43 • Reflejo

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Un distinto color de ojo...

Iluminaba mi reflejo, pero no solo el mío.

El de ella también.

—Te queda bien ese color de pupila.

Una sonrisa de oreja a oreja adorna su cara. Tenía igualmente un color más oscuro de su pupila.

Realiza una mueca aún manteniendo aquella sonrisa.

—Sí, nos queda excelente—volvió a hablar la persona que apareció en el espejo.

Da un paso adelante, colocándose detrás de mí.

Viéndola detenidamente, su ojo izquierdo está más oscuro, en cambio el mío...

—Tu ojo derecho se ha oscurecido a comparación de tu tono normal.

Aprieto mi puño con fuerza y me giro rápidamente para desatar un golpe que le di solo al aire.

Estaba hasta acá que hoy me tocara un día muy extraño.

Primero el sueño y luego esto.

—¿Qué...?—por fin articulé una palabra.

—Por ahora eso es imposible, (t/n).

Volteo a mirar el espejo. Seguía manteniendo su sonrisa de Cheshire en su rostro.

En eso, siento que coloca sus manos en mis hombros y hace presión en estos.

A pesar de no estar presente podía sentir sus manos en mis hombros perfectamente.

Mantenía su dura mirada en mí a través del espejo donde podía verla con claridad.

—No te olvides de donde provienes.

Toc toc.

—¿Todo bien ahí adentro, (t/n)?

¡Esto no puede estar pasando! ¿Porqué me sucede esto a mí?

—¡Tú...!

Miro a mi alrededor buscándola con la vista, pero veo que ya se había ido.

Se desvanecío en un instante. No había ni un rastro de ella en ningún lado de mi cuarto.

Creo que estoy perdiendo la cordura.

Llevé mis manos a mi cabello y lo jalo un poco.

—Qué voy a hacer con esto...

Toc toc.

—(t/n) ¿Estás bien? ¿Puedo pasar?

La voz preocupada de Spreen se infiltra en mis oídos al no recibir respuesta de mi parte.

—Mierda... me había olvidado para qué estaba aquí—murmuré para mí misma.

Dándome un último vistazo en el espejo, arreglo mi cabello para verme más presentable y abro la puerta.

—Ya iba a derribar la puerta si no la abrías...

Me coloco a un lado para que pueda entrar.

Cerrando la puerta detrás de mí, evité hacer contacto visual con él en todo momento. No quería que mirara este pequeño problemilla.

—Carre me contó que te habías quedado dormida y como tardabas mucho...—me miró—vine a verte.

Que considerado. Aún así agradezco su preocupación.

—¿Pasó algo para que te hubieras demorado? Los demás están esperando abajo.

—¡Está todo bien!—le doy una sonrisa con los ojos cerrados—Casi me duermo de nuevo... eso es.

De casualidad | Spreen x túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora