Mariana pankratova

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Besos

Ese día sabía que no me gustaría. salimos mi madrina y yo a comprar ropa, yo no quería ir a dicho evento, pero a mí madrina no se le decía que no. me dió una caja y en ella había un vestido hermoso color rojo, me lo coloque y mi madrina estaba contenta . No quería ir sola

Salimos a dónde quedaba la casa donde se haría el evento, la casa era grande con colores algo oscuros y detalles dorados, había mucha gente con vestidos y trajes elegantes, y meseros llendo y viniendo con champagne. estaba nerviosa y no sabía por qué pero en cuanto entre lo ví estaba como para chuparse los dedos. se que suena feo referirse así, pero estaba hermoso.
no sabía dónde se habían metido mi madrina por qué mi atención estaba puesta en esa persona que venía a mi con andares chulos y elegantes, me gire a ver si veía a mi madrina pero era más para disimular.

Cuando se acercó me quería morir ese olor a hombre, no era para nada al perfume de Camilo. Este hombre olía a peligro, a nicotina. algo que para mí asombro me encantó, cuando tomo mi brazo para impedir avanzar, sentí una corriente electrica pasar por todo mi cuerpo.

Pero lo que me encanto fue que me saco a bailar. después de eso todo paso rápido y no se muy bien como ese tipo me tenía agarrada y apuntada.

En eso Max logro distraer a unos de los tipos que le estaba apuntando y un sujeto que no sabía quién era, me tomo y el que ya me tenía sujeta forcejeo con el hasta que un disparo sonó y todos nos quedamos paralizados. max giro a ver a la persona que me tenía sujeta, pero para nuestra fortuna el que estaba herido era el otro, le dió justo en el corazón y el hombre cayó al suelo.

Momento de descuido. Max no se percató que el hombre que le disparo en el abdomen había huido.

—Saca La de aquí— rugió —ahora.

Grito muy fuerte, en ese momento mi madrina llegó.

—¿Que ha pasado aquí, y esos disparos?

Se respondió ella sola ya que vio al muerto que teníamos al lado. hay me di de cuenta que todavía me tenían agarrada y le di un empujón y corrí a donde mi madrina. Temblaba, primera vez que presenciaba un asesinato.

—Patricia llévatela —le ordeno Max a mi madrina y asintió, pero antes de seguir avanzando musitó

—Sabes que tenemos que hablar.—mi madrina estaba molesta, seguro le reclamaría. el asintió también pero no me veía la cara solo a mi madrina

—Asi que te espero mañana —y recalcó—Temprano.

Mi madrina me sujeto del brazo y salimos disparadas a la casa. Mis pensamientos estaban en ese hombre arrojado al suelo desangrándose y nadie hablaba ni comentaba sobre eso.  cuando llegamos fuimos a mi habitación.

—Mariana tu sabes que te quiero mucho, ¿verdad?—asentí con la cabeza agachada

—Y que te quiero como si fueras mi hija —volví asentir aunque no fue una pregunta.

—entonces te voy a dar un consejo— subí la mirada ya que me levanto la barbilla — alejate de Max.

Mi madrina y yo no hablamos más, ella salió de la habitación y yo comencé a llorar por qué por primera vez en mi vida que iba a un evento como ese y había presenciado un asesinato , y además que mi madrina me dijera que no me acercara a Max, me entristeció y no sabía por qué ya que solo lo ví dos veces, no sabía nada al respecto del el.

No pude dormir bien, mis pensamientos eran todos a aquel hombre de cabello oscuro y ojos de felino.

A la mañana siguiente me levanté me di un baño, me puse unos de los bikinis que mi madrina me compro. era a la única que le recibía regalos por qué desde pequeña a escondidas de mis padres ganaba dinero. Sea haciendo una tarea o ayudaba a una vecina hacer la compra o sacaba a pasiar a unos perros.

No me hieras Tanto.   Aprende Conmigo Vol..1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora