Niebla azul de la apatía
Partimos poco después, no quedaba mucho del pueblo en el que habíamos acampado, con suerte no nos encontraríamos con los responsables pronto. Muy a mi pesar, la fuerza de nuestro grupo no era nada impresionante. Como mucho nos podríamos defender de un grupo pequeño de soldados invasores.
Mientras cabalgábamos, los caminos silenciosos solo me generaban desconfianza, era extraño no encontrarse con bestias, algo me estaba poniendo la piel de gallina, ¿los demonios se habían encargado de todas las criaturas de la zona? ¿Por qué estaban los caminos tan tranquilos?
Pese a la extrañez del asunto, parecíamos estar seguro, pero, no estaba seguro de si estábamos bajo la influencia de alguna ilusión, ya había vivido una situación similar en la montaña donde encontré una quimera por primera vez.
Por si acaso, preparé varias formulaciones rúnicas para reaccionar en cuanto me fuese posible, no serían tan fuertes como el arco etéreo, pero su poder era suficiente para ganar tiempo.
—Algo está mal —dijo Carlo mientras avanzábamos.
Se detuvo a tomar un puñado de tierra y luego se hizo un corte en la palma. La sangre fresca que usualmente atraería a las bestias no parecía hacer efecto, además, en cuanto tocaba el suelo desaparecía.
—Hayato, ¿tienes algún hechizo capaz de dispersar la niebla? —preguntó mientras observaba los alrededores.
Incluso si no veía niebla, decidí hacerle caso a Carlo y entonces creé una formulación rúnica simple. Combinando la runa de condensación y la runa de Sylph, ordené al viento en los alrededores reunirse en un solo punto, lo cual finalmente reveló una niebla de tono azul pálido.
—Tienes buen instinto Carlo —elogié al mercader.
Carlo observó los alrededores cautelosamente antes de responder.
—Tú dudas demasiado —dijo mientras tosía —No parece que seamos algo que buscan, pero algo se está ocultando bajo una ilusión.
Ambos volteamos hacia una sed de sangre inmensa, proveniente de lo que parecía ser el origen de la niebla azul.
—Contengan la respiración —ordené, aumentando la potencia de la runa, nos quedaríamos sin oxígeno por un tiempo, pero, al menos, estaríamos a salvo de las ilusiones.
No sabíamos con certeza que esperaba tras la niebla, pero era mejor deshacerse del ilusionista a confiarles nuestra vida ciegamente, lo más seguro es que él fuese el culpable de los caminos desolados por los que marchábamos.
El mundo sin duda se había vuelto un lugar confuso, me daba rabia sentir que no era suficiente para vivir en él, pero, algún día, llegaría el momento en que necesitaría la fuerza para derrotar a demonios tan poderosos como aquellos que acabaron con mis mentores.
De alguna forma, sentí como ese ego arrogante abrazaba mi cuerpo conforme avanzábamos al causante, era un humanoide delgado y larguirucho, estaba en los huesos y su rostro era imperceptible debido a la niebla azúl.
En cuanto se percató de nosotros, la niebla se dispersó, revelando una montaña de cadáveres tanto de humanos como de bestias, además, un olor nauseabundo iluminó la zona.
—Quién diría que me descubrirían tan pronto —mencionó mientras miraba a nuestra dirección, sus ojos vacíos, cuáles perlas negras se fijaron en Carlo. —Pero si es un joven de Izmir, ¿por qué ocultarías esos hermosos ojos? —remarcó mientras caminaba por la niebla dispersándose.
Cuando se acercó notamos la amenaza que estaba enfrente nuestra, era un hombre delgado y musculoso, de cabello negro y puntiagudo, vestía un lujoso traje negro de seda y tenía una hacha de huesos que arrastraba desde su mano izquierda.
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Cronos: Tale of the dark adventurer
FantasyHayato Endou es un joven de la aldea Momozono, el cual sueña con ser un gran aventurero del que se cuenten historias y leyenda. Cuando su solicitud de ingreso al gremio es aceptada inicia su travesía como aventurero, viajando por las tierras en busc...