Revelación
Shizu se quedó paralizada al ver la espada, tanto así que casi se cae de espaldas.
—Al final tuve razón, eres el hijo de ese demonio. —comentó.
Me sorprendió un poco su respuesta, con todo lo que había pasado, creí que era casi seguro que ella estaría al tanto de aquello. Yo no estaba seguro del todo, incluso si se me había entregado la espada e incluso si era cierto que me parecía él, pero, ¿era eso prueba suficiente?
La expresión que hizo Shizu era extraña, parecía asustada y a su vez aliviada. ¿Por qué todos siempre terminaban temiendo a ese tal demonio de ojos verdes? Supuestamente, mi padre... honestamente no quería creerlo.
—Así que. ¿Estás segura? ¿Qué son esos ejecutores? —pregunté mientras observaba la espada, gracias a su influencia fue que sobreviví al encuentro con Lian Yu. —No puedo seguir ignorándolos tras esto, ya iba siendo hora de afrontarlo.
Jessica tomó mi brazo, su mirada reflejaba preocupación y algo de confusión, era obvio, nadie en la aldea sabía sobre ellos, de hecho, se sabía poco del mundo exterior, todo gracias al lord que alguna vez se encargó de administrarla.
«Me pregunto si valió la pena. Al final, todos terminamos siendo masacrados gracias a su conservación».
Sonreí levemente para calmarla, luego volteé a ver a Shizu, se veía intranquila. Sostenía su hombro izquierdo y había apartado la mirada, esperé pacientemente su respuesta, necesitaba saber sobre la parte maldita de mi sangre.
Tras unos segundos incómodos, ella suspiró y levantó la mirada, observándome directamente a los ojos.
—Tú, portas la sangre del primer ejecutor, el demonio de ojos verdes. —dijo mientras sacaba algo de su bolsillo, una horquilla con el mismo símbolo que mi espada. —Yo... soy descendiente de una familia vasalla que fue adoptada hace mucho tiempo, antes de ser ejecutores ya eran nobles, y, mi bisabuelo hizo un trato con el tuyo para ser su sombra. —continuó, sin apartar la mirada.
»Sé que debes estar confundido, pero, no te preocupes, no fui enviada por tu padre. La verdad es que: nuestro encuentro fue pura casualidad. Incluso podrías decir que fue el destino.
Era difícil de masticar lo que ella estaba diciendo, una familia entera de la que no sabía nada, un linaje al que me sentía ajeno pese a ser su heredero, ¿cómo demonios debía de asimilar la situación?
Hayato Endou... Ese era mi nombre, sin lugar a duda, lo había sido por toda mi vida, pero, ¿al final, eso no era más que una farsa? ¿Quién era yo? ¿Había sido engañado toda mi vida? Al final, solo pude llegar a una conclusión, la sangre del ejecutor corría por mis venas y, por lo visto, estaba controlando mi destino.
De cierta forma, siempre tuve la incertidumbre sobre la identidad de mi padre. No tanto por mi parte, no, sino por los relatos de mi madre. Gracias a las historias que ella solía contarme sobre sus tiempos de aventura fue que decidí ser aventurero, ¿dónde demonios estuvo ese viejo cuando la aldea fue reducida a cenizas? ¿Dónde estuvo cuando murió mi madre? ¿Cómo demonios podía simplemente aceptarlo como tal?
La confusión que sentía era aguda. Inconscientemente, lleve mis manos hacia mi cabeza, como si quisiese sostenerla. Un dolor agudo y punzante se había formado en ella, similar al que sufrí aquella vez, cuando Shyun me salvó de ser consumido por mi propia mente.
Solo, que en esta ocasión, era diferente. Todo lo que sabía estaba siendo cuestionado, el brillo de aquellos ojos se intensificaba y, antes de que pudiese darme cuenta, estuve a punto de ser devorado por ellos. Jessica parecía preocupada. Al verla, respiré profundamente para calmarme, no podía detenerme por simples dudas. Debía cumplir mi juramento, debía salvar a los sobrevivientes de aldea.
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Cronos: Tale of the dark adventurer
FantasyHayato Endou es un joven de la aldea Momozono, el cual sueña con ser un gran aventurero del que se cuenten historias y leyenda. Cuando su solicitud de ingreso al gremio es aceptada inicia su travesía como aventurero, viajando por las tierras en busc...