Una última vez.

548 33 19
                                    

FLASBACK 6 DE DICIEMBRE DE 2023.
MALÚ. 23:45.

Entré al pub junto a mi prima Chía y mi amiga Mariana, y fuimos hasta el reservado donde ya se encontraban algunos de nuestros amigos. Habíamos hecho una pequeña cena con nuestros amigos de la infancia y tras ella decidimos salir a tomar algo. Mañana debía de volver a Madrid pero quise aprovechar la noche antes de volver al intenso trabajo. Mi disco salía en apenas dos días, las entradas de mis conciertos se ponían a la venta mañana, el martes tenía la grabación de la Voz All Star y el viernes la gran final de La Voz, que aunque no tenía representación me hacía la misma ilusión de siempre. Y por todo ello, decidí darme un homenaje antes de todo el trajín que se me iba a venir encima. No iba a tomar una gota de alcohol pero quería divertirme con los míos. Cuando vi a Marcos llegar, acompañado de varios amigos más, miré a Mariana y está comenzó a reir. Marcos no había venido a la cena pero no se perdía una fiesta, y menos si sabía de mi presencia en ella. Fuimos pareja cuando éramos jóvenes pero aquello no funcionó y desde entonces siempre que nos veíamos acababa pasando algo entre él y yo. Miré a Óscar, uno de sus mejores amigos, y esté sonrió dándome a entender que había venido por mí.

+Aunque él no sabe que estás con un chico... -añadió Óscar sonriendo-. No hemos querido joderle la noche.

-Pobrecito, ¿no? Se le bajaría la moral.

+Pase el tiempo que pasé, todos sabemos que te lleva loca.

Y razón no le faltaba. Casualmente siempre nos hemos visto cuando yo he estado soltera y casualmente esa chispa que él y yo tenemos siempre ha terminado explotando. Me dió dos besos a la vez que puso sus manos en mi cintura y cuando nos separamos me sonrió pícaro.

+Cuánto tiempo, Lula. -dijo cerca de mí oído.

-Bastante.

+La última vez que te vi no eras madre, no habían pandemias ni tíos de por medio. Y fíjate, estás igual de guapa.

Rodee los ojos y decidí sentarme junto a las chicas bajo su atenta mirada. Él hizo lo mismo, junto a los chicos, y sentado enfrente de mí, no me quitó la mirada en toda la noche. Yo a él tampoco pero supe disimular mucho mejor qué él.
La noche fue pasando, nosotros dos fuimos entablando conversación, algo insólito para nosotros ya siempre habían habido pocas palabras cuando nos veíamos.

+¿Te apetece una copa? No has bebido nada en toda la noche.

-Por algo será, ¿no? -dije sonriendo-. ¿Me quieres borracha?

+Que va, pero a lo mejor te sueltas más. -dijo colocando una mano en mi muslo, yo reí.

-Marcos...

+No me digas que hay alguien que estos cabrones no me han dicho nada y yo...

-Me tienes ganas. -dije cortándole.

+Yo te tengo ganas. -dijo mordiéndose el labio-. Hacía tanto que no charlaba contigo así que hasta se me había olvidado que tú y yo éramos de pocas palabras.

-Éramos... tú lo has dicho.

+¿Tú no me tienes ganas?

-Yo siempre te he tenido ganas... -dije cerca de él-. Pero... ha pasado tiempo, ¿no?

+Años.

-¿Y no has conocido a nadie?

+Como tú... no.

Reí y comenzó a acariciar mi pierna mientras me miraba. Pensé mucho antes de hacer lo que iba a hacer, incluso pensé en coger las cosas y marcharme pero no lo hice. Esto no era ninguna infidelidad, ¿no?, pensé. Y cuando quise responderme a mi misma, Marcos y yo ya nos estabamos besando. Sus manos acariciaba mi espalda y nuestras lenguas bailaban en un maravilloso compás. Me levantó del sofá al mismo tiempo que me seguía besando y caminamos hasta los aseos. Me puso contra la pared antes de volver a besarme y comenzamos a meternos mano a la vez que él desabrochaba el botón de mi pantalón. Y en ese preciso instante, mi cabeza me trajo un recuerdo junto a Pablo, de hace unos seis años y justo en esta misma posición en la que estaba con Marcos.

Ángeles Caídos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora