No lo hagas

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HANNAH

-¿Y cual es el plan?
-Conquistarla. Hacerla mia de nuevo.
-¿Por qué?
-¿Como que por qué? Ella me utilizó. Me mintió. Se casó con otro.
-Y tu quieres devolverle la jugada.
-No es asi.
-Por supuesto que si. Si vas a acercarte a ella, hazlo por las razones adecuadas.
-¿Y que razones serían esas?
-Que no has podido olvidarla. Que esa bolsita que no dejas de acariciar te recuerda a ella. Admitelo. Sigues enamorado de esa chica.
No esperó una respuesta. Era más que evidente.
-Creo que mi tiempo ha finalizado.
-En realidad aun quedan diez minutos. Tu decides si quieres pasarlos en completo silencio o admitir que estoy en lo cierto.
Se encogió de hombros y esperó a que él tomase una decisión.
-Quizá si la ame, pero eso no cambia nada. Aun quiero vengarme.
-¿La has visto recientemente?
-No. No desde aquella noche.
-Nos conocemos Richard y sé que no podrás herirla. De ningún modo. Quizá debas primero saber que siente ella y sus motivos para lo que hizo.

AIDA

Se había ido. Carlos se marchó. Y dolía. Muchísimo.
Sean entró de golpe y las lágrimas fluyeron de golpe.
Se refugió en los brazos de su amigo y lloró hasta quedarse dormida.

SEAN

Estaba cabreado.
Odiaba ver asi a Aída. Ella había terminado quedándose dormida en sus brazos después de llorar durante un buen rato.
Miró a los demás que había en la habitación con él. Ninguno dijo nada.
No era necesario. Ese cabrón que se había marchado como un cobarde la había herido. No iba a permitir eso.
Ella no sufriría de nuevo.
El sonido de unos tacones acercándose les hizo volverse hacia la puerta.
Hannah entró poco después, les miró a todos y finalmente a Aída.
-Dios mío... ¿Que sucedió?
Se acercó a la cama y acarició el pelo de Aída. Esta abrió los ojos y miró a su amiga.
-Hola cariño. ¿Cómo estás?
Las lágrimas aparecieron de nuevo.
-Se fue. Por mi culpa. Yo lo alejé.
Hannah abrazó a su amiga y él apretó los puños impotente.
Sería mejor que no se cruzase con ese chico en un futuro próximo.

JASON

Todo estaba listo. Solo faltaba la chica.
Revisó que todo estuviera en su lugar.
Tras hacer la compra, incluso se desvió y entró en una floristería.
Lo que son las casualidades, hablando con el propietario para pedirle consejo, descubrió que era el padre de su chica.

Unas horas antes

-¿Puedo ayudarle, joven?
-Es la primera vez que compro flores para una mujer y no se que elegir.
-Las rosas suelen ser una buena opción, pero si aceptas un consejo, y esa mujer resulta ser tan especial como para traerte hasta aquí, yo elegiría las orquideas.
-¿Por qué?
El hombre se encogió de hombros.
-Mi hija Hannah dice que son las flores más hermosas. Son bonitas y particularmente sencillas. Según mi hija, las orquideas blancas son sus favoritas.
¿Hannah? No podía ser casualidad.
-¿Su hija, vive en el edificio que hay tras el colegio y el hospital?
-Asi es. ¿por que?
-Las flores... son para ella.
Así que aqui estaba. Una deliciosa cena cocinandose a fuego lento, un vino enfriandose en el frigorífico y las flores favoritas de su chica.
Miró el reloj por enésima vez.
Ya no tardaría en llegar.
Media hora más tarde, alguien llamó al timbre al mismo tiempo que recibió un mensaje de texto.
Abrió a su chica y mientras esperaba a que subiese con el ascensor, leyó el mensaje.
Voy a marcharme unos dias. No te preocupes por mi. Solo necesito un poco de tiempo. Estaré en casa de mis padres. Cuidate tio.
Carlos. ¿Que ha pasado para que te vayas?

Hannah (Serie Love 01) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora