40 • Gente nueva

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—¡Estamos en España!

Hace algunas horas habíamos aterrizado.

Carre casi se olvida su mochila en su asiento, sino fuera por nosotros, se hubiera quedado ahí con sus pertenencias.

—Me quedé dormido—dice adormilado.

—¿Cómo puedes dormir tanto?

Nunca la había pasado tan bien en un vuelo. Estuvimos viendo películas, jugando Roblox, dormimos, y demás.

Esas trece horas de vuelo fueron las mejores de toda mi vida.

Por ahora.

***

Tomamos un taxi cuando llegamos afuera.

Algunos fanáticos nos vieron y pidieron fotos con ellos.

Me sorprendió más que a mí también que me pidieran fotos y algunos autógrafos. Solo pude darles a algunos por la ventana del carro, ya que estaban amontonados.

—¿Qué parte es esta velada?—agarro una galleta que un fan me regaló.

—Es la tercera velada—Iván me mira levantando una ceja—. ¿No te acuerdas?

Me atraganté con la galleta.

Me pasaron agua y, luego de recuperarme, repito lo que él dijo.

—¡¿La tercera?!

¿No era la segunda?

—Sí—Carre sonríe divertido por mi confusión—. Andas perdida últimamente, (t/n).

Habré estado tan despistada para que no me acuerde de ello.

Aún así era demasiado pronto, no concuerda con lo que era originalmente la línea temporal.

—Perdón, estoy muy despistada.

—Tranqui, capaz sea por la emoción—Iván me da unas palmaditas en la espalda.

—Sí, puede que sea por eso.

Espero que sea por eso.

***

Hubo algunas complicaciones para llegar a la casa Madrid, pero finalmente llegamos.

Y sí que parecía una mansión.

—Estoy soñando.

En eso, siento un pequeño dolor de mi brazo derecho. 

—¡Oye! 

Volteo a ver y había un enano sonriéndome, murmurando una pequeña disculpas.

—Era para comprobar si estabas soñando o no.

—Gracias, pero sí dolió.

Abrió la boca, pero alguien lo interrumpió.

—¿Van a venir o se van a quedar ahí discutiendo?

—No estabamos discutiendo_nos cruzamos de brazos.

—¿Entonces?—Iván levanta una ceja.

No hubo respuesta por parte de los dos.

—Parecen unos niños—sonríe, negando con la cabeza antes de entrar a la casa.

Le doy una última mirada a Carre y le saco la lengua, antes de salir corriendo con mis pertenencias a por donde se fue Spreen.

De casualidad | Spreen x túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora