Capítulo 29

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Palmer


Nos quedamos en completo silencio. Hasta nuestra respiración era casi inexistente. No me permití expandir mucho mis pulmones y abrí mi boca para que el siseo fuera lo más silencioso posible.

Las manos de Kael apretaron mis caderas cuando sintió el cambio en mi respiración. Le devolví el apretón para hacerle saber que estaba bien.

Las voces eran solo un murmullo a través de las paredes. Si bien es cierto, no podía entender las palabras, si podía escuchar el tono, Vincent estaba indignado, su tono de voz era más agudo, el cual ocurría solamente cuando estaba molesto.

La búsqueda se estaba haciendo exhaustiva, mis piernas se estaban agarrotando y comencé a mover mi peso de una pierna a otra, para aliviar algo es entumecimiento.

Kael sujetó mis caderas y encendí la linterna una vez más.

Quédate. Quieta.

Lo piqué con un dedo en el centro del pecho.

No. Me. Des. Órdenes.

Iba a decirme algo, pero sentimos como las puertas del ropero se abrían y ambos quedamos paralizados de miedo. Los brazos de Kael se envolvieron por mi cuerpo, haciendo que mi cabeza quedara en la curva de su cuello.

Su olor entró de lleno en mi cerebro y comencé a sentirme mareada, no podía con esto, era demasiada cercanía. Mi lengua luchaba por salir y lamer toda la extensión de piel que tenía frente a mí.

Pero me contuve cuando sentimos golpes en la pared a más menos un metro de distancia de nosotros. Kael apagó la linterna y aguantó la respiración.

La voz de Vincent estaba cada vez más aguda y temí que descubrieran que estaba ocultando algo por el nerviosismo que era incapaz de controlar.

Los golpes en la pared se detuvieron y sentí como mis músculos se relajaban solo un poco. Las voces se hicieron cada vez más lejanas hasta que escuchamos cerrar la puerta una vez más.

Me derretí contra el cuerpo de Kael, imposibilitada de hablar deposité un beso en su cuello antes de apartarme, solo un poco para buscar la perilla de la puerta corrediza.

Uno de sus brazos siguió rodeándome cuando encendió la linterna para ayudarme con la búsqueda.

–Gracias.

–Debemos irnos. –dijo ronco y rotundo.

Detuve mi búsqueda y giré mi cabeza para encontrar a Kael muy cerca, tanto, que nuestras narices se tocaban.

–Escuché como le decían a Vincent que estarían viniendo constantemente. Sospechan que estas viva. –Hizo bailar su nariz con la mía– No han encontrado tu cuerpo a pesar de las excavaciones.

–Claro, porque estoy muy viva.

–Exacto.

–No dejaran a Vincent tranquilo.

–No, y es cosa de tiempo que... –Tragó saliva con dificultad– vayan por Kendal.

Eso sí fue como un golpe en mi estómago. Me encorvé del dolor, Kael me sujetó firmemente contra su cuerpo.

–Lo siento mucho, Miann. –Besó mi coronilla– Esto te está costando muy caro. Lo lamento mucho.

Negué con la cabeza.

–Nunca debí buscarte. Tendrías tu vida, serías libre. – Su voz me atravesó como un puñal en el centro del pecho, apretó más mi cuerpo contra el suyo, mi rostro se hundió entre sus pectorales– No escondida en un sótano conmigo. Yo no tengo una vida que perder. Pero tu...

Me aparté empujándolo para que me soltara, encontré el cerrojo y deslice la puerta para salir a trompicones al pasillo del armario.

Mi corazón estaba agitado en mi pecho y mis pulmones intentaban expandirse como si no encontraran el oxígeno suficiente en la habitación. Sentí más miedo que hace unos instantes cuando casi nos descubren. Me giré y lo encaré.

–Y una mierda. No necesito tus disculpas. –Me planté firmemente cuando salió del compartimiento, tan alto y fuerte– Mi situación actual es completamente mi responsabilidad. Porque no prefiero estar en ningún otro lugar que no sea dentro de este sótano contigo. –Sentí como mis ojos se llenaban de lágrimas y me mordí los labios con fuerza para tragar el nudo de mi garganta– Sonará egoísta, porque dejé a mi hermano a la deriva, abandoné mi trabajo, perdí todas mis pertenencias, pero no me importa. –Apunté mi pecho con un dedo– Mi corazón y mi conciencia están tranquilos. No tengo una pizca de arrepentimientos. Bueno... –Respire profundo– Quizás si pudiéramos tener más besos y sexo... pero no, con esto de los compañeros hay que ir lento, así que no. –Negué eufóricamente con la cabeza– No me arrepiento de nada. Mi lugar es aquí. Junto a ti.

Kael se quedó absorto mirándome.

Bien.

–¿Se fueron? Necesito ir al baño.

Me giré para salir del armario pero unos brazos fuertes me envolvieron desde atrás. La punta de la nariz de Kael viajo por todo mi cuello hasta mi oreja para dejar un beso en la piel sensible de ahí.

–No sé a qué tipo de eminencia, deidad, o dios debo agradecer por tenerte. –Tomó mi mandíbula con una de sus manos y giró mi cabeza para dejar un beso en mi quijada– Soy tuyo, Palmer. –Besó la comisura de mis labios– Con o sin vínculo, soy completamente tuyo.

Dejó de hablar cuando sus labios se posaron suavemente sobre los míos. Después de las noticas de esta mañana, sentía todo mi cuerpo en llamas cuando él estaba cerca. Ser consciente de la conexión que existe entre nosotros hace que muchas de mis reacciones tengan sentido ahora.

Sus labios se movieron, besándome con calma y parsimonia, disfrutando, al igual que yo.

–Ya se fueron, Miann.

Me soltó y salimos del armario justo cuando Vincent abría la puerta del sótano. Corrimos para fundirnos en un abrazo, sus extremidades estaban temblorosas, y su frente empapada en sudor.

–Hiciste lo tuyo, Vin. Ve a descansar.

–E merda. –Me soltó me tomó mi cara entre sus manos– Dobbiamo portarli fuori di qui, e presto.

Asentí, con mis ojos llenos de lágrimas. No me gustaba ver a mi mejor amigo en estas condiciones, pero sabía, que si me quedaba un día más su seguridad iba a estar comprometida.

–Tenemos que hablar con Kael, contarle nuestro plan.

–Cierto.

Me giré para ver a Kael recogiendo nuestras mochilas, su expresión no revelaba nada.

–Le pediré a Francesco que transporte unos sitiales para todos. Debemos hablar largo y tendido. Este es el lugar más seguro de la casa en este momento.

Salió de la habitación y al momento sentí a Kael detrás de mí. Giré mi cabeza para encontrar sus ojos y se acercó para depositar un beso en mi frente.

Sequé con el dorso de mi mano una lágrima que cayó por mi mejilla.

Supongo que el plan se ponía en marcha. Ya.

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Tengo el cerebro derretido y quise igual dejar un cap listo.

Porfi dejen sus comentarios y votos. Quiero saber si les va gustando la historia ❤️‍🩹

Oficialmente iríamos por la mitad del libro 🤭

Protégeme (Amores perdidos 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora