Respuestas

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Mariana pankratova.

Estos meses han pasado muchas cosas. Como el no poder dormir bien, ya que mi panza estaba enorme. Los niños no se mueven si no cuando está el idiota de max, el sigue con natashita. La odio, no aguanto su risa, su voz su presencia y nada de ella.

Tengo hambre todo el día. Pareciera que tuviera cinco niños dentro de mi, me cuesta levantarme y tengo que hacer ejercicio prenatal, por qué me lo recomendó el médico.

Mis clases son online por qué ya no puedo con tanto.

Estaba arreglando las ropitas de mis hermosuras cuando tocan el timbre del apartamento. Maximiliano acepto mi decisión de irme al apartamento que Andreina me prestó ya que no aguantaba que llevará a Natasha a la casa de su madre. Aunque a cada nada siempre iba a verme en el apartamento y terminaba sacándolo por qué no se quería ir.

Se me hizo extraño que sonara el timbre por qué aurora y Angelo que son lo que más me visitaban. estaban con felicia. Y mi madrina estaba de viaje y los demás trabajando.  Así que antes de abrir mire por el ojito chismoso o así le decía yo.

Era massimo con una caja de chocolate ya que me provocan muchos los chocolates.

— Hola massimo—deje de decirle massi por qué ya nuestra relación no era la misma.

— Hola Mariana, venía para ver cómo estabas y el por qué de no contestar el teléfono—me reclamo.

— Estaba doblando la ropa de los niños ya en unos días entro en los 8 meses— le dije con simpleza.

En eso un mareo me vino y massimo fue velos al agárrame para que no tocará el suelo.

—¿Que tienes?—se escuchaba preocupado.

— He tenido dolores de cabeza y he estado mareada.

— Eso no está bien para este tiempo— hablo más para el. Igual lo escuché— Iremos al medico.

—No es nada, ya se me pasará—me levanté.

— Es una orden Mariana, así que has caso.

No quise pelear con el, era inútil y no me sentía bien de verdad.
Llegamos al medico y nos dicen que debo parar los chocolates por qué está subiendo mis valores.
Pero que de lo contrario todo estaba bien y que no me ajetreara por qué en cualquier momento podía dar a Luz antes de la fecha.

Ya estábamos afuera en el estacionamiento. Yo comiendo un helado que le pedí a massimo y como no quiso dármelo fui a dónde el heladero y este me lo regaló alegando que a una mujer embarazada no se le dice que no «que señor tan sabio».

— No prestas atención a lo que dijo el doctor—  puse los ojos en blanco.

— Que te den por el culo massimo, estás muy pesado.

Antes de llegar al coche vimos a una mujer de espalda con un suéter, lentes y gorra. No tenía que girar para saber que era mi madre. Así que mi cuerpo se tenso y mire a todos lados pero no había nada.

— ¿Se puede saber que haces aquí?— massimo saco su arma y le apunto con ella sin miramientos.

— Quería verte— se quitó los lentes y sus ojos fueron a mi barriga abultada— Estás grande ¿Cuántos meses tienes?—podía escucharla un poco nostalgica.

— Ya me viste, así que vete—una lágrima rodó por su mejilla.

— Ya la oyó—massimo seguía apuntando.

— Solo quería entregarte esto— me extendió un sobre—Adentro esta las respuestas que tanto quieres, y lo otro.....— no la deje terminar.

—¿Cual es el truco? ¿Tiene un GPS, para que el idiota de tu marido me consiga o que?— otra lágrima salió de sus ojos.

— Solo tómalo y confía una vez en tu vida, en mi.

Ví algo en sus ojos que me mostró que no mentía.
Se colocó los lentes y salió a toda prisa mientras yo tenía aquel sobre en mis manos....
Ya en el coche de massimo, comencé a ver qué había dentro, y habían varias cosas, pero lo primero que agarre fue una carta.

Carta que me dolería....

No me hieras Tanto.   Aprende Conmigo Vol..1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora