Hablando de tí.

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Narrador.

"Suelo pensar en los momentos en los qué me gustaría regresar, en los qué quisiera detener el tiempo y a los cuales jamás volveré, en los qué debo borrar de mi memoria y en los qué vivirán por siempre en mí.
Sin duda tú eres otra cosa, otro tesoro, algo
intocable e imborrable, eres eso qué
no olvidaré, eso qué no cambiaré, eres el
concepto principal del libro de mi vida, mi
verso con más sentido, mi lágrima llena de
alegría, mi destino, tinta y papel, eso eres.
Y sin duda no me arrepiento de que hubieses llegado a mi vida.
Hablando de tí". 21/04/2018.

Malú leyó la primera página del libro que Alborán le entregó hace tres semanas, le había costado mucho comenzar a leerlo, pero hoy había decidido abrirlo y leerse aunque fuese una hoja. No se esperaba aquél principio, aquella hoja escrita dos meses después de romper pero quiso continuar. Estaba sentada en la cafetería del gran edificio, descansando tras una mañana intensa de grabación, ultimando las primeras canciones de su nuevo disco. Decidió leer una hoja del final, así que fue pasando hojas y hojas hasta llegar a una de las más recientes, escrita hace apenas un mes, una semana antes de volver a verla.

"Definitivamente creo que hay cosas entre nosotros que me hubieran gustado que no pasaran nunca, y también, en definitiva, los siete segundos de tu risa fueron de las mejores cosas que me han pasado en la vida. Un día crucé los dedos para que mi futuro siempre llevará tu nombre, le pedí a cada una de mis pestañas caídas que jamás faltaras, que en los buenos y en los malos momentos estuvieras ahí, porque había llegado a la conclusión de que no importaba qué tan jodido fuese el camino, porque lo que viniese iba a ser perfecto si era de tu mano.
De pronto entendí que el universo se me había reducido al arte de tus lunares, a la literatura de tus labios, a las estrellas de tus ojos, a los centímetros de tu sonrisa y al número de tatuajes en tu piel.
Até tu meñique al mío con un hilo rojo, guardé las tristezas en el cajón, te quise cómo a ninguna, me aprendí de memoria tu cuerpo, tus gestos y tus gustos, y ahora que no estás, quisiera no haberte aprendido tan bien para que olvidarte no costará tanto". 10/03/2024.

Malú alzó la vista del libreto y lo cerró suavemente mientras mordía su labio intentando no llorar. Lo guardó en el bolso y se quedó durante un rato con la mirada pérdida. Pensaba en lo mucho que le gustaría que todos esos textos que él le escribía en papel desde hace años se los hubiese dicho a ella, igual así las cosas hubieran sido muy distintas. Su móvil comenzó a vibrar y cuando vio el nombre de su madre descolgó rápidamente.

+Hola, cariño. Acabo de recoger a la niña del cole y me está insistiendo en que quiere comer contigo. -dijo Pepi al otro lado del teléfono.

-¿Por qué le has recogido tú? Le tocaba a su padre. -respondió ella indignada.

+Me escribió está mañana pidiéndome por favor qué la recogiera que él no podía y qué sobre las cinco venía a por ella.

-¿No es capaz de decírmelo a mí?

+Cariño, no te enfades... mira con que humor estás. ¿Te llevo a la niña y coméis juntas? Así la ves un ratito antes de que pase el fin de semana con su padre.

-Vale... avísame cuando estéis llegando y pido tres menús.

Colgó y miró por encima algunos mensajes que tenía sobre los conciertos del sábado. Tras ello, revolucionó un poco a sus fans por redes sociales y cuándo su madre le avisó de que llegaban, pidió tres menús en la cafetería. Salió a recibirlas y Lucía corrió hasta llegar a su madre, qué no dudó en cogerla en brazos.

+Que bien hueles. -dijo la pequeña una vez bajó de los brazos de su madre y provocando la risa de esta.

-¿Verdad? Es la colonia de Marcos que va dejando su aroma por todo el estudio.

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