No me hieras Tanto. Aprende Conmigo Vol..1

Mariana pankratova

Todo literal

Baje a dónde nos esperaban las camionetas y uno de los hombre de Max me ayudó con la maleta, me coloque unas gafas.

—Creo que es tu teléfono.

Me dijo aurora, no lo había escuchado por estar mirando a max mientras le daba órdenes a sus hombres,
conteste si ver quién llamaba.

—¿Si?.

—Tan rápido borraste mi número- mire el celular.

Era Camilo

—No Camilo, solo que lo conteste sin verlo—Max miraba a dónde yo estaba y arrugó el entre cejo.

—Mmm, ya veo-así era Camilo y eso me irritaba—Y ¿cómo estás? como te trata tu madrina- mire otra vez el celular (¿era en serio?)

—Pues bien— pude ver qué todos me miraban de reojo.

—¿Cuando piensas volver?..— comencé a sudar por qué se hizo un silencio y sentí sus ojos sobre mi.

—De verdad no lo sé Camilo.

—Mariana ¿Cómo que no lo sabes?.—me lo imagina que ya estaría como Hulk de verde.

—Solo llevo una semana, será qué te puedes relajar.—gruñe

—Adiós Mariana.

Cuando le iba a decir adiós colgó, es que el así era, nunca hablaba solo se molestaba, no te dirigía la palabra si no después que se calmara, si acaso.

No dije nada solo me monte en el coche y para mí buena suerte era el coche de massimo pero para mí mala también en vez de manejarlo massimo lo manejo Max por qué lo empujó.
Arranco como si estuviera en una competencia de carros y en unos kilómetros corto el silencio.

—Camilo es tu novio ¿Verdad? — despeje la mirada del vidrio y asentí con las mejillas bien rojas

—Y te llama. ¿Por....?—me pregunto sin quitar la vista a la carretera.

—Por qué es mi novio obviamente.

—Pero lo que pude ver era que solo te reclamaba.

Me incomodaba hablar de eso con el y más por qué me sentí la peor novia del mundo, así Camilo fuese lo que fuese.

—¿Como llegastes a esa conclusión?— sonrió y me acaricio la mejilla.

—Se leer los labios-me miro dicha parte y sonrió picaro— Y más lo hago si son los tuyos.

No dije nada y volví mi vista a la carretera, en serio no quería sentir ese deseo que por el tenía, nunca había sentido eso por nadie por qué con el no me daba pena nada ni siquiera decirle que: "no me hieras" como lo dije la noche anterior, pero es que me daba miedo sentir algo más por el sabiendo que el no era para mí por muchas razones.

—Me das tu teléfono- negué no quería darle mi celular. no por que tuviera algo malo si no por qué era mío y punto—Quiero que este viaje te olvides de todo y más del idiota ese.

—El no es idiota—lo defendí, aunque claro que lo era.

—Si lo es —afirmó — Dámelo te lo devolveré— Se lo entregue por qué así de idiota me tenía.

—¿QUE HACES?— le di un golpe en el hombro por qué me lanzó el celular por la ventana.

—Te dije que te lo devolvería pero no dije si el viejo o uno nuevo.

Se rió de mi. Me cruze de brazos y le lance una mirada aniquiladora, pero de nada me sirvió, sabía que si me ponía a peliar ganaría el.
Apenas parqueo a la pista dónde está el jet privado salí volando del carro los demás se quedaron viéndome pero no me dijeron nada solo pude escuchar a massimo.