Juro que te tendré

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JUAN

¡No está!
Tiró fuerte de su pelo.
Ella no estaba en su casa.
¿Donde estaba?
La habia visto marcharse se la inauguración acompañada por ese musculitos rubio que no la habia soltado en toda la noche.
Ella deberia estar aqui. En su casa. En su cama. Esperando por él.
¡Hija de puta! ¡Se ha ido a casa de ESE!
Volcó todo lo que encontró a su paso.
Esto no iba a quedar asi.
Ella le habia mirado con miedo esa noche.
Era tan fácil leer su expresión. Era como un puto libro abierto.

Ya más calmado, sopesó sus opciones.
Entrar en su casa fue sencillo.
Su hermano Moi, al ser policía, tenia llaves de su casa. De la casa de todo en realidad. Habían acordado eso hacia tiempo.
Irónicamente fue idea de Hannah.
Estúpida. Tu misma me diste la clave para llevarte.

Esa era la intención. Por supuesto habia ideado un plan por si ella no estaba sola. Bastaba con golpear a su acompañante y dejarlo inconsciente.
Luego la amordazaria y ataria para llevársela.

Relamiendose ante la idea de tenerla frente a él, indefensa, se ocultó bajo la cama de ella y esperó.

En algún momento ella tendría que volver a su casa. Y desde luego se llevaria una sorpresa.

Las horas pasaron lentamente.
Acaban de dar las siete y media de la mañana cuando escuchó un ruido de llaves.
Sonrió.
Por fin.
Salió de debajo de la cama y esperó tras la puerta.
La escuchó tararear mientras se dirigia a su dormitorio.
Escuchó su jadeo en cuanto vio el desorden que reinaba en la habitación.
Salió despacio, situandose a su espalda.
Ella se volvió para salir y se detuvo en cuanto le vio.
El miedo seguia ahi, haciendose mas real.
-Juan, no...
Su puño se estrelló contra el rostro de ella, dejandola inconsciente al momento.
Bien podria atarla en su cama y disfrutar de ella.

Se excitó desnudandola. Aun llevaba el condenado vestido de la noche anterior.

Apretó los puños cuando vio que no llevaba sujetador.

Utilizó la cuerda que habia llevado consigo para atarla de pies y manos a los postes de la cama.
Luego, tomó prestado uno de los pañuelos para el cuello de ella para amordazarla.

La imagen final lo llevo al éxtasis.
Tomando asiento en una butaca frente a la cama, tomó fotos con su teléfono. Aquella era una imagen que no olvidaría pero quería mas que un recuerdo.

A pesar de querer tocarla, lamerla y hacerla suya, se mantuvo donde estaba.
Su miembro estaba endureciéndose bajo el pantalón.
¿Que pensaría ella si recuperase la consciencia y le viese mirándola mientras se masturbaba?
Soltó los botones de su pantalón, bajó los boxer y se acarició lenta y metódicamente.
Un gemido involuntario escapó de su boca.
Con la mirada aun fija en ella, observó como poco a poco, sus ojos se abrían y se hacia consciente de la situación y de él.
Averiguemoslo.

Hannah (Serie Love 01) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora