Arrancó el coche y condujo hasta llegar donde vivía su hermana.
Por fin ella pedía ayuda. Se alegró de que finalmente diese el paso.
Cuando ella la llamó para decirle que lo de Jeremy había terminado, sinceramente, se alegró.
Quizá al principio no fuese evidente, pero la relación estaba destinada al fracaso.
Sin embargo, no admitiría eso en alto.
En cuanto a ella... Su vida amorosa dejaba mucho que desear.
Llevaba años enamorada del mismo hombre.
¿El problema?
Él aun la veía como a una niña. Peor aún, como a la hermana pequeña de Hannah.
Suspiró.
Hacía tiempo que no le veía. Había estado evitando encontrarse con él, lo que le había ido genial porque en ese tiempo, ella había cambiado.
Ahora solo tenía que ver si lo había superado, y si no era así... No le quedaría más opción que arriesgarlo todo.
Cuando llegó, su hermana ya la esperaba con una pequeña bolsa en la mano.
Una vez en el interior del coche, la miró fijamente tratando de averiguar que podía haber sucedido. No pudo.
-De verdad espero que me lo cuentes.
-Te prometo que lo haré, pero antes tengo que pasar por una farmacia.
-Por favor, dime que no estás tomando antidepresivos.
-¡No!
-Vale, vale. Solo preguntaba.
Arrancó de nuevo y condujo hacia su pequeño apartamento. No era gran cosa pero a ella le encantaba.
De camino, se detuvo en una farmacia y esperó a que su hermana volviese.
Aprovechó la espera para hacer algo de limpieza. Su asiento trasero era una pocilga. Había envoltorios de comida rápida y botellas de agua por todo el lugar.
Para ser la futura propietaria de un restaurante familiar, era una persona horrible para comer.
A este paso tendría que recurrir al gimnasio. Otra vez.
.....
Mierda. Es ella.
Ahí estaba. Su obsesión. No sabía de que otro modo llamarla.
Brittany Roberts, la niña a la que llevaba a caballito cuando era una cría, había crecido. Y de qué modo.
Joder, tenía un cuerpo precioso por el que babeaba.
Hacía tiempo que no sabía nada de ella. Dos jodidos y largos meses, en realidad.
Y se había estado volviendo loco por saber.
Evidentemente no podía decir nada. Ni siquiera a sus mejores amigos. Eso era algo que se llevaría a la tumba.
Brittany era intocable.
Temía el día en el que ella encontrase a un hombre con el que compartir su vida.
Había sobrevivido a algunas de sus parejas porque eran capullos que no le duraban nada. Ninguna la merecía.
Él no estaba preparado para verla sentar la cabeza.
Además, para ella, él no era nadie especial. Un amigo de su hermana. Nada más.
Apretó los puños contra su cuerpo y siguió observando como ella tiraba envases y envases de comida y bebida.
Sonrió.
Tenía ganas de ir hacia ella, cogerla en brazos, apoyarla sobre el capó del coche y comerle esa hermosa boca respondona.
Se puso duro solo de imaginarlo.
Empezó avanzar hacia ella, cuando un movimiento más allá llamó su atención.
Hannah.
Se detuvo en seco. Observó a su mejor amiga dirigirse hacia el coche de Brittany con una bolsa de la farmacia en la mano, subir y esperar a que su hermana arrancase para desaparecer.
¿Qué está pasando?
.....
-¿Qué hay en la bolsa?- preguntó mirando a su hermana de reojo mientras adelantaba por la derecha.
Hannah miraba por la ventana y sujetaba la bolsa de plástico con fuerza contra su pecho.
-Tú sabes que puedes contar conmigo, Hannah. Cualquier cosa que necesites, solo tienes que pedirlo.
-Gracias. Lo sé.
-No voy a obligarte a contármelo pero creo que tú mejor que nadie sabe que guardarse las cosas no es bueno.
-¿Intentas usar la psicología conmigo?
-Si funciona, entonces sí.
Vio un aparcamiento no muy lejos de su piso, puso el intermitente y maniobró hasta que aparcó.
Una vez dentro de su piso, se dirigió al frigorífico y sacó una botella de vino.
Hannah declinó el ofrecimiento.
-He abusado un poco del vino antes. Prefiero agua.
Mientras Britt le servía el agua, Hannah se encerró en el cuarto de baño y abrió la primera de las cinco cajas que había comprado.
Las usó todas. Ahora a esperar.
Diez minutos después seguía sin poder creerlo.
Positivo. Las cinco pruebas. No podía ser más claro. Estaba embarazada. De Jeremy.
Joder.
-¿Estás bien?- habló su hermana al otro lado de la puerta.
Hannah abrió el cerrojo y esperó a que entrase.
Brittany miró a su hermana y después hacia donde esta miraba.
Me cago en la puta.
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Hannah (Serie Love 01)
RomanceHannah es una mujer entrando en la treintena con una vida aparentamente perfecta. Su vida cambia cuando la relación con el que creía que era el amor de su vida se acaba. Y para colmo, él ya tiene a otra. Jason lleva loco por su vecina desde que la...