34 • Puente de cristales

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Resumiendo los últimos días.

Todo transcurrió normal, o eso suponía.

No recordaba con exactitud algunas partes, pero puedo asegurar que Spreen seguía vivo.

Hoy era el día, era el día en donde saltaba incorrectamente al vidrio izquierdo, y estoy decidida a cambiar eso.

La primera prueba que tenía que pasar era del teléfono malogrado.

"Spreen ruin mete el maletín en el ring."

"Francés friega frágiles fraternos fríos."

Eran algunas palabras que tenían que decir todos para que lograran pasar aquella ronda y solo eliminarían a los que distorsionaron el mensaje.

"Ari arma la arepa arcana."

Había mucha tensión y miedo de decirlo mal, pero lo que debían decir era demasiado gracioso.

Spreen casi pierde en una, debido a que él tiene dislexia, pero logró superar la prueba.

—Eso fue injusto.

***

Luego de una hora, anunciaron que todos los participantes habían pasado el juego.

Ahora era el momento en el que todos iban a jugar a los saltitos en vidrios, y estaban dirigiéndose hacia esa sala blanca.

—Ok, hay que elegir números ¡Tengo que ir primero, ya!

Por fin, luego de días de espera, estaban en esa sala totalmente en blanco con unos maniquíes esparcidos en el medio en orden, con un chaleco que contenían un número en el centro.

—Oye, Spreen—lo llamo, haciendo que voltease a mirarme. Tenía que decirselo ya—¿Ves esos números del frente del lado derecho? Agarra uno de esos.

—¿Eh? El orden será de menor a...

Lo interrumpí porque no quedaba mucho tiempo.

—Hazlo, porfavor. Yo...—dudo un momento—tengo un mal presentimiento si escoges uno de los últimos.

Fue la primer excusa que se me había venido a la mente para poder convercerlo.

Al decir esto, él me miro dudando si hacerme caso o no.

"Antes de comenzar el juego, porfavor seleccionen alguno de los maniquíes que están frente a ustedes y tomen su chaleco."

Desapareció la barrera invisible y todos fueron disparados a escoger un chaleco.

Algunos iban por el lado izquierdo, otros por el centro y algunos por el lado derecho.

Él estaba en el centro y, sin dejar de avanzar, se dirigió para agarrar uno de los chalecos.

Veo como se dirije a el chaleco número 17, pero en eso voltéa a su derecha cambiando el rumbo.







O eso era lo que suponía.

Se decidió por agarrar un chaleco.

Agarró un chaleco.

Agarró un chaleco diferente.

Agarró el mismo chaleco.

El chaleco 17.

Algunas cosas no se pueden cambiar.

—Perdón (t/n), supongo que van a seguir el orden de la serie—volteó a mirarme.

Pero vio que estaba en blanco.

—¿Pasa algo?

—No, no es nada—niego con la cabeza para no preocuparlo—supongo que tienes razón.

Vas a hacer que se muera.

—Bueno—se ríe nerviosamente—,ahora puede que el orden sea al revés y arranque desde lo último.

Y así iba a ser.

—Espero que no.

Todos los jugadores restantes celebraron que llegaron hasta ese día.

Un bonito gesto por parte de ellos.

"Todos los jugadores que han seleccionado sus números, pasaremos a la sala de juego. Sigan a los guardias."

Al llegar a la sala de juego, empezaron a explicar las reglas del juego.

"El noveno juego se llama: Puente de cristales.
Cada peldaño está hecho con dos tipos de vidrio, vidrio templado y vidrio normal. El vidrio templado es lo suficientemente fuerte como para soportar el peso de varias personas, sin embargo el vidrio normal se romperá incluso si una persona lo pisa. Crucen los trece peldaño hacia el otro lado de forma segura para terminar. Todos los jugadores deberán cruzar antes de que acabe el tiempo."

Había mucha presión en el ambiente. Iban a morir muchos, y todos lo sabían.

Aunque estaban seguros de que el orden sería como normalmente iba a ser.

"El orden será de mayor a menor."

—¿Qué?

"Repito, será de mayor a menor."

—Na, ¿qué es eso?—se queja—. En la serie no era así.

Solo puedo hacer una última cosa.

"El número 18 comienza el juego. Tienen 15 minutos."

—Dijeron que los juegos iban a hacer igual que la serie.

—Spreen.

—Hasta acá llegué—se voltéa a mirarme con una sonrisa forzada.

Vas a sobrevivir.

—Vas a salir segundo—lo miro—, ¿te puedo pedir que saltes a la derecha?

—¿A la derecha?

Apareció el contador arriba de la pantalla, el número 18 debía de saltar.

—Cuando sea tu turno de saltar, ¿podrías saltar al vidrio de la derecha?—digo casi suplicando.

El jugador #61 saltó a la izquierda sin dudarlo y se cayó.

Era su turno y estaba segura de que esto iba a salir bien, salvo que más adelante se caiga.

"Número 61, eliminado."

—Bueno gente, muchas gracias a todos por haberme acompañado en esta sección muy linda—empezó a agradecer tal y como lo recuerdo.

Estaba sonriendo, él sabía que iba a morir, pero lo que no sabía era que se iba a salvar.

—Hasta acá llegué.

Retrocedió un poco para poder saltar, tomó un respiro y sin dudarlo...



Saltó al lado derecho.





Sonreí cuando él saltó, pero mi sonrisa se borró al instante cuando vi que estaba cayendo.

—¿Eh?—abrí mis ojos cuando vi aquello enfrente.






"Número 26, eliminado."

◇◇◇◇◇◇◇

"Game over.

¿Quieres intentarlo de nuevo?

[Yes/No]"

De casualidad | Spreen x túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora