Expedición a la mazmorra (Parte 1)

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Expedición a la mazmorra (Parte 1)
Los chicos estaban charlando en una mesa apartada, no había muchos aventureros sentados cerca, era seguro decir que era algo privada. Me acerqué a ellos, estaban tan concentrados que no me notaron llegar, logré escuchar su conversación.
—Necesito que me escuches Gell, sé que habíamos acordado ir a la mazmorra, pero solo acepte porque no conocía los peligros.
Aoi se veía preocupada y asustada, por su parte Gell parecía entenderla, pero no daba paso a ceder.
—Conozco bien los peligros, solo nos adentraremos hasta el quinto piso, ¿es que acaso no quieres ascender tu rango de aventurero?
Aoi golpeó la mesa.
—¿Eso es lo único que te importa? Quiero decir, ni siquiera sé porque se me paso por la cabeza aceptar una idea tan descabellada, ni siquiera podíamos con unos lobos hace un par de meses, ¿ahora quieres pelear contra los no muertos de la mazmorra de Sakura?, no te entiendo.
Gell apretaba su medalla con fuerza.
—Tú sabes mejor que nadie porque quiero hacer esto, no entiendo porque quieres detenerme.
Aoi empezó a llorar.
—¿Me estás diciendo que no me preocupe tu seguridad? ¿Cómo puedes decirme algo tan egoísta? Los veteranos te negaron su ayuda tras el festival, eres un idiota.
Me senté tranquilamente en un lado de la mesa, ellos se quedaron callados, no parecía que quisiesen hablar del tema conmigo.
Gell se levantó y luego se marchó, Aoi no dijo nada, no parecía que quisiese hacerlo. Ella se marchó poco después. Ordené un poco de té, y me senté para meditar sobre la situación.
«Ciertamente, no consideramos los riesgos al hacer las propuestas, pero. ¿Alguna vez lo hemos hecho? Me gustaría ver cómo es la mazmorra, últimamente, he sido más temerario respecto a mis deberes de aventurero».
Me dirigí a la salida del gremio, mientras caminaba tomé la insignia que tenía colgada del cinturón y la observé.
«Y toda esa discusión solo por mejorar esta cosa».
Cuando crucé la entrada del gremio choqué con una persona y terminé cayendo de espaldas. Volteé a ver hacia arriba, eran Nagisa y Akira. Nagisa me ayudó a levantarme y Akira se fue a sentar a una mesa cercana, cuando lo volteé a ver hizo una seña llamándome a su lugar. Accedí y me senté al lado contrario de la mesa donde se encontraban sentados.
—Es bueno verte de nuevo chico del espejo.
Antes de responder ordene algo de té, parecía que la charla sería larga.
—¿Qué desean de mí?
Estaba atontado por la presencia de Nagisa, pero al final me armé de valor para responder.
—Mi nombre es Hayato, no "chico del espejo"
Akira simplemente sonrío.
—Nada en específico.
Nagisa interrumpió la conversación.
—Dime, ¿tú eres amigo del hijo de Agni? Vi que estaba angustiado.
Me puse algo nervioso al escucharla, no solo por su presencia, también me di cuenta de algo al escuchar el apellido de mi amigo.
«Ahora que lo pienso, creo que ya entiendo porque Gell propuso ir a la mazmorra tan repentinamente. Probablemente, su familia lo esté presionando, para empezar, nunca apoyaron que fuese un aventurero».
Nagisa esperó mi respuesta durante unos segundos, al ver que no respondía me observó con preocupación.
—Oye, ¿estás bien?
Al escuchar su voz salí de mi trance y abandoné la mesa, dejando atrás tres piezas de plata para pagar mi bebida. Akira se quedó callado y Nagisa estaba confundida.
—Oye, ¿a dónde crees que vas? Todavía no respondes mi pregunta.
Me detuve a pensar mi respuesta un momento, no tenía claro lo que podía hacer o lo que iba a hacer, pero sabia con certeza que no debía quedarme quieto.
—Si, soy amigo de Lorgell. Díme Akira, ¿es tan peligrosa la mazmorra?
Akira empezó a reír.
—Es peligrosa para los débiles.
Al escuchar su respuesta el ego y el miedo en mi cuerpo pelearon, mi sentido común contra mi orgullo, emociones colisionando.
—Ya veo
Abandoné el gremio corriendo con todas mis fuerzas, empecé a recorrer las calles de la ciudad en busca de Aoi y Gell.
«No sabía cómo ayudarlos, pero ahora tengo una respuesta, puede que no sea la correcta, pero esta es mi forma de ayudar».
Tras correr un rato llegué a la plaza en el centro del pueblo, los chicos estaban sentados uno al lado del otro, parecía que la situación se había calmado, pero era raro que esos dos no estuviesen discutiendo por jugarretas.
«Es triste verlos así».
Me acerqué lentamente a ellos, aunque la calle estaba concurrida por muchos transeúntes por alguna razón escuchaba cada paso que daba. Aoi giró lentamente su cabeza, su gesto fue seguido por Gell.
—No, es una respuesta clara, pero me gustaría que al menos intentemos ir a la mazmorra. Se que será peligroso, pero, de alguna forma, quiero probarme a mí mismo.
Aoi me miró con tristeza, mientras sostenía su insignia.
—Cierto, a ustedes les gusta esa clase de emoción. Bien, los ayudare, no puedo... simplemente dejarlos ir a una muerte segura por su cuenta.
Tanto Gell como yo nos quedamos callados, me pregunté muchas cosas en ese momento, pero no había tiempo para responder mis cuestiones. Aoi decidió acompañarnos, aunque no parecía que quisiese hacerlo.
Caminamos hacia el gremio, Aoi iba a la delantera, su mirada melancólica era camuflada por una sonrisa forzada.
—Son muy lentos chicos, ¿no les da pena que una chica los superé?
Quise bromear un poco, pero me detuve. No era el momento ni el lugar, ella solo trataba de relajar el ambiente, sabía eso, pero, no quería hacerlo. Aoi y yo nos sentamos en la misma mesa donde habían discutido. Mientras Gell fue a tomar un mapa, al llegar a la mesa lo colocó sobre la misma.
—Bien, tenemos que prepararnos bien para esto, el viaje hasta la mazmorra será peligroso, si no me equivocó son dos días de viaje en carruaje.
Aoi trazó una línea en el mapa y encerró en círculos diferentes locaciones del camino.
—Todas estas zonas son peligrosas, necesitamos contratar a un conductor experimentado, de lo contrario los lobos de sakura y los bandidos que se ocultan en el bosque podrían atacarnos durante el viaje.
Gell tomó nota de todo lo que dijo Aoi y luego se marchó para buscar información de los carruajes y sus conductores. Aoi empezó a escribir anotaciones sobre un trozo de papel, las cuales parecían ser de el mapa, lo cierto es que no entendía mucho del tema, así que no pude ayudar en nada.
Gell fue a reunirse con un aventurero de mayor rango, pues dijo que era necesario tener al menos un aventurero de rango bronce para que el viaje fuese autorizado. En cuanto su cara se vio iluminada por el brillo de la linterna de aceite, su brillante cabello carmesí y fino rostro casi tan claro como la nieve fueron desvelados, los nervios hicieron que me cayera de la silla.
«¿Qué hace Nagisa aquí?».
Me recompuse y acomodé la silla. Ambos tomaron asiento. Nagisa leyó las notas y la ruta del mapa que planteó Aoi.
—Es una ruta factible, no esperaba menos de la nieta del señor de la aldea.
Aoi hizo una reverencia, aunque cuando Gell entró acompañado de una chica desconocida hizo la expresión más amarga que había visto por su parte.
—No es para tanto, ¿tú eres?
Nagisa agachó la cabeza en un signo de respeto.
—Mi nombre es Nagisa Le Eris, soy una noble de Lux Acadia, mi padre es el barón Almus Le Eris y mi madre es Mio Amegami una noble de la tierra del sol. Aoi analizó a Nagisa con la mirada.
—Bueno ya que nos estamos presentando. Mi nombre es Aoi Momozono, miembro del clan Momozono y heredera de la aldea Sakura.
Gell parecía estar algo nervioso, pero a diferencia de los míos, los suyos parecían ser causados por miedo.
Aoi presentó a Gell.
—Este de aquí es Lorgell Agni, hijo del menor del mejor herrero del pueblo y un aprendiz de guerrero.
Nagisa simplemente sonrió y ordenó una bebida, era como si su expresión gritase "ya lo sabía". Aoi no esperó y me señaló.
—Y este de aquí es Hayato Endou, hijo de la maga Fumi Endou y sobrino del antiguo aventurero Yamato Endou, descendiente del clan de la araña y explorador de nuestro grupo.
Miré de reojo a Aoi.
—Oye... todo este tiempo sabías que mi madre fue una maga y nunca me lo constaste.
Aoi me miró con confundida
—¿No lo sabías?
Me enojé un poco.
—¿Cómo se supone que lo supiera?
Aoi apartó la mirada. Seguía algo enojado, pero decidí evitar el tema. Antes de que pudiéramos continuar, alguien se detuvo frente a nuestra mesa, llevaba una armadura típica del imperio Qin, hecha de seda y adornada por jade de alta calidad, también llevaba una lanza colgando de su espalda.
«Oh, es Feng».
Él hizo una reverencia.
—No sé si Hayato les haya contado, pero me gustaría unirme a su grupo para ir a la expedición.
Aoi y Gell se quedaron pasmados durante unos minutos, sus rostros perplejos dejaban en claro que no sabía quién era. Gell empezó a mirar su equipo y luego sonrió.
—Por supuesto, puedes sentarte.
Miré a Gell de reojo, este parecía estar confiado.
Decidí mirar el equipo de Feng para notar que causó esa confianza en Gell, fue ahí cuando noté que su insignia de aventurero la cual usaba como pendiente estaba hecha de bronce.
«¿Ya ascendió de rango? Es bastante extraño que todavía no pertenezca a un grupo».
Gell sacó un documento, tinta y pluma, al parecer íbamos a conformar nuestro grupo de manera oficial ante el gremio.
—Bueno, antes de que nadie ponga sus manos sobre esto tenemos que definir un par de cosas. Primero que nada, los aventureros solemos usar un alias, pero generalmente el gremio nos asigna uno cuando ascendemos de rango, por ello no deben tocar esa casilla.
Aoi apartó la pluma de la casilla, parecía que estaba lista para escribir. Gell continuó.
—Luego de eso tenemos lo usual, nombre completo, fecha de nacimiento, clase y energía primaria.
Así todos empezamos a escribir nuestros datos, tomamos nuestros turnos y cada uno escribió su nombre en la hoja. Para mí sorpresa Nagisa también se había inscrito en la misma, era bastante extraño considerando que su compañero de aventuras era Akira.
—Oye Nagisa, ¿no pertenecías al grupo de Akira?
Nagisa negó con la cabeza.
—Akira es mi hermano, pero nunca formamos un grupo formalmente, ahora que regresó a nuestras tierras no veo razón para no unirme a un grupo.
Miré el documento, todo parecía ser una hermosa coincidencia, si bien entendía el porqué Feng se unió al grupo, la introducción de Nagisa fue repentina. Volteé a verla por un momento, ella tenía el espejo que le di, por alguna razón eso hizo que mi pecho se siéntese caliente.
Tomé la hoja y empecé a leerla, al parecer la energía primaria de Nagisa era el chi, con eso teníamos dos usuarios de chi, dos de ether y una usuaria del poder de Lumis.
—Al parecer tenemos todo cubierto.
Gell tomó el mapa y el documento y fue a presentarse ante la recepcionista, luego de eso se nos dio un tiempo de espera para que los documentos fuesen procesados. Durante ese tiempo decidí entrenar mis habilidades con la daga y artes marciales relacionadas a las patadas, pues el cuerpo a cuerpo no era exactamente mi fuerte.
Feng me ayudó a entrenar la técnica de pasos aéreos, aunque no logramos perfeccionarlas ahora las plataformas eran más estables. También empecé a practicar su técnica, fue difícil dominar las proporciones del chi y el ángulo al que se debía estar a la hora de propulsarse, aun así, de alguna forma logré estabilizar la técnica.
Tras un par de semana nos reunimos en la salida sur del pueblo, había un par de carruajes esperándonos, el chofer nos ordenó subir, debido a la prisa no supe en que carruaje me había metido, casi todos nosotros estábamos en el mismo.
En el otro carruaje, Feng se encontraba solo, pero no parecía molestarle. En nuestra primera parada lo encontramos meditando. Gell se ofreció a acompañarlo, pero este se negó. Dijo que le gustaba la privacidad.

Cronos: Tale of the dark adventurerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora