Palmer
La piel de Kael estaba cubierta de sudor. Pero de ese sudor sexy. Los pocos vellos de su torso y entrepierna brillaban y me hacía agua la boca.
Me acerqué a él y tomó mi rostro entre sus manos para devorarme la boca. Pocas veces nos habíamos besado sin interrupciones, así que ahora iba a tomar cada oportunidad que tenía para explorar cara rincón de su boca... Y de su cuerpo.
Busqué mi cómplice bajo la almohada y quité la tapa. Kael ni siquiera se enteró cuando derramé un poco de chocolate en el centro de su pecho.
-Ohhh... -Se incorporó y comenzó a besarme de la forma más arrebatadora posible- ¿Cómo se te ocurre hacerlo aún mejor?
-Tengo mucha imaginación, sobre todo contigo. -dije susurrando y casi sin aliento.
Podía ver como el chocolate, en salsa, se deslizaba poco a poco por su pecho hasta caer en la base de su miembro.
Delicioso.
-No me mires así. -Pidió Kael.
-¿Así cómo? -Contesté.
-Como si fuera el último caramelo de la tierra y estuvieras hambrienta de probarme. Me desarma.
-No es muy alejado de la realidad, Kael. -Lo tomé de los hombros y lo dejé recostado en la cama. Bajé mi rostro y lamí entre sus pectorales- Eres definitivamente el único hombre que quiero probar.
Seguí lamiendo y arrasando el chocolate de su piel. Su aroma almizclado y fresco se mezcló con el chocolate y en mi cerebro no podía encontrar nada más masculino y erótico que esto. Su olor, sus gruñidos, su cuerpo tenso y expectante.
-Palmer... -Ronroneó cuando lamí la "V" de su vientre bajo.
Me detuve y lo miré.
Por el contrario a mis otros amantes, que si me detenía a esta altura prácticamente tomaban mi cabeza y me forzaban a seguir, Kael solo estaba pendiente de mí. Sus cejas estaban fruncidas, pero no porque estuviera molesto. No. Porque quería saber qué estaba pensado, qué quería hacer a continuación. Sus manos se mantuvieron a ambos lados de su cadera, se estaba absteniendo de tocarme, lo sabía, porque Kael es un hombre muy de piel. No me parecería extraño que ese fuera su lenguaje del amor.
-¿Quieres que pare? -Susurré sobre su miembro.
-Quiero que hagas lo que tú quieras, Mo ghraidh.
Sonreí.
-Quiero tenerte en mi boca. -Su eje se sacudió y golpeó con suavidad mi barbilla- Quiero escucharte cuando llegues al éxtasis, cuando te pierdas en el placer... Y en mi garganta.
-Oh, Palmer. -Gimió haciendo su cabeza hacia atrás.
No necesitaba una afirmación, pero supuse que esa era su forma de darme el visto bueno. Tomé la salsa de chocolate y dejé caer un poco a lo largo de su eje.
-No sé si sobreviva a esto... Joder...
Aun escuchando su respiración acelerada lo lamí, desde la base hasta la punta.
Kael soltó un rugido al aire y se sacudió por completo. Pensé que iba a tomar mi pelo, pero en vez de eso subió sus manos hasta el cabecero de la cama y se sujetó con firmeza.
Nuestros ojos se encontraron y vi su expresión de placer crudo. Las venas se marcaban en su cien y cuello y al mirar frente a mí los tendones de su pene también sobre salían. Lo tenía al límite.
Bueno, no lo haré esperar más.
Tomé la base, abrí la boca y lo introduje hasta el fondo de mi garganta. No pude ni por asomo tenerlo por completo, no si quería seguir respirando. La reacción de Kael no se hizo esperar. La cama vibró bajo nosotros y reprimió un grito de placer.
-No te contengas. Nadie nos podrá escuchar.
- Diabhal, a ghràidh. Tha thu a' dol gam mharbhadh.
Me reí y succioné el glande. Me enamoro un poco más de él cuando habla en otro idioma y de forma tan fluida.
Succioné una vez más y comencé el vaivén de mi cabeza. Estaba resuelta a hacerlo perder la cabeza.
Aumenté el ritmo y de los labios de Kael solo salían susurros de maldiciones en múltiples idiomas, quizás hasta algunos mezclados. Gemidos roncos y unos "ah, ah, ah" que estoy segura que no olvidaré nunca.
Para cuando lo sentí a punto, sincronicé el movimiento de mi cabeza con mi mano en su base y apreté.
Kael gritó. De verdad. Los dedos de sus pies se enroscaron y el cabecero de la cama se hizo pedazos con la fuerza de su agarre. La cama tampoco se quedó atrás, ni la ventana. Todo crujía, temblaba, mientras él se derramaba en mi boca y yo lo tragaba todo.
Cuando sucumbió al último estremecimiento me levanté al mismo tiempo que el cabecero de la cama se caía en un estrepito de madera pulverizada y astillada.
Sonreí ante la vista.
Ambas manos estaban dibujadas en la madera y la base estaba rota.
Estaba rendido, su erección se mantenía, pero sus ojos estaban casi cerrados en dos rendijas, mirándome.
-¿Qué te pareció? -Fui reptando su cuerpo hasta quedar en la misma posición que al principio.
-Creo que aparte de tragar mi semilla, te llevaste mi vida. -Me abrazó a su cuerpo, por la espalda y el culo.
Mi calor húmedo rozó la punta de su erección y reprimí un gemido en su cuello.
Solo unos segundos después sentí que su respiración era muy pausada y regular, levanté la cabeza y lo encontré profundamente dormido, con los labios entreabiertos y todo.
A pesar de quedar completamente excitada y sin alivio, no me enojé. Lo que acabamos de hacer cumplió totalmente mis expectativas y quedé satisfecha con verlo y escucharlo perdido en mí.
En lo que yo le hice.
Antes de dormir me quité el top y me quedé solo en bragas. Me acomodé pegando mi espalda a su pecho y puse uno de sus pesados brazos rodeando mi cintura. Tapé la salsa de chocolate y cubrí nuestros cuerpos con la ropa de cama.
Me costó conciliar el sueño, estuve a punto de masturbarme dos veces pero al final el cansancio pudo conmigo y pegando bien mi culo a Kael, me dormí.
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Jeje tengan una buena noche 🔥
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Protégeme (Amores perdidos 1)
RomanceEn las sombras de la noche, Palmer, una joven desesperanzada de 17 años, se encuentra al borde del abismo. La vida le parece un oscuro túnel sin salida, y la idea de la muerte se cierne sobre ella como una sombra ineludible. Pero en ese momento de d...