No me esperes

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CARLOS

Tras llegar a casa de sus padres, se sintió aun peor. Lo que creyó que sería una salida fácil y eficaz, se convirtió en una tristeza infinita.
La extrañaba. Sabía que ella no quiso ser cruel y seguramente tampoco pensaba nada de lo que dijo, pero las palabras dolieron igual.
Tumbado en su cama de cuando era adolescente, cerró los ojos momentáneamente hasta que alguien llamó a su puerta. Suponía que seria su madre.
No debió pasarle inadvertido el echo de que no solo se presentase sin avisarles, sino que se negase a hablar.
-¿Podemos hablar?
-Imagino que no te detendrás aunque te diga que no.
-Soy tu madre. Es mi deber.
Se adentró en la habitación y tomó asiento en los pies de la cama.
>>¿Por que viniste asi? Te conozco, Carlos. Eres impulsivo pero también responsable. Y ahora mismo te miro y te siento lejos, fuera se control.
-Quizá lo este.
-¿Es por una chica?
Podria haberle sorprendido sino estuviese acostumbrado al sexto sentido de su madre. Era frecuente en ella adivinar lo que le pasaba. Nunca pudo esconderle nada. Ni siquiera sabia porque lo habia intentado en esta ocasión.
-Si. La conocí hace unos dias. Héctor organizo algo asi como una cita a ciegas en la que Jason y yo le acompañamos. Todo para ligarse a una compañera de trabajo. Ella no aceptaba salir a solas con él, asi que fue con su hermana y una amiga.
-¿Y por cual estás así?
-La hermana.
-¿Me vas a contar?
-Nos acostamos.
-Si solo es sexo de una noche no quiero saber. No le encuentro sentido a eso.
-Empezó siendo eso. Era lo que ambos queriamos, pero mamá, en cuanto la toqué, en cuanto la senti... ¡Dios! Me volvió loco. Me cabreó que hiciese como si nada. Es imposible que ella no sintiese esa conexión entre los dos.
-Quizá solo tiene miedo.
-Yo también. Nunca esperé esto. Es decir, nunca me interesó tener una relación monógama, asi que aqui estoy. Hoy... la atacaron. Está en el hospital. Iba a quedarme con ella pero las cosas que dijo...
Cerró los ojos. Aun podia oir sus palabras. Y dolia.
-Sabes, hijo. Crei que tu padre y yo te habiamos enseñado a pelear por lo que quieres. A no rendirte. Que lástima que no hayas aprendido nada de eso. En fin, baja a cenar.
Cuando su madre salió de la habitación, pensó en su conversación. Él no iba a rendirse. Solo estaba dándole tiempo a Aída, porque cuando volviese... Ella no iba a seguir huyendo.

JASON

Apenas podía pensar con claridad. Todo sucedió tan deprisa. Ella estaba en su casa. Todo iba bien. Y de pronto esa maldita llamada.
¿Y si él no hubiese salido tras ella?
No queria pensar eso.
Ella acababa de perder a su bebé. Suyo y de su ex.
Ni siquiera podia alegrarse porque ya no tuviesen algo que les uniese para toda la vida.
Sin darse cuenta, desde que ella le confesó su embarazo, habia empezado a considerar la idea de ver crecer a ese niño. Ese pedazo de ella.
Y ahora... Nada.
Escuchó pasos y levantó la mirada de sus manos, donde habia estado fija en la última media hora.
Jeremy se acercó con el doctor que les había dado la noticia.
-Hannah ha despertado. Van a trasladarla a una habitación en la segunda planta. Habitación 223. La señorita Roberts pregunta por un tal Jason Martin.
Todas las miradas se volvieron hacia él.
Jason se limitó asentir y siguió al doctor.
Al pasar junto a Jeremy, puso una mano sobre su hombro y murmuró un lo siento.
Este cabeceó un asentimiento y Jason siguió su camino.
Al llegar frente a la habitación 223, cogió aire y entró.
-Hola.
-Hola.-susurró ella mientras él se acercaba a la cama y cogía su mano.
-Nena, siento mu...
-Por favor no lo digas.
-Hannah, yo... solo quiero que sepas que estoy aqui. Te quiero.
-Voy a irme un tiempo en cuanto salga de aqui. No soporto los recuerdos. Ni siquiera puedo mirarme en un espejo sin querer destrozarlo. El dolor me está matando.
-No digas eso. Tienes a mucha gente que te ama. Yo te amo.
-Detente. Me iré. No se cuando volveré. Quería verte para despedirme.
-¿Me estás dejando? ¿Es eso?
-Quería que lo supieras por mi. Hay demasiados recuerdos aqui.
-Podria ir contigo.Puedo...
-No quiero que me esperes. Olvidate de mi.
-¡¿Pero que cojones dices?!
Ella fijó sus preciosos ojos llenos de lágrimas en él.
-¡Estoy rota! Ahora mismo solo quiero morir.Por favor, vete.
-Estoy enamorado de ti. No me alejes...
-Adiós, Jason.
La miró fijamente, tratando de ver si habia una pizca de duda en ella. No la encontró. Asi que se fue.
Ella estaba rota y tenía ganas de morir.
Pero él también.

Hannah (Serie Love 01) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora