo dormir más, comenzó a despertarse de su sueño por sí sola, sus párpados revoloteando como las alas de una mariposa antes de que se levantaran para revelar sus ojos soñolientos.
—Buenos días... —murmuró Tanjirō en voz baja mientras le frotaba la espalda, sonriendo cálidamente cuando ella siguió el sonido de su voz para mirarlo a la cara —¿Cómo has dormido?—
—He dormido muy bien...—respondió Kanae con un suave bostezo mientras recostaba su cabeza debajo de su mandíbula, su mano buscaba la de él debajo de las sábanas. Una vez que lo encontró, unió sus dígitos y tomó su mano mientras levantaba la cabeza una vez más y le devolvía la sonrisa —¿Y tu? —
—Muy bien... Podría decir lo mismo también, sinceramente...dormir contigo es lo mejor que he experimentado —
—¿Ah, si? —
—S-Sí... jeje...—
Tanjirō se sonrojó cuando apartó la mirada de ella, lo que provocó que Kanae se riera un poco antes de que su expresión se suavizara y cerrara el espacio entre ellos para plantar sus labios suavemente sobre los de él.
Kanae disfrutó de la calidez y la sensación de hormigueo que tenía cada vez que ella y Tanjirō se besaban, y deseaba poder hacerlo más a menudo, pero ambos sabían que su relación era prácticamente un pecado para la corporación de cazadores.
Tenía que mantenerse en secreto durante el mayor tiempo posible, aunque todos los pilares ya sabían que ella estuvo con el dos años. En ningún momento les dijo sobre su relación con Tanjiro. Ambos tenían que mantenerlo oculto hasta que Tanjirō pudiera realmente demostrar su valía ante el Cuerpo, o hasta que Muzan estuviera muerto.
—¿Deberíamos levantarnos ahora, Tanjirō...kun~?—preguntó con voz burlona cuando se apartó, las orejas y las mejillas de Tanjirō se pusieron rojas. Todavía le gustaba burlarse de él, pero era de una manera cariñosa y afectuosa porque se veía tan adorable cuando se sonrojaba —Puedo dejar que te bañes primero si quieres —
—Gracias. Sere rápido —
Se levantaron de la cama, y después de unos diez minutos, estaban fuera de su habitación completamente vestidos y listos para los eventos que les deparaba el día. A lo que llegaron en el desayuno, el cuervo de Tanjirō estaba en la mesa parado en un paquete envuelto, con Inosuke y Zenitsu sentados cerca en medio de sus comidas.
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La Flor De Un Demonio
FanficTanjiro tomó una decisión de último minuto. Una decisión que cambiaría las cosas.