Mar de dudas.

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Malú.

Sí. Aquél día hice lo correcto. Sí. Aquél día tomé la decisión correcta. Y sí, también me arrepentí por ello. Mil veces. Hace cinco y años y hoy. Y quizás dentro de unos años también. Y aún así sigo pensando que lo nuestro no hubiese llegado a ninguna parte por nuestras diferentes vidas, pero sí que cambiaría muchas cosas para que en estos últimos años hubiera sido él y no otro. Decidí dejar de pensar y de hacerme preguntas, ya que la más importante estaba a punto de aterrizar en mi mente. ¿Seguía enamorada de él o me había vuelto a enamorar? Y la más importante, ¿seguiría él enamorado de mí?
Seguramente no. Muchos de nuestros amigos me aseguraron en varías ocasiones de la estabilidad que había encontrado con Laura, y aunque en su momento me alegré por él, y también por ella, ahora mismo me entristecía.
Deje de pensar cuando escuché varios toquecitos en la puerta de mi camerino y me acomodé en el sofá donde me encontraba tumbada.

-Adelante.

+Hey. -dijo al entrar-. ¿Cuando has llegado? No te he visto.

-Hace una hora. Lucía está con su padre y yo me aburría en casa, así que llegué antes, me vestí, me maquillaron y aquí estaba, dándole vueltas a la cabeza. -dije con una sonrisa forzada.

+¿Y en que pensabas?

En nosotros, estuve a punto de decir, en lo muchísimo que me arrepentía de haberte dejado aquél día.

-Cosas mías. -dije levantándome del sofá para darle dos besos.

+Pues no les des más vueltas a la cabecita que sea lo que sea seguro que se resuelve.

Esbocé una sonrisa y tras dejar una caricia en mi mejilla se marchó. Tragué saliva y al instante entró Sol, que al parecer lo había visto todo, cerró la puerta y también le dio por preguntar.

+Dime por favor que no estabas pensando en una persona que empieza por Pablo y termina en López.

El silencio reinó durante unos instantes y mi mirada le valió como una respuesta. Se sentó en el sofá y resopló mientras asentía con la cabeza.

+Te lo dije. Te lo dije en su momento, ¿te acuerdas?

Negué sin entender nada y me senté a su lado para que me explicará.

+Cuando empezaste con Albert dudabas mucho de tus sentimientos, y aunque nunca dijiste que no sería lo mismo que con Pablo, yo entendí a que te referías... ¿Y que te dije?

-Sol, han pasado cinco años de aquello, ¿tú crees que yo me acuerdo? Va, dímelo y déjate de adivinanzas.

+Te dije; por mucho que quieras sentir con otro lo que sentías por él, siempre sabrás que él fue el único que te hizo sentir de esa forma.

Tragué saliva y jugué con mis manos bastante nerviosa.

-¿Aquél día te respondí?

+Me llamaste loca.

-Es que estás loca. Tú misma sabes lo muchísimo que he querido a Albert.

+Estamos hablando de sentir no de querer. Tú querer quieres a todo el mundo, pero muy poca gente te hace sentir como te hizo sentir él.

-Estás loca, Sol. Y me estás volviendo loca a mi.

+Tú ya te estabas volviendo loca antes de que entrará Pablo por la puerta. Tampoco es tan difícil decirme que sigues enamorada de él, ¿no?

-Pero como te voy a decir eso si acabo de salir de una relación...

+Pero sigues sintiendo lo mismo que hace seis años. ¿O me equivoco? -negué con la cabeza y ella soltó una carcajada-. Te conozco y se te nota en la cara, así que no me mientas.

Ángeles Caídos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora