La cena.

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6 de noviembre. 16:00
Malú.

Oigo a Pablo llegar a casa, me incorporo un poco en el sofá, aparto el bol de patatas y bajó un poco el volumen de la televisión.
Se asoma por la puerta del salón y cuando me ve entra con una sonrisa de oreja a oreja.

+¿No estarás viendo una serie sin mí? -preguntó alzando las cejas.

-Estoy viendo una película. -contesto sonriendo-. Aunque es un poco aburrida.

Sonríe de lado y se acerca hasta el sofá, se tumba encima mío y deja un beso en mis labios para después mirarme atentamente a los ojos.

+Te puedo quitar ese aburrimiento... -dice susurrando mientras da suaves besos en mi cuello.

-¿Cómo? -pregunté sonriendo, sus caricias me provocaban escalofríos.

+Déjame mostrártelo.

Comenzamos a besarnos, saboreandonos el uno al otro, sin prisa, como dos adolescentes besándose por primera vez.
Cuando la pasión comenzaba a apoderarse de nosotros, comenzó a sonar mi teléfono, nuestros labios se separaron y Pablo levantó un poco el móvil para ver quién era.

+Es José. -dijo entregándomelo a la vez que suspiraba-. Cógelo.

Se incorporó quedándose a mi lado y antes de descolgar quitó mi camiseta y comenzó a darme besos por encima de mi sujetador mientras acariciaba mi barriga.

-¿En serio? -pregunté mordiéndome el labio.

+Cógelo. -respondió sin dejar de besarme.

Inmediatamente descolgué y saludé a José con estusiasmo pero pronto su tono de preocupación me hizo ponerme en alerta.

+He estado comiendo con papá y a la salida del restaurante unos paparazzis nos han seguido preguntándonos que si los rumores de embarazo que están circulando en las últimas horas son ciertos.

-¿Que hay rumores de embarazo? -pregunté llamando la atención de Pablo, que enseguida me miró perplejo.

+Sí. Antes de avisarte he llevado a papá a casa, y cuando he llegado a la mía he buscado en internet, y sí, todos los medios de comunicación se están haciendo eco de lo mismo.

-Joder... ¿Le dijiste algo a papá?

+No, le dije que lo más seguro es que fuese mentira, pero ya sabes que él siempre tiene la mosca detrás de la oreja.

-Ya... pero ya sabes que si se lo digo yo no tardaría en decirlo.

+Lo sé, y respeto que no se lo quieras decir todavía. Bueno, a ver cómo salís de está ahora...

-Supongo que el silencio hasta el final de la voz dictará sentencia.

+Se te irá notando y se hará imposible disimularlo. Te dejo que tengo que ir a recoger a Mario del colegio, luego hablamos.

-Ciao.

Cuelgo y miró a Pablo que debido a lo que dije paró por completo y se puso de pie esperando a que yo terminará de hablar con José.

-¿Del susto se te ha bajado el calentón? -pregunto sonriendo.

+Me preocupa el acoso que podemos sufrir estás semanas... No se como voy a afrontar yo esto.

-No te preocupes, cariño. Los primeros días son los peores, pero luego sale alguna otra noticia de otro famoso, estos les hacen más caso y se les olvida por completo esto... anda que no he vivido yo estás cosas.

+Ahora entiendo porqué cuando he ido esté mediodía a la casa nueva para ver las obras habían varios periodistas esperando en la puerta.

-Pablo... no le des más vueltas, al principio siempre es así, ya se cansarán.

Ángeles Caídos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora