Eres...tú

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CARLOS

Puta resaca. Está jodiendo mi cabeza.
Solo deseaba volver a su casa, meterse en la cama y no volver a salir hasta que su cabeza volviese a estar en condiciones.
La mañana habia sido una mierda y la tarde no parecía que fuese a mejorar.
Tras picotear unos restos de comida china de hacia tres días, se duchó y vistió para ir a trabajar.
Necesitaba un día tranquilo. Quizá podría aprovechar el fin de semana siguiente e ir a visitar a sus padres. Había estado alargando ese momento. Siempre tenía un plan alternativo, pero ahora mismo, la tranquilidad que ofrecía el hogar de sus padres en las afueras, le atraía como un canto de sirena.
Justamente igual que se sentía con respecto a ella.
¿Por que cojones no podía dejar de pensar en ella?
Aída. Aída. Aída.
¡Joder!
Una vez en su despacho, encendió el ordenador y desconectó su mente de todo lo demás. Bueno, lo intentó.
Las cifras bailaban en la susodicha pantalla.
El teléfono amenazaba con hacerle estallar la cabeza.
A punto estaba de lanzarlo por la ventana cuando se dio cuenta de que no era el de despacho. Era su movil.
El nombre de Aída parpadeaba en la pantalla.
Descuelga, idiota.
Deslizó el dedo por la pantalla y se llevó al teléfono al oído.
-Dime-respondió con toda la frialdad que fue capaz de reunir.
-Si...-carraspeó un hombre al otro lado- Soy el doctor Shepard del Hospital Central. Tenemos ingresada a una paciente, identificada como Aída Torres, según su carnet. Ella llegó inconsciente. Le llamamos porque usted figura como la última llamada entrante.
-¿Inconsciente? ¿Que ha pasado?-Gritó prácticamente al hombre al otro lado.
-Ella fue atacada por lo visto. No ha recuperado el conocimiento aunque está estable. ¿Es usted familiar?
Antes de pensar la respuesta, las palabras salieron solas.
-Es mi novia.
-¿Puede venir al hospital.
-Estoy de camino.
Y así era. Dejó todo tal y como estaba y salió hacia el exterior.
-Bien. Vamos a subirla a planta. Segundo piso. Pregunte por mi.
Colgaron.
Los dedos le temblaban mientras con una mano arrancaba el coche y con la otra marcaba el número de Héctor.
Este se ocuparía de avisar a Silvia.
Ahora, solo quería llegar junto a ella.
Ya voy, nena.

AIDA

Trató de abrir los ojos. La luz le molestaba.
Los cerró de nuevo.
Había alguien junto a ella. No sabía quien.
La inconsciencia llegó de nuevo.

SILVIA

Héctor se levantó de golpe de su mesa con el teléfono pegado a su oído y caminaba hacia ella.
Parecía preocupado.
Colgó cuando llegó frente a su mesa.
-Era Carlos. Aída está en el hospital.
Aida. No, por favor. Mi hermana no.
-¿Que pasó?
-Vamonos. Te contaré por el camino.
Ya que justamente iban a salir a comer, no fue necesario avisar a nadie.
Corrieron hacia el coche de Héctor y este arrancó tal y como se cerraron las puertas.

SEAN

Decir que estaba en el cielo, era quedarse corto.
Pasar la noche con Brittany fue lo mejor del mundo. Verla dormir y despertar a su lado.
Varias veces a lo largo de la noche la despertó para perderse en ella.
Simplemente no tenía suficiente.
Su teléfono sonó avisando de un mensaje de voz.
Había dejado el móvil en la oficina cargando mientras revisaba un coche que acababa de llegar.
Pensando que seria Brittany, lo puso en altavoz mientras cogía una botella de agua del frigorífico.
Sean...Alguien atacó a Aída y está en el hospital. Llamé a Hannah pero no responde. Llámame por favor.
Se le heló la sangre.
Aída, nena.
Cogió el teléfono y marcó el número de Hannah.
-Sean, dime.
-Voy camino al hospital. Es Aída.

Hannah (Serie Love 01) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora