La despedida.

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Narrador.

La semana pasó volando, Pablo se marchaba mañana a Argentina, que era el primer pais en recibirle tras sacar su quinto disco. Habia hecho sold outs en varías ciudades del país y no podía estar más orgulloso de ello. Estuvo toda la semana con la promoción del disco, firmando los últimos discos y escuchando todo tipo de opiniones que le daban sus amigos y sus compañeros. Y hoy por fin, le hacía hueco a ella, habían quedado para cenar en casa de él y andaba bastante liado preparando la cena. Quería marcharse con una buena despedida, y eso conllevaba que la cena fuese espectacular.
Mientras Malú se arreglaba en casa, que tras cambiarse más de cinco veces, decidió ir con una camisa blanca y unos vaqueros negros. Tras maquillarse, se sentó en la cama y cogió el libreto para leer uno de los primeros textos que él escribió hace ya 8 años.

"Su mirada iguala a la fuerza de un tsunami, tan implacable, destruyendo a su paso todos mis miedos e inseguridades.
No había encontrado tanta perfección en tanto caos, tanta paz en medio de tanto desastre. Quizas a esto le llaman amor, y que suerte que lo encontré en medio de su mirada, en ese instante del que tanto hablan.
Que bonito es experimentar con ella la sensación de detener el tiempo." 27/12/2016.

Los recuerdos de aquellas fechas inundaron el dormitorio, dejando pasar a aquél 23 de diciembre, después de cantar juntos en el Palau Sant Jordi.
Fue el principio de aquella historia, aquella visita al camerino de ella nada más terminar el concierto para agradecerle su invitación. El abrazo de después y la petición para que él se sumará a la cena que tenían en el hotel con todo el equipo.
La conversación tras el convite apartados de todo el mundo, sin quitar la mirada del otro, sintiendo por primera vez aquellas mariposas revoloteando el estomago de ambos.
Un año repleto de recuerdos juntos, reforzando su amistad y admiración por el otro.
La despedida a las tres de la mañana en la puerta de su habitación, ninguno durmió pensando en el otro.
La distancia que tomaron para que aquellos sentimientos no fuesen a más pero que finalmente no se pudieron evitar.
Las primeras mentiras a sus parejas de entonces. Los primeros besos. Las primeras promesas. La primera vez que se sintieron parte del otro. El primer viaje.
Sus primeras veces, habían tantas primeras veces juntos...
La última noche. El último beso sin saber que sería el último. La ruptura.
El dolor en el pecho pensando que serían insuperables. La primera vez que se volvieron a ver, con el corazón a mil por hora. Habían pasado tantas cosas juntos, llevaban tanto tiempo siendo uno del otro, porque aquello ya no se podía llamar amistad, lo que ellos mantenían ya no tenía etiqueta alguna que pudiese describir ese quiero y no puedo en el que llevaban tantos años.
Mientras Malú seguía recordando, Pablo cocinaba una fabulosa cena en su casa, quería sorprenderla, quería que ella recordara esta noche durante todo el tiempo que iban a estar sin verse, sin tocarse, sin sentirse.

Malú llegó a casa de Pablo a las nueve de la noche. Él la recibió en la puerta, con un paño en mano, el delantal sucio y totalmente despeinado. Sonrió al verle así y dejó un beso en su mejilla antes de pasar.

-Iba a venir con un vestido monísimo pero menos mal que sabía que me ibas a recibir así. -dijo ella riendo nada más entrar a la cocina.

+Menos mal... habría perdido la tarde haciendo la cena para luego no probarla.

-Idiota. -dijo ella pegándole en el brazo-.
¿Que has preparado?

+Carrillada con salsa y manzana asada.

Malú se mordió el labio y Pablo se dio por satisfecho con ese gesto. Era uno de los platos favoritos de ella y una vez más había acertado con la cena. Le ayudo a poner la mesa y se sirvieron una copa de vino mientras él terminaba de cocinar la carrillada.

-¿A que hora te vas mañana? -preguntó ella.

+A las tres de la tarde.

-¿Y estas cansado? Imagino que ha sido una semana muy larga.

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