El gran festival de la unión - Parte uno
Fui despertado al escuchar el traqueteo de personas moviéndose por la cabaña, en cuanto abrí los ojos, tomé mi equipamiento y luego de asegurarme de tener todo en orden abrí la puerta, solo para ver a un montón de personas con un traje negro y una máscara hannya colgando al lado de sus rostros; caminar por los alrededores de la casa. Limpiando y haciendo preparativos.
«¿Eh? ¿Qué pasa? ¿Quiénes son estos tipos?
El tío Yamato caminó por el pasillo coordinando a todos aquellos enmascarados para darle mantenimiento a la vieja cabaña de madera, había tantos adornos y muebles nuevos que me costaba creer estaba en mi hogar.
—¿Qué está pasando tío? ¿Quiénes son estas personas?
—Mira quien despertó. Son sirvientes del clan Endou que tu tío Ryouma mandó a retocar la cabaña, ayer estuve ocupado escoltando su carruaje hasta el pueblo, pero estaré por acá durante el gran festival, por si quieres... hablar.
Al escuchar eso sonreí mientras observaba como los trabajadores del clan se encargaban de darle un nuevo aire a la cabaña, mi tío por su parte estaba coordinándose como nunca, eran raras las veces que podía verlo sobrio.
—Por cierto, tío. ¿A que se refería con lo de gran festival?
El hombre se detuvo a pensar por un momento, llevó su mano derecha hacia su barbilla y trató de recordar.
—Oh cierto, no te diste cuenta porque estabas entrenando con Hideaki. Verás, hace poco al viejo de los Momozono se le ocurrió celebrar un festival como ningún otro en conmemoración de que el pueblo ha sido autorizado para expandirse como una ciudad, ya que con todas las reformas se ha convertido en un lugar central para la economía entre las regiones, o algo así fue lo que escuche.
«¿Así que ahora el pueblo pasará a ser una ciudad? No sé si me guste la idea, pero... supongo que será algo bueno si merece tanta celebración».
» Ese anciano está tirando la casa por la ventana, escuché que organizará un minitorneo durante uno de los días y el festival será extendido a tres días enteros. Por eso Ryouma mando a alistar la cabaña para quedarse durante esos días y monitorear todo lo que sucede mientras el festival transcurre.
Cansado me despedí del tío Yamato y salí de la cabaña, estar dentro con tanta gente me hacía sentir incomodo. Nada más salir respire profundamente para luego exhalar y tomar rumbo hacia el pueblo, el camino de siempre ahora estaba plagado por decoraciones luminosas que lo hacían sentir más reconfortante, hasta el punto en el que se sintió relajante caminar por ahí. Incluso si solo se trataba del mismo camino de tierra al que solía estar acostumbrado.
Antes de que me diese cuenta estaba pisando el piso de piedra de la aldea, al ver delante pude ver a muchos de los ciudadanos cargando cosas de un lado a otro con prisa, también se podía ver como llegaban carruajes de las diferentes naciones que rodeaban el pueblo.
Desde carruajes de jade siendo llevados por pequeños dragkos escarlata hasta los más finos carruajes de los acadianos, aunque eran muy similares al que usaba la aventurera que me encontré en la mazmorra.
«Ahora que lo pienso... ya me la encontré un par de veces y todavía no me sé su nombre».
Caminé cerca de uno de los carruajes de Jade que estaban reposando cerca del callejón que solía usar como atajo, cuando lo pasé de largo una mano se extendió desde la ventana para tomar mi hombro y retenerme, instintivamente me aparté tan lejos como pude con una explosión rúnica, el suelo donde estaba parado se había roto por la onda expansiva de la explosión.
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Cronos: Tale of the dark adventurer
FantasíaHayato Endou es un joven de la aldea Momozono, el cual sueña con ser un gran aventurero del que se cuenten historias y leyenda. Cuando su solicitud de ingreso al gremio es aceptada inicia su travesía como aventurero, viajando por las tierras en busc...