AT1
Hace seis años
Ya no es tan fácil seguirle el rastro a Palmer.
Se ha convertido en una mujer independiente. Y me siento orgulloso de ella.
Estos últimos seis meses he estado pidiendo los turnos nocturnos exigiéndome más de lo normal para escoltarla a donde necesite. Ella nunca me ve. Siempre soy discreto y mantengo la distancia porque tampoco me gusta escuchar sus conversaciones ni espiarla cuando duerme.
Todo se trata de su seguridad.
Aunque últimamente, algunas noches las pasa fuera de su habitación, en fiestas, a veces duerme donde una amiga, o en la casa de un desconocido.
Me limito a solo observar y no emito juicios, ser joven en la tierra es ir de fiestas y experimentar con distintas parejas, ya sea del sexo opuesto o del mismo sexo.
Es lo normal. Es natural que ella lo haga también.
Una tarde después de apagar un incendio, cargué la energía del traje y salí a la vigilia nocturna. Hice el mismo recorrido de siempre hasta dar con Palmer.
Estaba en un restaurante, con un hombre. Su psicólogo, específicamente. Me preocupé por un momento, pensé que otra vez necesitaba terapia y yo no lo había notado.
Las cenas se repitieron, se mostraban muy cercanos y en la séptima, él la besó.
Desde ahí todo fue cuesta abajo para mí. No lo entendía bien. Ella se veía feliz, él la acompañaba a todas partes, mi presencia comenzó a ser inoportuna porque siempre buscaban tener intimidad.
Y yo no quería ver qué hacían en la intimidad.
Comencé a seguirla cada vez menos. Me centré en los campos de cultivos, en seguir apagando incendios, salvar a personas de derrumbes, pero era difícil mantenerse ocupado. Después de estar cuatro años la tierra comenzaba a tener un poco de paz, las enfermedades comenzaron a redimir, los carteles de droga estaban casi extintos.
Kendal ya estaba un poco más crecido y como pasaba tanto tiempo solo nos veíamos un poco mas seguido cuando yo estaba haciendo las rondas. No entendía bien la amistad, pero él decía que eramos amigos, y yo nunca le discutía nada.
Aun así no encontraba la forma de mantenerme ocupado para dejar de pensar en ella.
Ahora tenía novio, ahora tenía un protector, ahora tenía a alguien que la amaba.
Y cada vez que pensaba en eso mi pecho ardía. Una sensación molesta se alojaba en mi estómago y mi ceño siempre estaba fruncido, siempre tenía poca paciencia, siempre buscaba discutir con mis compañeros.
Sigma podía hacer los repasos de mis estados de ánimo si llamaba mucho la atención. Sabía que estaba siendo imprudente. Si estudiaban mis lecturas y se daban cuenta que algo perturbaba mi día a día tomarían cartas en el asunto. Y no volvería a despertar.
Y yo quería seguir activo, quería seguir viendo a Palmer.
Un día, casi un año desde que Palmer comenzó a salir con su novio, rescaté a una familia de un derrumbe post terremoto. Chile era un país tremendamente sísmico. Logré sacar con vida al padre y los dos niños, pero la madre... Pocas veces teníamos bajas en la misiones. Por eso cuando ocurría y no estaba CR32 junto a mí tenía que aplicar yo mismo las maniobras de reanimación.
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Protégeme (Amores perdidos 1)
RomanceEn las sombras de la noche, Palmer, una joven desesperanzada de 17 años, se encuentra al borde del abismo. La vida le parece un oscuro túnel sin salida, y la idea de la muerte se cierne sobre ella como una sombra ineludible. Pero en ese momento de d...