51 • ¡Suéltame!

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Ha pasado un tiempo, el cual me he estado acostumbrando a ser un pequeño felino.

Realmente no es tan malo. Es solo comer, dormir y jugar.

¿A quién no le gustaría tener esa vida?

Aunque no podía quedarme de brazos cruzados... pensándolo bien, ¿no sería de patas cruzadas?

De todos modos, estuve tratando de comportarme como un gato de verdad y no llamar mucho la atención de Iván y (t/n), la del pasado, por supuesto.

Ah, y también descubrí que puedo convertirme en una humana cuando quiera. No lo hacía a menudo, no quería que me descubrieran.

Hasta que llegó ese día.

En este punto ya nada tenía sentido, todo estaba demasiado corrompido y confuzo. Habían varias cosas que no estaban ahí desde un inicio, en mi línea temporal. Otras, simplemente no encontraba, como puede ser algunos accesorios que estaban por ahí decorando el setup.

Y todo fue por eso.

Tuve que buscar en lo más profundo de la casa para encontrar un teléfono que me iba a servir para enviarme ese mensaje a mí misma.
  
    
    
   
    
   

NO LO HAGAS.
     
     
    
    
     
     
     
    
    
    
    

Esa fue la primera advertencia, pero como era de esperarse no dio resultado.

—¿Cómo pudo...?—escuché que ella murmuró paras sí misma.

Las dos nos encontrabamos en la habitación de Iván. Este momento era donde ella se alistaba para estar presentable en este gran día.

Estando debajo de la cama, pude ver que recibí una respuesta de su parte.
     
     
      
      
     

¿Quién eres?
      
      
    
     
     
     

No me dio tiempo a responderle porque en ese momento Iván la estaba llamando, y ella simplemente desechó el mensaje para leerlo después.

¡No había un después!

Es ahora o nunca.

Volví a mi forma de gato y la seguí cuando empezó a bajar por las escaleras.

Tenía que ver de cerca sus acciones, pero pasando por desapercibida.

***

Spreen la presentó a todo su chat nuevamente, dándole una presentación agradable. Como si de una princesa se tratase.

De aquí en adelante todo sucede tal y como recuerdo: Spreen logra pasar la primera prueba de luz roja y luz verde, también logra pasar la segunda prueba de las escondidas...

Con toda la suerte del mundo pudo completar los juegos durante el transcurso de los días.

La bomba, la cuerda, la disco, el ciego, el guía, el teléfono y... los vidrios. 

El puente de cristal. Aquel que comenzó todo. 

Pude ver una mirada determinada en la cara de (t/n). Ya sabía lo que ella estaba pensando en este momento. 

De casualidad | Spreen x túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora