No me hieras Tanto. Aprende Conmigo Vol..1

El diamante de la esperanza.

Mariana pankratova.

Tenía el cuerpo entumecido con la cabeza de max en mi pecho, toda la noche hicimos el amor en cada rincón de la habitación. Con el me sentía llena y satisfecha.  Acaricie su cabello azabache y le di un beso en su cabeza, cómo pude me levanté, tenía que arreglarme rápido para poder salir a la universidad así que sin despertarlo salí del salón. en el pasillo me encontré con aurora que salía igual que yo a hurtadillas, reímos bajito para no despertarlos.

— ¿También lo dejastes rendido?— pregunto con curiosidad.

—Algo.

Bajamos las escaleras sonrientes.

—¿Para donde vas?— pregunto.

—A mi entrevista para la universidad ¿Y tu?.

—A la casa de mi madre.

— ¿Pero eso está un poco lejos de aqui?—ella sonrió.

—Sí, por eso salgo a esta hora, además no voy y me mata—llegamos al comedor y ya estaba mi madrina y Andreina.

—Buenos días.

Me respondieron sonriente pero yo aún tenía vergüenza de la noche anterior por lo ocurrido con Camilo.
así que me senté cerca de Andreina

— Ehh... Mmm....Es que quiero...—no me dejó continuar mientras tomaba su café.

—No trates de pedirme disculpas cariño.

—Es que me da pena lo que hizo Camilo.

— Pena debería darle a él por llegar así a una casa

Asentí no muy convencida, por qué dentro había culpa y pena por dormir con alguien que no era nada mío.
ella mando a servir el desayuno y después que terminamos de comer le pedí a mi madrina para que me llevará a la universidad, a lo que ella acepto.

Ya en el auto mi madrina puso un poco de música clásica y eso no era bueno por qué eso quería decir que quería hablar conmigo y no podía expresar lo que sentía.

—Dímelo madrina—ella bajo un poco la música y suspiro.

—Sabes cuánto te quiero mi niña— ( cada que hablaba conmigo decía lo mucho que me quería). Yo asentí y prosiguió.

— Pero debes saber que no estoy de acuerdo en algo.

—¿En qué madrina?— ella siguió con su mirada en la carretera.

—Hija no quiero que sufras, y se que si sigues con max vas a sufrir— no dije nada para no interrumpir.—Vivir con un mafioso no trae nada bueno.

—Lo sé madrina pero que hago, no paro de pensar en el—ella me miró como si fuera su propia hija.

—Mi niña max es un narco.

Me miró por un momento para después volver a la carretera.

—El narco más grande en Italia, ni hablar de lo mujeriego que es—mire a la ventanilla— Esa es tu decisión, pero quiero que no digas que nunca te lo advertí.

Asentí pero en mi cabeza solo pensaba en poder ir a la entrevista y hacerlo bien y respecto a lo de mi madrina era más que cierto por qué yo también lo pensaba. Max no era bueno para mí.
Llegamos ella me deseo suerte y me lanzo un beso, entre en el plantel y bien que era muy bello todo.
fui a dirección como me informo la recepcionista.

Una hora después, el director se despide de mi y no tuve que esperar una llamada por qué de una vez me dieron la beca para estudiar y fueron muy amables conmigo, asi que ya feliz y lista para preparar mis cosas por qué me esperaban en tres días, salí a la calle y me quedé estática cuando veo que el que me está esperando era Camilo.