Hannah (Serie Love 01)

Miedos

Nunca había tenido miedo antes. Puede que inseguridad, pero nada como lo que sentía ahora.

Siempre quiso ser madre. No había duda acerca de eso. Lo supo desde el instante en que había sujetado a Brittany en brazos por primera vez, hacia ya veinticinco años, cuando ella tenía cinco.

Sin embargo, tal y como estaban las cosas, en su situación, estaba aterrada.

Trató de pensar con claridad.

El DIU no era 100% fiable. Existía un pequeño porcentaje de fallar. Ella formaba parte de ese porcentaje.

Genial Hannah.

Vació su estómago mientras su hermana le sujetaba el pelo.

Lo que eran las cosas. Hacía apenas unas semanas, había sido completamente a la inversa, solo que por otro motivo.

Brittany inauguraba su restaurante la noche siguiente.

Había estado tan estresada que las reunió a todas y acabó con las existencias de alcohol de Aída. No era fácil algo así.

Ahora por lo visto estaba más calmada. O quizá es que no quería preocuparla. Seguro que era eso.

Britt corrió a la cocina a por un vaso de agua. Sentía la garganta reseca y en carne viva.

Acarició su vientre en pequeños círculos.

Lo siento mucho, cosita. No lo sabía. Te prometo que no habrá más vino por ahora. Y me cuidaré más.

Ahora solo tenía que pensar como decírselo a Jeremy.

Posiblemente le daría un ataque.

¿Y Jason? ¿Querría aun estar con ella?

La verdad es que tras su huída aquella tarde, lo dudaba.

Dios... ¿Y por qué demonios había salido corriendo?

Las cosas se habían calmado después de la visita inesperada de Jeremy.

Mierda, y seguro que este se había marchado preocupado.

Y con razón.

....

Salir con los chicos. Eso era lo que necesitaba.

Después de darle demasiadas vueltas a la cabeza siempre a lo mismo, lo mejor era distraerse.

Llamó a Héctor y después a Jason. Ambos casi tenían su mismo estado de ánimo.

Dios... realmente esas chicas les habían pegado duro.

Una vez en el restaurante, solo tenía que verles para confirmarlo.

Después de comer con Héctor, había regresado a su casa e intentado relajarse sin éxito.

Enamorado y más enamorado aun le esperaban ya en una mesa.

-Así que, ponedme al día. ¿A qué vienen esas caras?

Ambos le miraron arqueando las cejas.

Sí, bueno, él no tenía mejor aspecto. Eso era algo seguro.

Pero nunca nadie me gustó tanto.

-Estoy enamorado. Ya está, lo dije.

Oh, sí. Lo dijo. Ojala pudiese burlarse de él. Simplemente no estaba de humor.

-¿Y qué hay de ti, Jason? ¿Pasó o no algo con Hannah?

-Pasó.

-¿Entonces por qué estás aquí y no con ella?