Hannah (Serie Love 01)

Por fin juntos

CARLOS

Tuve suerte de que el policía que me paró fuese Moi.
En este tiempo, Héctor, Jason y yo hemos entrado a formar parte del grupo de amigos de las chicas. Hasta el ex de Hannah y su novia.

A lo que iba. Tuve suerte.
Por supuesto que me obligó a dejar el coche a un lado mientras la grua venia a por él y no me quedó más remedio que ir a comisaría.
Una vez allí me permitió hacer una llamada de modo que marqué el número de Héctor.
Lamentaba arruinar su cena de parejas pero alguien tenia que venir a por mi.

Dos horas después mis dos mejores amigos entraron por la puerta.
No parecían contentos pero les vi suspirar aliviados cuando me vieron.
-¿En que demonios pensabas al conducir ebrio?
Si. Definitivamente Héctor estaba cabreado.
Miro de reojo a Jason y por un momento me pareció oirle gruñir. Tampoco estaba contento.
-Tenia que llegar a casa de Aída.
-Podrias haberte matado, idiota. O haber matado a alguien.
-Lo sé. Yo solo queria llegar a ella.
-¿Y no podia esperar?
Me apresuré a negar con la cabeza.
-Ella me ama y yo la amo con todo lo que soy. No queria estar mas tiempo lejos de ella.
La mirada de mis amigos se serenó.
Ellos estaban enamorados. Me entendían.
-Coge tu chaqueta. Te llevaremos a casa.-dijo Jason quien hasta el momento no habia dicho nada.
-Llevadme con ella. Por favor.
Debi darles tanta lástima que aceptaron.

AÍDA

Después de que Carlos colgase, no he dejado de pasear arriba y abajo en mi habitación.
No se que hacer. Él me ama. ¿No debería ir a su casa y lanzarme a sus brazos?
Quizá podria esperar a que esté sobrio y asegurarme de que lo que dijo es cierto.

Escucho la puerta de la calle y voy hacia allí. Me sorprende ver que mi hermana viene sola.
Crei que Héctor vendría con ella.
Últimamente ha estado quedándose a dormir.
-¿No es muy pronto para que regreses?
-Si, pero alguien hizo algo estúpido y Jason y Héctor se fueron a comisaria.
-¿Es por Carlos? ¿Está bien?
-Podria haberse matafo con una dosis de alcohol en sangre superior a la permitida. Parece ser que venia hacia aquí.
Mis piernas empiezan a sentirse como de gelatina y eso me obliga a sentarme.
No puedo creer que cogiese el coche en ese estado.
¿Y si hubiese tenido un accidente?
No soporto la idea de no volver a verle.
No se cuanto tiempo estoy en shock.
Debe ser un buen rato.
El ruido de el timbre de la puerta me obliga a apartar la mirada de mis manos y enfocarla en Carlos, quien ya parece en mejores condiciones de lo que sonaba por teléfono.
-Te dije que vendría.
Se dejó caer de rodillas frente a mi.
Mis manos van de forma involuntaria hacia su cara, acariciando la barba.
Extrañé esa sensación.
Le siento contener el aliento.
Besa mis dedos cuando mis pulgares rozan sus labios.
Levanta sus manos y me coge de las muñecas.
Levanto la mirada y me encuentro con sus profundos ojos oscuros y ahora soy yo la que contiene el aliento.

-Dímelo de nuevo.
Se perfectamente a que se refiere.
-Te amo.-susurro esperando a que él de verdad me corresponda.
-Y yo te amo a ti, mi niña preciosa.
Sonrío sin poder evitarlo.
Me lanzo a sus brazos y junto nuestras bocas vomo llevo tanto tiempo deseando.
Por fin juntos.