Enamorada.

561 43 33
                                    

Narrador.

Malú y Pablo subieron a la azotea del edificio en busca de tranquilidad e intimidad después de que sus compañeros les observarán en busca de saber lo que iba a pasar tras esa conversación. Y realmente no iba a pasar nada, porque ellos solo iban a hablar para solucionar lo que había ocurrido el día anterior. Antes de subir, Malú cogió una chaqueta de su camerino, que utilizó tras comprobar el fresco que hacía en la ciudad. Pablo, observó aquella escena y la miró con cariño antes de que ella le dedicase una sonrisa.

-Podriamos haber ido a otra parte. -dijo ella mirando las maravillosas vistas que habían.

+No quería que nos interrumpieran. Además, este sitio es precioso y nunca hemos subido juntos.

-¿Ya has estado más veces?

+Alguna vez... las vistas son preciosas.

Se miraron sonriendo y entre el ruido de la ciudad se sentaron en un pequeño banco de madera.

-¿De qué querías hablar?

+Está claro, ¿no? De lo que pasó ayer y de porqué no me has dirigido la palabra en todo el día.

-Tú tampoco, Pablo.

+Lo he intentado... pero me gustaría saber porque estás así conmigo. Entiendo que te enfadases por como te pedí que te marchases pero estaba en shock y no se que dije...

-No te eches las culpas. La culpa fue mía por besarte y ya está...

+¿Y entonces por qué estás tan distante conmigo?

-¿Por qué crees que es?

Malú miró a Pablo y esté se encogió de hombros provocando una sonrisa en ella.

+Quiero que lo digas tú.

-¿De que me vale decírtelo? No va a cambiar nada.

+Quizas escuchándolo de tí, todos los miedos se me van...

-Así qué es miedo... ¿A qué?

Pablo no supo que decir, tampoco quería confesar que sus sentimientos por ella no habían cambiado, y Malú se quedó callada apartando la mirada de él para perderse en las preciosas vistas.

+Hace unos días me di un tiempo con Laura. -dijo Pablo para la sorpresa de ella-. No estamos bien y creo que lo necesitamos tanto ella como yo, así qué lo que tengas que decir, dilo sin miedo, porque no va a cambiar nada...

-¿Cambiaría algo? Quiero decir... ¿hay riesgo de que te alejes?

+¿Riesgo? -dijo Pablo riendo-. Me voy a seguir comportando contigo de la misma manera.

Malú resopló pensando si era una buena idea decir en voz alta y delante suyo que estaba enamorada de él. Esté la miró sonriendo y Malú volvio a agachar la mirada debido a la vergüenza del momento.

+Yo estuve dos años enamorado de tí y no cambió nada...

-Se te notaba bastante, Pablo.

+Al igual que a tí ahora.

-¿Entonces por qué necesitas escucharlo?

+Vamos a entrar en un bucle al final... -dijo Pablo riendo.

-¿Acaso estás enamorado de mí? -dijo Malú sin apartar la mirada de él.

+Mis sentimientos por tí no han cambiado, Lula... pero no creo que pueda decir que ahora mismo esté enamorado. -dijo mintiendo.

-¿Tienes miedo a enamorarte?

+No. Es miedo a qué pase lo mismo. No estoy dispuesto a poner en riesgo nuestra amistad otra vez.

-Entiendo.

+Y a veces... no se como mirarte y no sentir nada. Y a mí eso me gusta, ¿sabes? Me da placer saber qué nada ha cambiado.

Malú le miró perpleja y esté rompió el silencio a carcajadas. Ella se levantó y anduvo hasta el borde de la azotea para apoyar sus brazos en la barandilla y respirar el fresco de la gran ciudad. Él la siguió y se apoyó al lado de ella imitandola.

-Abraham me ha dicho que vibramos diferente al resto cuando estamos juntos.  Y creo qué tiene razón, yo te quiero porque contigo no me da miedo ser yo.

+Al final tu asesor me va a quitar el puesto de poeta...

-Te digo cosas bonitas y tú te pones celoso.

+Perdone, jefa... los celos son unos traicioneros. -dijo riendo-. Su asesor tiene toda la razón del mundo. ¿Así mejor? 

-Perfecto.

+Yo te digo lo que quieres oir pero tú a mi no eh... Y yo me estoy congelando aquí.

Malú le miró sonriendo y esté bajo la mirada a sus labios para volverla a subir a su mirada. Cuantos besos se quedaban en unos ojos que miraban una boca, pensó ella.

-Sí, estoy enamorada de ti. Y creo que es distinto a lo que viví hace años... pero es que no quiero que cambie nada, por ahora.
Me siento súper bien así contigo... Me encanta que me mires de la forma en la que lo haces, me encanta como me tratas, y yo no quiero que eso cambié porque yo sienta de más. ¿Me entiendes?

Pablo asintió sonriendo y la abrazó. Le entendía perfectamente porque él se sentía igual que en 2017, no quería que cambiase nada por querer conservar su amistad con ella, aunque finalmente terminase cambiando. Ahora se sentía de la misma manera pero por miedo no era capaz de decirlo en voz alta, así qué decidió abrazarle durante unos minutos en los que los dos se sintieron en casa, en su lugar favorito.

DOS DÍAS DESPUÉS.

Las grabaciones de las batallas habían terminado y tanto coaches, que llevaban deseando está noche desde ayer, tras el día intenso de promo, como asesores, iban a compartir una cena en casa de Pablo, cena que terminaría convirtiéndose en una divertida fiesta. Rieron, contaron anécdotas e incluso alguno que otro terminó emocionándose.
Con el paso de la noche, comenzaron a animarse a cantar y terminaron montándose un concierto entre todos hasta las tantas de la madrugada que terminó siendo música de diversos altavoces.
Ninguno había buscado está noche al otro, como se habían prometido, él iba por su lado y ella por el suyo, no querían liarla de más, aunque ganas no le faltaban. Malú se acercó a él y le habló al oído debido al alto volumen de la música.

-Me voy a ir yendo, mañana tengo que madrugar.

+¿Ya? Es muy pronto, todavía. -le respondió.

-Son las tres de la mañana, Pablo.

+Prontisimo. -dijo cogiendo su mano y acercándole a él-. Quédate un ratito más.

Malú se mordió el labio y Pablo pasó la lengua por sus labios secos. Se tenían muchísimas ganas pero ambos se contenieron.

+¿La vas a liar ahora?

-No me importaría. -dijo a escasos centímetros de sus labios.

+No sabes cuánto te odio ahora mismo...

-Me lo puedo imaginar.

Pablo dejó un beso en su mejilla y ella dejo uno en su cuello antes de terminar rodeándole con sus brazos y abrazarse. Pablo comenzó a reír y caminó junto a ella hasta la puerta. Se apoyó en la puerta y la observo mientras recogía sus cosas con una gran sonrisa.

-Ya nos veremos... -dijo ella llegando hasta él.

+Y que sea pronto.

Se volvieron a abrazar y él dejó un beso cerca de la comisura de sus labios. Él lo sintió como un pequeño beso y ella sólo sonrió por la tontería de él. Acaricio su nariz con la mano y ella dejó una palmadita en su pecho antes de separarse.

-Te quiero.  -dijo ella abriendo la puerta antes de marcharse.

+Yo también te quiero, Lula.

CONTINUARÁAAA. 💗
CASIII JEJEJEJE 🫠
NOS VEMOS PRONTITO 🔥❤️

Ángeles Caídos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora