Palmer
Llegamos al sótano de Vincent poco después de medianoche. Estábamos dos los cansados, la vista me picaba y Vin ya se había puesto sus gafas de lectura.
El sótano tenía un sistema de alta seguridad. Una puerta con contraseña y huella dactilar, aquí él guardaba todos nuestros hallazgos como los artículos más importantes de la historia.
Lo eran para nosotros.
La información que manejábamos era sumamente confidencial, no porque marque un antes y un después en la humanidad, después de todo podía interpretarse de cualquier manera. Siempre en la historia se habló sobre los avistamientos de aliens y platillos voladores, entonces, enlazarlo a nuestros androides era muy difícil.
Las paredes estaban insonorizadas, entonces veníamos aquí cada vez que encontrábamos algo importante e intentábamos enlazarlo a todo lo demás.
Después de más de tres años de investigación teníamos muchos archivos tanto físicos como digitales. El ordenador de Vin tenía todo copiado y archivado por nombres, épocas o años de antigüedad.
Y ahí, entre el cuatro mil a cinco mil antes de Cristo quedaron todas las fotos que hasta el momento habíamos descifrado. Y nos faltaba por lo menos la mitad.
–Por fin, joder.
Suspiré, satisfecha.
–Queda mucho por trabajar.
–Lo sé, pero tenemos un testimonio, escrito bajo puño y letra de una persona agradecida. Traspasó el tiempo, mostrando su gratitud antes estos hombres.
Se quedó unos momentos sumido en sus pensamientos.
–¿Te imaginas... que AT1 haya sido quien salvó a su hijo?
Escuchar su clasificación me provoco un golpe, duro, en el corazón.
–Por favor, Vin. –Cerré mis ojos– No.
–Debes hablar de él en algún momento, amore mío.
Su cuerpo quedó cerca del mío.
–Debes dejar de tenerlo como un secreto, Palmer.
–No puedo cambiar nueve años de hábitos de un día para otro, Vin. Además, no está.
–Está vivo.
–No lo sé. –Sentí como mi garganta se obstruía– No quiero pensar en él.
Vincent me abrazó, dejando que mi cabeza descansara en su hombro.
–Debes hacerlo, existió, merece ser recordado.
Me reí, casi sin humor.
–Nunca, en todo este tiempo pude olvidarlo, no creo que pase ahora.
Se quedó unos momentos pensando.
–¿Qué es lo que sientes por él, Palmer? –Apretó su agarre en mi espalda, intentando unir mis partes rotas– Me parece totalmente sexy, su virilidad y todo, pero... ¿Por qué no has podido... avanzar?
No supe que responder inmediatamente. Vincent me conocía al revés y al derecho, sabía que debía esperar a mi respuesta. Mi tiempo en terapia me ayudó a canalizar bien mis emociones y a saber exteriorizarlas. No me enseñó a hacerlo rápido, pero lo hacía.
–Ni siquiera sé cómo explicarlo...
–Inténtalo, por favor.
Me solté de su abrazo y me senté en el piso alfombrado. Vin se sentó frente a mí.
ESTÁS LEYENDO
Protégeme (Amores perdidos 1)
RomantikEn las sombras de la noche, Palmer, una joven desesperanzada de 17 años, se encuentra al borde del abismo. La vida le parece un oscuro túnel sin salida, y la idea de la muerte se cierne sobre ella como una sombra ineludible. Pero en ese momento de d...