En la busqueda del poder

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Ese día no había muchos aventureros en los campos de entrenamiento.

«Que extraño, normalmente se escucharían gritos ensordecedores de cientos de aventureros entrenando... de hecho, podría acostumbrarme».

Uno de los supervisores se acercó a mi al verme entrar, era un caballero de la orden plateada que se retiró hace años.

—Oh, pero si es el joven Endou ¿no te enteraste?

Ladee la cabeza en un gesto de negación.

—No se a que se refiere señor Ashtorn.

El guardia fue a su oficina para tomar una carta.

—Verás, debido a la preocupación del señor Keisuke se ha entregado un permiso especial para todos los aventureros novatos.

Gentilmente me entregó la carta, estaba sellada con el emblema de la familia Momozono.

—¿De qué se trata señor?

El guardia señaló el camino al gremio.

—Debido a los accidentes durante las misiones de cacería, el lord decidió que todos los aventureros novatos deberían ser entrenados en el uso de energías primarias para evitar muertes.

Tomé mi insignia y la observé.

—Pero... ¿no son los riesgos parte de la aventura?

El guardia suspiró.

—Mira, como un veterano déjame darte un consejo, ser un aventurero no se trata de lanzarte al peligro ciegamente. Tienes que recurrir a cualquier ventaja que puedas obtener, información, armas y recursos.

Volteé a ver la academia de Avalon.

Até mi insignia nuevamente a mi cinturón y empecé a contemplar la carta que se me había entregado.

—Tomaré su consejo.

Tras la pequeña charla con el supervisor decidí ir directamente hacia el gremio, había muchos aventureros haciendo fila, tantos que la fila se extendía por una calle entera.

«... Supongo que la espera será larga».

Por suerte se podía entrar al gremio sin necesidad de hacer la fila, me senté en una mesa vacía cercana a la recepción, había una buena cantidad de aventureros superiores bebiendo a lo lejos, parecía que no querían molestar a la recepción durante el evento.

Ordené un poco de zumo de naranja y observé como los aventureros esperaban su turno para recibir una especie de insignia especial, mientras esperaba sentí que una persona se sentó a mi lado.

—Ay, esa fila es inmensa ¿no crees Endou?

Recibí una palmada en el hombro, por su voz supe que se trataba de Gell.

—Vaya, finalmente removieron el castigo del bebé herrero ¿cuánto tiempo estuviste sentado en la esquina?

Gell se molestó un poco.

—Bueno, al menos no pase dos semanas sin hacer nada como cierto arquero al que le gusta ser mordido por lobos.

Empecé a reírme.

—Cállate.

Gell se unió a mi riendo fuertemente.

—Cállate tú.

Nos quedamos sentados un rato, viendo como uno por uno los aventureros recibían esas extrañas insignias.

—Oye Gell, ahora que lo pienso, nunca vi un mago antes de que Avalon abriese las puertas.

Cronos: Tale of the dark adventurerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora