No me hieras Tanto. Aprende Conmigo Vol..1

Un beso inesperado

Mariana pankratova.

Ya habían pasado una semana sin saber nada de Max, cada día era un dolor en mi pecho. Dormía por las noches en el lado de su cama, por qué mi mente de idiota enamorada sentía que podía oler su perfume, si muy cursi y todo, pero así lo sentía.
Los primero días entre a las clases de la universidad y los exámenes no me daba tiempo para deprimirme. Después de unos días me sentía muy mal por qué ni un mensaje me respondía, ni las llamadas me las atendía. Le pregunté varias veces a massimo y solo decía que estaba ocupado, así que en su ausencia compartía más tiempo con massimo. jugamos cartas y a ajedrez, siempre me ganaba pero me hacía cosquillas para que no me molestará.

Salíamos a comer solos o con aurora que a veces nos iba a visitar según ella "para no aburrirse" pero yo sabía que lo hacía por qué extrañaba a Angelo como yo a Max.
Así transcurrieron los ocho días sin saber de Max. un día un examen no me salió tan bien como yo quería en literatura y llegué a la casa de mal genio y con el rimel chorreado, massimo me vio muy mal y aurora trato de convencerme para salir.

- No quiero ir aurora - me queje y me lance a la cama que era el único lugar donde quería estar

- Por favor Mariana tenemos tiempo que no disfrutamos y además estás muy triste y tal vez eso te alegre un poco.

Sabía que no iba a parar hasta que aceptara así que termine en aceptar. ( un concejo: si no quieren ir a ningún lugar, por favor no lo hagan, no se por que, pero siempre pasa algo.)

-Eso sí, me voy a embriagar hasta el cansancio-ella asintió con ojitos del gato de Shrek.

-Deja de hacerme ojitos y muévete a buscarme algo que ponerme-ella se puso las manos en la cadera.

- Yo acaso soy tu sirvienta-le señale la cama como una niña malcriada.

-Pues si no lo haces, no iré.

Ella resoplo, pero fue al vestidor a buscar mi ropa. Sabía cómo era aurora y su ropa consistia en corto, corto y muy corto, pero lo menos que me importaba era mi vestimenta.

También invitamos a massimo ya que sería como nuestro guarde espalda a la hora que se nos acercara algún pervertido.

-Te ves...-massimo se quedó sin palabras y yo di una vuelta para que vieran mejor.

-Hermosa-termine por el y asintió.

Llevaba un vestido rojo de lentejuelas unos tacones plateados, mi cabello suelto.
Massimo llevaba un traje azul sin corbata y una camisa blanca.

-Allá vamos tequila.

Aurora tenía un vestido igual pero de color dorado y con el cabello recogido.
entramos al coche y en par de minutos llegamos al club de los hermanos Corleone.

El club, era para cuando no tenía ánimos para beber y disfrutar, el club te daba ese ánimo para poder divertirte. Nos sentamos en la sillas y pedimos nuestras bebidas aunque yo bebi tequila y massimo pidió whisky.

-Massimo-era una de las bailarinas que venía corriendo hacia nosotras- Una de las bailarinas no se siente bien-massimo suspiro.

-Y para que vino, si se sentía mal minie- apenas acabamos de llegar y ya tenía que atender el negocio.

No era muy conocedora de como trabaja la familia Corleone, pero en lo poco que podía ver era, que como massimo el más joven de ellos, siempre le dejaban los trabajos sin emociones, y yo lo veía como no le parecía que lo tuviera de mandadero.

- Es que no se siente bien no es de que esté enferma es...- la chica nos miro y se veía incómoda- Solo ve a verla.

-Si quieres yo voy-me ofrecí.