Hannah (Serie Love 01)

Despierta

BRITTANY

Mi hermana no despierta.
Hace ya un par de dias que la ingresaron en el hospital.
Por lo visto el shock emocional pudo con ella.
No es de extrañar.
Por lo que logramos que Moi nos contase...

Dos dias antes
Despierto sobresaltada.
Sean se incorpora a mi lado.
Todavia no puedo creer que este aquí, conmigo.
Tantos nervios como pasé durante la inauguración y él se había quedado hasta que el último invitado se marchó para acompañarme a casa.
Nunca olvidaría como al llegar a su portal me cogió de la mano y pidió que le escuchase sin interrumpirle.
-Perdoname por ser un cobarde y no haber dado este paso antes, pero te amo, pequeña. Yo...
Y yo no pude dejarle seguir.
Le abracé y besé entregandole mi corazón.
El modo en cómo él me hizo el amor esa noche y como me había abrazado al terminar, fue maravilloso.
Pero este despertar...
Nunca había contactado así con mi hermana.
Había sido tan real y aterrador.
Sentía su miedo. Su desesperación de que no la creyese.

Me abalancé sobre el teléfono y marqué el número de Moi cuando pude volver a respirar con normalidad.

No sabia como responder a las preguntas que me hacia.
Le había despertado y seguía medio adormilado.
Escuché como apartaba las sábanas a un lado para levantarse de la cama.
También como conectaba la cafetera.
Y me interrumpí en mi historia cuando le oí maldecir.
Había conectado el manos libres ante la insistencia de Sean.
Estaba bien con eso ya que las manos no dejaban de temblarme.
-¿Moi? ¿Que pasa?-preguntó Sean cuando le escuchamos maldecir un par de veces más.
-Sus llaves no están.
-¿Que llaves?-pregunté yo esta vez.
-Las de el piso de Hannah. No están.

Después de eso todo fue un poco caótico.
Traté de llamar a Hannah pero no atendía.
En su trabajo, cuando fuimos hacia allí, Annette explicó que no se había presentado.

No sabia que hacer. Temía avisar a mis padres. Moi me había aconsejado esperar un poco más.
La verdad es que temía que él supiese algo que los demás ignorabamos.

Antes de saber como, la oficina de mi hermana se llenó de nuestros amigos.

Ver aparecer a Jeremy y a Jason me puso nerviosa.
Jeremy explicó que había quedado con Richard para desayunar y que al vernos allí, no pudo evitar acercarse.

Jason, mencionó que había probado de llamar a Hannah pero no logró que contestase así que se acercó para darle una sorpresa.

Y la mayor sorpresa fue un tal Richard Jones.
Annette lo identificó como paciente y amigo de Hannah.
-Necesito hablar con ella. Es importante.
-Puede hablar conmigo-le dijo Moi.- Soy policía.
-Se quien es. Su hermano es paciente mio. Por él es por lo que estoy aquí. En nuestra última sesión él mencionó algo acerca de hacer cualquier cosa para tener a Hannah. Nunca lo vi tan decidido y por eso vine hoy. Para prevenirla.
-¡Joder!

Ver a Moi perder la cabeza no era agradable, desde luego.
Él solo, movilizó a unos cuantos agentes.
-Voy a su casa. Algo me dice que es allí donde están.
Asentí como pude.
No quería pararme a pensar en que uno de los nuestros quería hacerle daño a mi hermana.

Todo sucedió tan deprisa que apenas pudimos reaccionar.

Moi subió con otros tres agentes.
Nada pudieron hacer para mantener alejados a Jason y a Jeremy.
Ambos prometieron mantenerse a sus espaldas pero nada les impediría subir.

En el portal, los demás estábamos de los nervios. No fue mucho mejor cuando el estruendo de un disparo rompió el silencio.

Como dije, han pasado dos días.
No quiero separarme de ella.
Mis padres se enteraron de lo ocurrido.
Pasan aquí casi todo el día.
Se que mi madre ha tratado al igual que yo de contactar con Hannah mediante ese don que poseemos.
Ninguna ha tenido suerte.
Hannah ha cerrado su mente. La mantiene dormida al igual que su cuerpo.

La pandilla esta fuera, esperando noticias.
Jason también.
Quizá debería dejarle entrar.

Me dirijo a la puerta para hacer precisamente eso.
Cierro los ojos antes de abrirla y veo una imagen en mi mente.
Es solo un flash.
Hannah, Jason y dos hermosas niñas.

Me vuelvo de golpe hacia mi hermana y ella me esta mirando.
Sus manos se apoyan sobre su vientre.
Dios mio...