Las horas previas.

108 20 13
                                    

Viernes 21 de Mayo. 21:30. Algeciras.
Malú.

Llevabamos dos días en Algeciras, ultimando los últimos detalles para el gran día, que era en menos de 24 horas. Mañana por fin nos convertimos en marido y mujer. La ceremonia será a las siete de la tarde, rodeados de toda la gente que queremos y de un precioso atardecer acompañándonos.
Lucía y Pablito han llegado hoy de Madrid, junto a mis primas y mis sobrinos, que los cuidarán durante la noche para que nosotros descansemos bien. Ellos tendrán protagonismo mañana, ya que nos entregarán los anillos. Lo han estado ensayando informalmente está semana y ha ido de maravilla. No esperamos que lo hagan genial pero ver que Lucía tiene una ilusión grandísima en su cara por llevar las alianzas junto a su hermano, me hace sentirme orgullosa de ellos. De ella porque haya aceptado a Pablo como mi pareja y de él porqué, aunque tenga un año y no se esté enterando de nada de lo que va a suceder, tiene la misma ilusión que su hermana.

+¿En que piensas? -escucho de fondo, la puerta se cierra tras él y se sienta en el borde de la cama-. Me voy en media hora, quería despedirme porque se me va a hacer eterno hasta mañana.

-Estaba a punto de dormirme.

+¿Me haces un hueco?

-Claro.

Me moví un poco y se tumbó a mi lado, coloqué mi cabeza en su pecho y él comenzó a acariciarme la cara sin dejar de mirarme.

+¿Vas a poder dormir?

-No estoy nerviosa... ¿Tú estás nervioso? Tu corazón esta tranquilo.

+No, no estoy nervioso, pero mañana estaré histérico.

-Yo también. ¿No tienes dudas, no?

+Lula... no he tenido algo más claro en mi vida. ¿Y tú? A ver si me vas a dejar plantado en el altar.

-No te voy a dejar plantado, cariño... pero todo esto parece un sueño.

+Sí. Quizás mañana me despierto y en vez de casarme contigo, sigo con Laura, y tú en vez de casarte conmigo, despiertas al lado de Albert y con dos niños.

-Entonces sería una pesadilla. -contesté riendo.

+Lo mío también... Bueno, ¿quieres que me marché y te dejé dormir?

-Quedate hasta que te tengas que ir.

+¿A que hora te vas a despertar?

-A las 8. ¿Y tú?

+No se, a mi hasta las doce no viene nadie a visitarme, pero imagino que mi madre me despertará pronto, si puedo dormir, claro... Los chicos vendrán a verme a la hora de comer, Alejandro me ha dicho que traera a Lucía, que tus primas pasan toda la mañana contigo.

-Yo me quedó con Pablo y tú con Lucía... yo necesito más tranquilidad y con Lucía correteando será imposible.

+El enano tampoco da mucha tranquilidad. -dijo sonriéndome.

-Ya... pero bueno, estará con sus primas y me lo tendrán entretenido.

+Lucía se va a pensar que no le quieres.

-Mi amor, como se nota que tú no tienes que pasar por peluquería, maquilladora y cientos de cosas más en pocas horas.

+Es verdad, pido perdón... que ya me corté el pelo ayer.

-Pues eso. Y ahora quédate en silencio un rato, cuando me haya dormido te vas, ¿vale? Tócame el pelo.

+Vale, jefa.

Sentí cómo su mano acariciaba suavemente mi pelo, y poco a poco, el cansancio me fue envolviendo. En ese momento, la incertidumbre del día siguiente se desvaneció, y me dejé llevar por la tranquilidad de su presencia.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: 3 days ago ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Ángeles Caídos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora