comodín

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Mariana pankratova.

Llegamos a Italia y mi italiano ojos verdes estaba un poco serio. (Mariana por Dios compórtate).
Cada vez que lo miraba me encantaba más y me ponía nerviosa cuando me acordaba de los dos momentos juntos, pero apenas llegamos a Italia algo cambio, no sabía por qué pero el estaba distante y no solo eso sí no que también el ambiente no auguraba nada bueno. Rogué a Dios por qué no fuera así.

— Mariana por poco se me olvida— era mi madrina buscando algo de su cartera— Te trajeron esto antes de yo ir a Grecia.

Me extendió un sobre con unos papeles

—don mis notas— me emocioné. con curiosidad y nerviosismo los revise.

— ¡¡Dime niña que me tienes intrigada!!.

No me había dado cuenta que estaba viendo el papel un buen rato y todos estaban como espectadores de lo que decía.

— Dame acá.

Mi madrina me quito el papel de malas maneras y con unas sonrisa en los labios dijimos a unisonido..

—Sacaste sobresaliente.

—Me alegro Marianita— me dijo aurora y me dió un abrazo.

Todos me abrazaron incluyendo a Alfredo aunque un poco rancio pero lo hizo. Excepto max, el solo me miraba de reojo y yo como una estúpida me sentía triste por qué al que quería que me felicitara y me abrazara no lo hacía.
Llegamos a la casa de la mamá de max y ella como siempre estaba esperándonos en la entrada con su bella sonrisa.

—Mis niñas, bienvenidas.

Nos dijo a aurora y a mí. A mi madrina solamente la miro de arriba abajo, no entendí por qué se llevaban tan mal y la dejaba estar en su casa.

—Un pajarito me dijo que tuviste buenas notas.

Asentí un poco y buscando ver quién fue el que le informo. Pero todos miraba a otro lado como que no era con ellos la cosa, así que pensé que todos a lo mejor le habían dicho.

—Esto está para celebrarse— añadió Andreina—No crees max.

—Si, claro. hay que celebrarlo,

De broma no me parto de la risa por qué massimo le había dando un codazo para que le respondiera a su mamá y después el le devolvió el golpe que lo doblo a la mitad.

—Bueno mi niña—volvió a llamar mi atención— Prepárate, arréglate que vamos a celebrar tus notas.

—Madre....—no deje a max decir nada.

—Se lo agradezco, pero estoy muy cansada, que le parece si lo hacemos otro día.

Max iba a decir algo pero ella le puso casi la mano en la cara para que se callara.

—Está bien mi niña como quieras.

Me mostró la sonrisa más dulce del mundo y sin querer se me salio una lágrima. la abrace.

—Muchísimas gracias señora— ella me devolvió el abrazo y me acariciaba el cabello.

—Dime Andreina mi cielo.—me aleje y asentí, me seque las lágrimas y subí a la habitación.

Cerre la puerta y comencé a llorar por qué como me abría gustado tener una madre como ella, dulce, cariñosa y amorosa con sus hijo, atenta a lo que quieren. Yo en cambio tenía una madre maltratadora, amargada y nada cariñosa. Cómo pude me calme.

Me seque las lágrimas y me metí en el portátil a terminar de hacer los trámites para el traslado de Rusia a Italia.
después de unas horas tocaron la puerta y me levanté a abrir y era mi madrina con cara de angustia.

No me hieras Tanto.   Aprende Conmigo Vol..1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora