La invitaría a desayunar con él.
Quería demostrarle que era un buen tío y si eso le llevaba más tiempo del que hubiese tolerado en el pasado, bueno, estaba dispuesto a soportarlo.
Sin embargo, mientras se acercaba a su mesa, notó algo distinto.
¡Lleva maquillaje!
En seis meses jamás la había visto siquiera con algo de brillo de labios. Ahora apenas podía ver a la Silvia que conocía.
No era que llevase maquillaje en exceso.
Era algo sutil pero que la hacía aun más hermosa.
Si él pensó en algún momento que ella sería algo pasajero, no podía recordarlo. Todo lo que quería era besarla, arrodillarse frente a ella y suplicarle que le dejase besarla.
-Buenos días, dulzura.
-Buenos días, Héctor.
-¿Te apetece desayunar conmigo?
-Claro. Deja que haga una última llamada para cerrar esta ficha y nos vemos fuera en cinco minutos.
-Que sean tres. Me gustas con maquillaje.
Ella enrojeció.
-Te diste cuenta.
Oh, nena. Cuando te darás cuenta de que solo te veo a ti.
.....
Resolvió la llamada en dos minutos y medio. No quería hacerle esperar.
Ojala no estuviese tan nerviosa.
Había tardado casi una hora en maquillarse por cómo le temblaban las manos.
Al final, no le quedó más remedio que despertar a su hermana, quien por cierto, aun tenía que contarle sobre su encuentro con Sean, y permitir que ella lo hiciese.
En su estado, posiblemente habría terminado sacándose un ojo.
Por supuesto, todo aquello despertó la curiosidad de Aída y suscitó preguntas para las que no estaba preparada.
Al final, logró decir lo suficiente para saciar a su hermana.
Ahora, con el bolso en la mano y de camino a la salida, todo lo que quería era ser capaz de sincerarse con él, decirle que podían intentarlo si él estaba dispuesto.
Esperaba que aun lo estuviese.
....
En cuanto ella apareció para encontrarse con él, Héctor respiró hondo.
Realmente la quería.
Juntos se acercaron a una cafetería cercana.
Él la observaba de reojo.
Podía percibir un cambio en ella. No sabría decir exactamente que era pero desde luego le daba la bienvenida.
Fuese lo que fuera, su compañera irradiaba una seguridad y una luz que antes no estaban ahí.
-¿Café y tostadas?- le preguntó una vez se sentaron.
-Eso sería perfecto. Gracias.
Mientras ordenaba el pedido, pensó en que hacer a continuación.
Decirle que sentía que quería algo más que amistad con ella no contaba. Ella sabía que la deseaba. Ahora tendría que demostrarle que iba mucho más allá.
Muchísimo más.
.....
Jason apartó a Carl de Hannah. Le empujó, en realidad.
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Hannah (Serie Love 01)
Roman d'amourHannah es una mujer entrando en la treintena con una vida aparentamente perfecta. Su vida cambia cuando la relación con el que creía que era el amor de su vida se acaba. Y para colmo, él ya tiene a otra. Jason lleva loco por su vecina desde que la...